Nuestro pueblo siente cada día el deterioro en su calidad de vida. Los venezolanos nunca habíamos enfrentado, al mismo tiempo, tanta calamidad. No hay una familia venezolana que no esté afectada en este preciso momento por un problema de salud que no logra atender, bien por las fallas del sistema de salud pública nacional, por no contar con recursos para acudir a una clínica privada, o porque, aunque pueda pagarla, éstas están colapsadas y también presentan escasez de medicinas e insumos. No hay familia que no tenga que peregrinar en búsqueda de alimentos básicos, para muchas veces regresar sin lo necesario, bien porque no se consigue, o porque los recursos no le alcanzaron. No hay familia en la que alguno de sus miembros no haya sido víctima de la delincuencia y que no viva en una angustia constante por la inseguridad que reina en nuestro país. Y la lista continúa, lo que enfrentamos es un bombardeo diario que nos mantiene en zozobra. El reto es convertir esos problemas, que nos son comunes a todos, sin importar la forma de pensar, en un estímulo para buscar el cambio. Es un hecho: Sobran razones para unirnos y por eso nos estamos organizando en un gran movimiento social que contribuya a cambiar democráticamente este gobierno, que no da señales de rectificación y que parece que cada día pisa más el acelerador, pero en retroceso.
Para que Venezuela se convierta en un país donde imperen verdaderos valores de justicia, paz y progreso, los venezolanos tenemos que activarnos. Las cosas no pasan solas. Los líderes políticos y comunitarios, los jefes de familia, los jóvenes, todos sin excepción, debemos canalizar y orientar el descontento a través de la lucha social, exigiendo responsabilidad y respuesta al gobierno. La organización comienza en cada casa, para sumar esfuerzos para denunciar, movilizar y exigir respuestas de manera pacífica y así lograr los cambios que nuestro pueblo necesita.
Cada vez son más los venezolanos que se suman a la lucha por el cambio y el progreso, gracias al trabajo que hacemos en nuestras comunidades, y es que a pesar de los millonarios esfuerzos comunicacionales del gobierno central, la escasez, la inseguridad, la crisis en el sistema de salud pública nacional, el desempleo, las fallas en servicios básicos como luz y agua, los vivimos cada día y no hay campaña, por millonaria que sea, que logre ocultar esta cruda realidad. Súmate e invita a tus amigos, familiares y vecinos a unirse a los Comandos de Unión y Cambio, sólo hay que ingresar a http://unionycambio.com y registrarse. Además puedes seguir las actividades a través de @ @ComandoUC.
Sí podemos tener una Venezuela y una Miranda de progreso ¡Contamos contigo!