En cada uno de nuestros recorridos casa por casa y gabinetes parroquiales que realizamos diariamente en nuestras comunidades, nuestro pueblo comparte las dificultades que viven producto de un Gobierno nacional que sólo piensa en fortalecer un proyecto político fracasado, en lugar de ocuparse de ofrecer soluciones a los venezolanos.
Cada día son más los venezolanos que se han dado cuenta de que este es el peor gobierno de la historia de Venezuela, y que están trabajando desde sus comunidades para lograr el cambio que tanto necesitamos.
Los grandes cambios comienzan con pequeñas acciones y en nuestro país es importante que los cambios vayan de abajo hacia arriba. Por eso es tan importante el trabajo que cada venezolano hace en su barrio, en su caserío, en su urbanización. Para que el país salga adelante debemos hacer que nuestras comunidades progresen. Ese es nuestro enfoque en Miranda. Sólo en 2104 hemos realizado más de 200 Gabinetes Parroquiales en nuestras comunidades más necesitadas.
Ese es el verdadero gobierno de calle. Cada día estamos en un sector distinto entregando obras comunitarias. A veces son obras pequeñas, pero incluso la más pequeña de las obras puede tener una enorme trascendencia. Una acera que permite que los niños vayan a la escuela sin tener que meter sus zapatos en una bolsa de plástico para que no se le ensucien, es un gran cambio.
En Miranda trabajamos para todos, sin distinción de ningún tipo y ese es otro gran cambio que impulsamos cuando llegamos a Miranda y que debe extenderse a todos los rincones del país. Por eso nunca verán un funcionario de algunas de nuestras instituciones vestir la franela de un partido político.
A los venezolanos nos unen los problemas y por eso tenemos que luchar juntos para lograr las soluciones y para alcanzar ese país de progreso que tanto nos merecemos.
En esa dirección apuntan los Comandos de Unión y Cambio, que se han ido conformando en nuestras comunidades y que ya llegan a mil. Quienes se han unido a los comandos, lo han hecho para salir adelante y trabajar por su comunidad. Es por eso que incluso personas que apoyaban y que todavía apoyan al gobierno se han ido sumando a esta iniciativa, porque han abierto los ojos y se han dado cuenta que si las comunidades no se unen para solucionar sus problemas no vamos a salir adelante.
Soy entusiasta sobre lo que podemos lograr los venezolanos. En las comunidades cada día encontramos más gente que sabe que con este gobierno no van a salir adelante. Hace unos días en una reunión con líderes que eran oficialistas y ahora están con el cambio me decían: “Hermana ahora yo sí estoy con la comunidad”. Y es que la división ideológica no tiene sentido en un país donde no hay alimentos, donde la inflación se come el salario, donde los niños pasan horas caminando para poder llegar a sus escuelas, donde sigue habiendo casas de barro, de latón, donde tenemos más de 90% de impunidad. Un país donde el gobierno nacional decide en función de intereses partidistas y no de las necesidades del pueblo, que es a quien se debe.
La Asamblea Nacional necesita diputados que se ocupen de los problemas de nuestro pueblo. Estoy segura que con estas elecciones se abre una ventana para impulsar los cambios que Venezuela necesita. El cambio no lo puede detener nadie y tenemos una gran oportunidad en las próximas elecciones parlamentarias. Los que creemos en la democracia vamos a cambiar este país con una avalancha de votos.
Este próximo domingo se celebra el Día de las Madres. Como madre puedo afirmar que lo que queremos es que nuestros hijos salgan adelante y progresen y estoy convencida de que unidas, vamos a sacar este país adelante. Invito a los venezolanos y especialmente a las madres, a que no abandonemos nunca la lucha. Nuestros hijos, nuestra familia, nuestra Venezuela bien valen la pena.