El cambio está a la vuelta de la esquina

CMYoVdpWcAAHLzL109 días nos separan del 6 de diciembre, fecha en la que los venezolanos sellaremos nuestra voluntad y compromiso con el cambio que necesitamos para superar la profunda crisis a la que nos han llevado estos 16 años de desgobierno.

Los venezolanos saben que con una Asamblea Nacional constituida de forma mayoritaria por hombres y mujeres que realmente estén al servicio del pueblo lograremos el cambio que nuestra Venezuela necesita. El 6 de diciembre los venezolanos vamos a decidir entre los candidatos que quieren que sigas viviendo como hoy, que son los rostros de la destrucción, y los candidatos del cambio y el progreso.

Esta semana, quienes desde la Unidad aspiramos representar a nuestro pueblo en la Asamblea Nacional, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar unidos para dar a Venezuela una victoria contundente. Sólo así podremos comenzar a construir el cambio que nos permita salir de la profunda crisis que estamos atravesando por culpa de un gobierno irresponsable, indolente e incapaz.

Mientras los candidatos ​de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello lo que quieren es que se siga legislando vía habilitante, quienes creemos en una Venezuela de progreso queremos legislar para llevar verdaderas soluciones a nuestro pueblo. A los candidatos del ​gobierno no les interesa discutir sobre la inseguridad, la escasez o exigir respuestas a los responsables de que el país esté como está; sólo les interesa generar resoluciones contra países, medios o personas que se atrevan a expresar una opinión distinta a la del gobierno.

Siempre hemos sostenido que para salir de la crisis económica debemos comenzar por incentivar la producción nacional, lo hecho en Venezuela, y por eso, impulsaremos leyes que apunten a ese objetivo, que acaben con las colas y la angustia que vives ante la imposibilidad de encontrar alimentos, medicinas y demás productos esenciales y ante la frustración de que el dinero no te alcance para comprar lo poco que se consigue.

Desde la Asamblea Nacional podremos ​asegurar la aprobación de leyes que te permitan vivir tranquilo, sin temer que tú o tu familia sean víctimas de la violencia y la inseguridad. Para ello también debemos poner fin a la impunidad, por eso trabajaremos por un poder judicial que en lugar de dedicarse a perseguir​ a quie
nes piensan distinto​, aplique la justicia de forma independiente y oportuna. ​

Además, desde la Asamblea Nacional, daremos prioridad a la educación, pues los países que se ocupan de la educación, se ocupan del futuro, y no podemos construir una Venezuela de progreso si no nos ocupamos de la educación de nuestros niños y también de la formación de nuestros hombres y mujeres.

Los candidatos de la Unidad estamos en la calle construyendo el cambio junto a nuestro pueblo, escuchando sus problemas directamente y llevando nuestro mensaje de esperanza, comunidad por comunidad, casa por casa. Los problemas que estamos viviendo los venezolanos no se resuelven por televisión​, cantando en una tarima, o​ desde salones con aire acondicionado, pero eso no lo entienden los candidatos de​ Maduro y Cabello.​

Nos emociona y nos llena de fuerza el sentimiento de cambio que se siente en el corazón de cada venezolano con el que hablamos en nuestras comunidades. Pero no podemos conformarnos y, aunque cada vez son más los venezolanos que han abierto los ojos, debemos seguir sumando voluntades.

Ahora es cuando tenemos que trabajar para lograr esa victoria abrumadora que haga imposible cualquier intento de alterar la voluntad de los venezolanos. Estos 109 días que nos quedan, mientras nosotros estamos, casa por casa, llevándole a nuestro pueblo la verdad sobre lo que está detrás del hecho de que sus bolsillos, sus neveras y sus estantes estén vacíos, los candidatos de la destrucción aprovecharán todo su aparato de comunicación, pagado con los recursos de los venezolanos, para continuar mintiendo, amenazando y chantajea​ndo.

Sabemos que esta campaña no será fácil. Estamos seguros que la
lucha va a ser desigual porque ellos tienen el poder. No serán pocos los obstáculos que enfrentaremos de aquí al 6 de diciembre, pero la fuerza del pueblo es indetenible y su voluntad de cambio saldrá a hacerle frente a cada uno de ellos. Los venezolanos ya no se comen sus cuentos, están cansados de promesas incumplidas y reconocen en los candidatos reciclados de siempre, a los rostros que nos llevaron a la más profunda crisis de nuestra historia.

Este 6 de diciembre es nuestra oportunidad para salir de esta oscuridad en la que nos metió Nicolás Maduro y su gobierno. Este 6 de diciembre, con nuestro voto daremos el primer paso para que nuestras vidas cambien para mejor. Esta elección se trata de elegir entre cambiar lo que vivimos y una oportunidad para que la Asamblea Nacional esté al servicio del pueblo y no al servicio del poder. #UniónYCambio

En Oropeza Castillo se perciben las ganas de cambiar este Gobierno que ha destruido al país.

Realizamos un recorrido por el sector Oropeza Castillo de Guarenas para transmitirles a los vecinos un mensaje de esperanza. La experiencia fue enriquecedora, fuimos recibidos con mucho cariño.

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Durante la caminata percibimos las ganas de cambio que reina en el corazón de todos los venezolanos que amamos este país. Estoy segura que ese cambio que todos anhelamos está a la vuelta de la esquina.

Nunca habíamos visto una situación tan dura como la que hoy se vive en cada sector. Este Gobierno ha destruido al país, nos han sumido en la pobreza y la violencia. Por eso no me cabe la menor duda de que el 6 de diciembre tendremos una avalancha de votos porque hoy somos mayoría los que queremos un cambio.

Junto a Rafael Guzmán, nuestro  compañero de la Unidad por el circuito 4 de Miranda, escuchamos el testimonio de las carencias, problemáticas y dificultades que tienen que pasar los habitantes de Oropeza Castillo.

Da pena que el Gobierno dedique tanto tiempo en inventarse historias para disimular su incapacidad, en vez de orientar todo su esfuerzo para crear soluciones a la grave crisis que afecta a los venezolanos. Hay personas como José Reyes, líder comunitario del sector, que nos contó su decepción de ver cómo los candidatos del PSUV «ahora sí aparecieron para pedirnos el voto, cuando ya antes nos olvidaron».

José, también es miembro del Consejo Comunal, nos aseguró que la asociación vecinal dejó de funcionar debido a que los integrantes de la organización se cansaron de introducir peticiones y cartas que no tuvieron respuesta.

Todos sabemos que esta campaña no será fácil. Estamos seguros que la lucha va a ser desigual porque ellos tienen el poder, pero la fuerza del pueblo es indetenible. Tenemos una gran oportunidad para salir de esta oscuridad en la que nos metió Nicolás Maduro y su gobierno. El 6 de diciembre, es sin duda, la luz al final del túnel.

Hay que romper ya el ciclo perverso que ha destruido la producción

Los venezolanos estamos cansados de un gobierno que en lugar de gobernar y resolver los problemas que nos afectPRODUCTORESan se dedica a la producción de guiones, cada vez más inverosímiles en su intento por culpar a otros de los males que nos aquejan. Si el empeño, el tiempo y los recursos que le ponen a montar novelas para victimizarse frente a villanos inventados, lo destinaran a incentivar la producción nacional, nuestro pueblo no estaría viviendo este drama en su vida real.

Llevan tanto tiempo inventando enemigos y enredados en sus cuentos, que cada nueva versión se parece más a la anterior y ya nadie se los cree. Cada vez son más los venezolanos que, incluso habiendo apoyado originalmente el proyecto del gobierno central, han abierto los ojos y se han unido al cambio. Lo vemos en cada recorrido que realizamos por nuestras comunidades.

Allí nadie habla de la guerra económica, de los paramilitares y de los “planes del pentágono” para desestabilizar el país. De lo que sí hablan es del hambre, de que no les llega el agua, de que se les va la luz cada dos por tres, de que no logran comprar un par de zapatos para que sus niños puedan ir al colegio, de la violencia, de las medicinas que no encuentran, del hospital que los rebota porque no tienen cómo atender una emergencia.

A esta situación hemos llegado porque el gobierno ha visto a nuestra Venezuela como el fondo para sostener un proyecto político. Que hoy el 80% de los venezolanos no gane lo necesario para adquirir la canasta básica obedece al despilfarro, la corrupción y los delirios de un gobierno al que no le duelen nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros hombres.

En Venezuela se puede sembrar todo, uno lanza una semilla y nace una  mata, pero lo único que este gobierno se ha dedicado a sembrar es destrucción. Mientras nuestros productores ven cómo sus cosechas se pierden porque no hay dólares para comprar los insumos necesarios para fumigar, para abonar o porque no hay repuestos para hacer funcionar sus maquinarias, el gobierno sigue importando, contribuyendo a generar ingresos y empleo en otros países. Por falta de insumos, sólo se sembró el 50% de la superficie de arroz; por falta de semillas y agroquímicos, cayó 40% la superficie de maíz.

Este ciclo perverso que ha destruido nuestra producción tiene que romperse ya. La única forma de poner a funcionar los engranajes para que nuestra Venezuela detenga la estrepitosa caída a la que la ha empujado el gobierno y comience a escalar nuevamente para salir del precipicio es dejar de importar y producir en el país. Si se invierte un millón de dólares en nuestro circuito agroindustrial se pueden producir 2,6 millones de kilos de alimentos, pero si ese dinero se destina a importar, sólo alcanza para traer 0,55 millones de kilos de comida. En pocas palabras, produciendo en Venezuela se llenan más anaqueles que importando.

Para lograrlo hay que eliminar los controles que llevan a nuestros productores agrícolas a producir a pérdida. Los controles lo único que traen es más distorsiones que terminan perjudicando al consumidor. Basta pasar por las puertas de cualquier comercio de alimentos para ver las consecuencias del afán del gobierno de controlarlo todo.

Hay que cambiar este modelo que ha acabado con nuestros productores y generar mecanismos para incrementar la oferta, para que volvamos a autoabastecernos. En esa dirección apuntan las propuestas presentadas por Henrique Capriles. Hay que devolver las empresas expropiadas a sus dueños originales para ponerlas a producir.  Hay que dejar de regalar a otros países los recursos que son de los venezolanos y entregar las divisas a los sectores productivos de nuestro país.

Ya basta de buscar culpables, lo que se requiere es ver hacia adelante y comenzar desde ahora a planificar. Las acciones que tomemos hoy tendrán su efecto en la producción del 2016, de lo contrario el próximo año seguiremos con la escasez y la inflación que nos colocan en los titulares en todo el mundo. Los venezolanos queremos aparecer en los titulares por haber superado la crisis más grave de nuestra historia, queremos que los próximos años se hable de que superamos la pobreza, del incremento de nuestros niveles de producción y de nuestros productos de exportación.

Venezuela sí puede salir de esta crisis y para lograrlo tenemos que ganar de forma contundente la Asamblea Nacional. No olvidemos que la Asamblea Nacional es la que aprueba el presupuesto nacional y si cuenta con hombres y mujeres realmente comprometidos con el pueblo y con las prioridades claras, se pondrá el acento en incentivar lo hecho en Venezuela. #UniónYCambio por nuestra Venezuela.

Venezuela necesita un gobierno con voluntad para superar la crisis

IMG_0081Nuestra Venezuela no puede más, y es que no hay un día que las cosas no empeoren en nuestro país, mientras quienes están al frente del gobierno miran para otro lado. Simplemente se hacen los locos y no hacen, ni dicen nada y cuando dicen es para achacar a otros responsabilidades que son exclusivamente de ellos. Hablan de otras cosas, como si  no estuviese pasando nada, como si estuviesen disociados de la realidad. Mientras nuestro pueblo vive de una cola en otra, para comprar productos de primera necesidad, a los que desgobiernan el país, no les falta nada. Mientras nuestro pueblo tiene las neveras, las despensas y los bolsillos vacíos, los privilegiados del gobierno tienen sus bolsillos llenos. A nuestro pueblo cada vez le alcanza menos lo que gana, los precios están disparados y con lo que hoy adquiere dos productos, mañana escasamente le llega para comprar uno y eso si lo consigue. Porque al alto costo de la vida, también hay que sumarle la escasez. Ningún gobernante serio podría dormir tranquilo viendo a su pueblo en esta situación. ¿Es que alguien en nuestra Venezuela puede hoy dormir tranquilo? ¿Sabrán los que tienen en sus manos dictar las políticas económicas del país, que tenemos la canasta básica más cara del mundo y que, en contraste, tenemos los sueldos más bajos del planeta? En junio, la canasta básica familiar se ubicó en 54.204,69 bolívares, un aumento de 11.357,78 bolívares, 26,5%, con respecto al mes de mayo y de 163,6% si se compara con junio de 2014. Para que una familia en nuestra Venezuela pueda adquirir la canasta básica familiar, necesita 8 salarios mínimos. Si lo ponemos en dólares a 6,30, que es el cambio que le gusta a los del gobierno, ir al mercado para una familia de 5 personas, equivale a gastar 3 mil dólares. Si algo ha hecho este gobierno con los venezolanos es empobrecernos. Nunca antes un gobierno había puesto a los venezolanos a pasar tanto trabajo. ¿Cómo es posible que para comprar la lista de uniformes y útiles se necesiten casi 14 salariosu mínimos? El precio de las listas de uniformes y útiles de preescolar, básica y media pasaron de 19.771,85 a 91.422,70, un incremento de más de 71.000 bolívares, 362,4% entre junio de 2014 y junio de 2015. De allí que Henrique Capriles planteara la creación de un fondo para que nuestros niños y jóvenes puedan contar con lo necesario para el inicio del próximo año escolar. A pesar de este panorama, es importante que no perdamos las esperanzas, no podemos dejar de luchar. En Miranda, por ejemplo, nos enfrentamos permanentemente al saboteo del gobierno central, de quien dependen nuestros recursos, y siempre hacemos un esfuerzo para mantener los programas que están orientados a que nuestro pueblo pueda mejorar sus condiciones de vida, a que tenga acceso a las herramientas para desarrollar sus capacidades y ejercer un oficio que les permita progresar sin depender del gobierno de turno. Nuestra Venezuela lo tiene todo menos un gobierno con la voluntad de mover los engranajes necesarios para parar la caída y convertir a nuestro país en la potencia que podría ser. Venezuela es el mejor país del mundo pero con el peor gobierno de nuestra historia. De allí la importancia de un cambio de rumbo. Cambio que tenemos a la vuelta de la esquina con las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Desde la Asamblea Nacional podremos defender la producción nacional, pero para ello los venezolanos deben materializar su descontento y deseo de cambio a través del voto. #UniónYCambio

Venezuela no puede esperar

¿Cómo se destru20150715_columnaye un país durante la mayor bonanza petrolera de su historia? Podría parecer el título de un best seller, pero es la pregunta que nos hacemos los venezolanos, y que seguramente se hace todo el mundo, al ver la situación de emergencia en que se encuentra nuestra Venezuela, a pesar de haber contado los últimos años con los mayores ingresos petroleros de su historia.

Hablamos de 800 mil millones de dólares que fueron despilfarrados, usados con fines político partidistas, usados para mantenerse en el poder, para comprar apoyo internacional, usados para todo menos para darle a los venezolanos la calidad de vida que merecen. Ni siquiera para, al menos, mantener a nuestro pueblo en los niveles que existían cuando llegó al gobierno la llamada revolución.

Que nuestra Venezuela esté hoy en los mismos niveles de pobreza que en 1999, que nuestros enfermos mueran por falta de atención o de medicinas, que nuestros hombres y mujeres pasen su vida en una cola para comprar comida, que nuestros jóvenes busquen cada vez más su destino en el extranjero, porque su país no les garantiza un futuro, son las consecuencias de un gobierno que no se debe a su pueblo, al que no le duele Venezuela.

Por eso es tan importante lograr el triunfo en la Asamblea Nacional el próximo 6 de diciembre, para desde allí comenzar cambios que son fundamentales para el futuro de nuestra Venezuela. Hay que recordar que ganando la Asamblea Nacional podremos tener un Tribunal Supremo de Justicia que en lugar de dedicarse a perseguir se dedique a la justicia; podremos tener un CNE imparcial, para garantizar elecciones justas; podremos parar la regaladera de petróleo y hacer contraloría a todas las instituciones del estado, para castigar la corrupción; podemos devolver poderes a los gobernadores, alcaldes y concejales y garantizar una distribución justa de los recursos para los estados y los municipios.

Pero el hecho de que tengamos una fecha electoral no significa que debamos esperar hasta diciembre para actuar, no sólo porque hay que organizarse de cara a las elecciones, sino porque tenemos que tomar acciones urgentes para detener la destrucción y comenzar a recuperar el país. Venezuela no puede esperar.

Se necesitan acciones inmediatas para que podamos superar diciembre, como las que planteó este martes, Henrique Capriles: Aumento del 50% del salario para la recuperación del ingreso de los trabajadores. Creación de un Fondo de Útiles Escolares para atender el regreso a clases. Detener la impresión de billetes de baja denominación para eliminar las distorsiones de la economía. Devolver las empresas expropiadas para que vuelvan a producir y motivar a los trabajadores para reactivar la producción nacional. Revisar los convenios petroleros para detener la regaladera de petróleo, considerando que por esa vía el país puede obtener 2 mil millones de dólares.

Ante la inacción del gobierno, ante su indiferencia, que muestra el poco amor que sienten por nuestra patria, los venezolanos tenemos que estar más unidos que nunca. Por eso la invitación que siempre hemos hecho, y hoy reafirmamos, es a unir esfuerzos, a dejar de lado intereses personales y partidistas para dar paso a un esfuerzo mancomunado, dirigido a la reconstrucción de nuestra amada Venezuela. Los venezolanos tenemos el poder de cambiar a Venezuela y debemos ejercerlo cada día de nuestras vidas.

Recordemos que las más pequeñas acciones que hacemos como ciudadanos pueden contribuir a que tengamos una mejor comunidad, una mejor ciudad, un mejor estado y un mejor país. Es por eso que no nos cansaremos de decir que el cambio está en las manos de cada uno de los venezolanos, sin excepción. Venezuela nos necesita a todos remando en la misma dirección #UniónYCambio

Intereses partidistas jamás estarán por encima de nuestros trabajadores

AVISO CLEBM - LA VOZEsta semana quedó demostrado, una vez más, que los trabajadores de Miranda están más unidos que nunca y que, trabajando unidos y amparados con la verdad, lograremos salir adelante en la defensa de los derechos de nuestros trabajadores y de nuestro pueblo. Nos sentimos profundamente orgullosos de nuestros trabajadores, quienes nuevamente dieron una demostración de fuerza y unidad.

Esta fuerza y unidad llevaron a que finalmente este miércoles el Consejo Legislativo del Estado se dignara aprobar algo que es un derecho de nuestros trabajadores. Cumplió con lo que establece la ley y aprobó el crédito adicional que solicitamos para poder honrar los compromisos con nuestros trabajadores.

Recordamos que con dichos recursos se hará efectivo el ajuste del tabulador de los trabajadores administrativos, la cobertura del déficit para las partidas de jubilaciones y pensiones, la homologación pendiente con los jubilados de nuestra policía, fideicomiso de los docentes, fideicomiso de los obreros de educación, intereses de fideicomiso de educación, fideicomiso de entes descentralizados, homologación de docentes  (la cuotaparte de la Gobernación acordada en mesas de trabajo con el Ejecutivo nacional), incremento de 50% para docentes y jubilados  (la cuotaparte de la Gobernación acordada en mesas de trabajo con el Ejecutivo nacional), déficit en prestaciones y aguinaldos de los trabajadores de la Contraloría del estado, así como los recursos necesarios para la póliza de H.C.M. de nuestros trabajadores (incluida la Policía y Bomberos de Miranda).

Con esta decisión quedó demostrada la justa distribución que hicimos de esos recursos. La cordura y la fuerza unida de nuestros trabajadores se impusieron frente a pretensiones mezquinas de promover falsas divisiones en las filas de nuestro capital humano. Demostramos con firmeza y coherencia que, unidos, somos una fuerza que lucha con justicia por sus reivindicaciones salariales.

Nuestros trabajadores están muy claros y saben que el gobierno sigue en deuda con la Gobernación. Por eso este miércoles firmaron un acuerdo para dar nuevamente relevancia a la minuta que se firmó en el Ministerio del Interior y Justicia con los técnicos del Poder Público Nacional, donde se calculó la deuda con nuestros servidores públicos.

Mientras Henrique Capriles sea Gobernador de Miranda, nunca permitiremos que los intereses de un partido político estén por encima de las necesidades de nuestros trabajadores. Por eso, hoy más que nunca, nos mantenemos firmes junto a nuestros trabajadores, luchando por la aprobación y transferencia de recursos que permitan sobrellevar la terrible situación económica que afecta a nuestro país.

La forma como el gobierno y sus partidarios juegan con las necesidades y los recursos de los mirandinos y también de los venezolanos nos tiene que dar la fuerza para seguir luchando juntos por el cambio. El próximo 6 de diciembre tenemos la oportunidad para lograr en la Asamblea Nacional una mayoría comprometida con el pueblo y no con un partido político. Sobran razones para unirnos por eso, ante todo #UniónYCambio

Venezuela te necesita

La 20150701_columnadiscrecionalidad con la que actúan los diputados del oficialismo, levantando o dejando de levantar la mano en función de sus intereses políticos y no de los intereses del pueblo, que es a quien se deben, se tiene que acabar. Tanto en la Asamblea Nacional como en los Consejos Legislativos de los estados se ve este fenómeno, que habla de la falta de compromiso de quienes juraron defender los intereses del pueblo y ahora le dan la espalda.

Qué, sino un mandato partidista, puede justificar que los recursos recientemente asignados por aumento de Situado Constitucional, a nuestro estado, todavía no hayan sido aprobados por el CLEBM, cuando la solicitud fue introducida el pasado 26 de junio, y que además hayan negado la moción de urgencia introducida por el bloque de la unidad para la aprobación de dicho crédito.

Qué puede justificar la demora en la aprobación de recursos que fueron distribuidos por el Ejecutivo regional, en su casi totalidad, para honrar compromisos salariales pendientes con nuestros trabajadores.

¿Cuándo entenderán los funcionarios del partido de gobierno qué significa ser un servidor público? ¿Sabrán que son ellos los que están al servicio del pueblo, y no al revés?

Dichos recursos no cubren todo el déficit del presupuesto de la Gobernación de este año, pero permitirán que se haga efectivo el ajuste del tabulador de los trabajadores administrativos, la cobertura del déficit para las partidas de jubilaciones y pensiones, la homologación pendiente con los jubilados de nuestra policía, fideicomiso de los docentes, fideicomiso de los obreros de educación, intereses de fideicomiso de educación, fideicomiso de entes descentralizados, homologación de docentes  (la cuotaparte de la Gobernación acordada en mesas de trabajo con el Ejecutivo nacional), incremento de 50% para docentes y jubilados  (la cuotaparte de la Gobernación acordada en mesas de trabajo con el Ejecutivo nacional), déficit en prestaciones y aguinaldos de los trabajadores de la Contraloría del estado, así como los recursos necesarios para la póliza de H.C.M. de nuestros trabajadores (incluida la Policía y Bomberos de Miranda).

Continuaremos exigiendo, como siempre hemos hecho, que el CLEBM apruebe a la brevedad dicho crédito y que el Gobierno central cumpla con los compromisos adquiridos con nuestros docentes para terminar de cubrir las deudas.

Podrán seguir aplicando sus medidas dilatorias, que nosotros seguiremos luchando y exigiendo que asuman su responsabilidad con nuestros trabajadores y nuestro pueblo. Todavía están pendientes los recursos necesarios para cubrir el déficit de los aguinaldos de todos nuestros trabajadores y además lograr incrementos de sueldos dignos, que permitan paliar la gravísima crisis que estamos viviendo los venezolanos.

Nosotros tenemos una gestión transparente y mantenemos una comunicación permanente con nuestros trabajadores y nuestro pueblo sobre el tema presupuestario. Los mirandinos saben quién es el responsable de que los recursos lleguen a destiempo e incompletos. Siempre hemos luchado juntos, con la transparencia que nos caracteriza para que sus derechos sean respetados. A pesar de sus esfuerzos por sembrar la división, a punta de mentiras y manipulación, en Miranda, Gobierno y trabajadores luchamos juntos por los recursos de los mirandinos. Si algo le duele al gobierno central es eso, que sus esfuerzos por dividir son infructuosos.

Este es un obstáculo más con el que intentan perjudicarnos, sin importarles que el afectado sea el pueblo, pero se quedarán con las ganas, como lo han hecho cada vez que han buscado lesionar nuestro trabajo desde que asumimos la gobernación. Nuestros trabajadores y nuestro pueblo saben la verdad y lamentablemente han sufrido en carne propia las consecuencias del afán de poder del gobierno central. Un ejemplo es lo ocurrido con los hospitales y ambulatorios que nos arrebataron cuando asumimos nuestra gestión. Nos quitaron los hospitales y la atención de salud de nuestro pueblo la ofrecemos a través de la Red de Salud Francisco de Miranda, que construimos desde cero, mientras que en los ambulatorios y hospitales que nos arrebataron no reciben la atención que por derecho les corresponde.

Por eso, una vez más, le pedimos a los mirandinos no dejarse manipular, es fundamental continuar trabajando unidos, mantener un rol protagónico para exigir aquello que por derecho les corresponde. Y no solo desde el punto de vista de los recursos sino también en derechos tan fundamentales como la salud, la alimentación, la educación, la seguridad, que están consagrados en nuestra Constitución.

De allí que sea tan relevante la elección de una nueva Asamblea Nacional; una que esté verdaderamente comprometida con el pueblo y no con los intereses de un partido político. Desde la Asamblea Nacional podemos hacer importantes avances en el camino hacia el progreso que queremos los venezolanos.

Venezuela nos necesita. Hoy tenemos que estar más unidos que nunca para expresarnos por el cambio. Los mirandinos, los venezolanos tenemos en nuestras manos el futuro de nuestra Venezuela #UniónYCambio

El 6 de diciembre es el día del cambio

votaciónEl 6 de diciembre todos los venezolanos estamos convocados a manifestar nuestra voluntad de cambio. El camino hacia esa Venezuela de progreso que soñamos es posible y pasa por la elección de una Asamblea Nacional comprometida con el pueblo y no con los intereses de un grupo que lo que quiere es perpetuarse en el poder, a costa de nuestro pueblo.

Y es que a este gobierno lo que le interesa es su proyecto político. La situación que estamos viviendo los venezolanos no es producto de la guerra económica, es propiciada desde el propio gobierno, según lo han manifestado algunos de sus máximos exponentes, en distintos momentos de estos 16 años.

Ellos han reconocido que necesitan que nuestro pueblo con menos recursos continúe siendo pobre para que siga votando por lo que llaman revolución. Han tenido el descaro de afirmar que hay que mantener al pueblo pobre, pero con esperanza, que la idea no es sacar al pueblo de la pobreza para que se conviertan en escuálidos.

Claro que el pueblo venezolano tiene esperanza, pero no la tiene puesta en ese grupito que está empeñado en acabar con nuestra Venezuela. La esperanza del venezolano está puesta precisamente en un futuro con posibilidades, en un futuro donde nadie le diga qué, cuándo y cuánto puede comprar, en un futuro donde el salario mínimo alcance, en un futuro donde no asesinen a un venezolano cada 20 minutos.

Queda claro que mientras este gobierno esté en el poder los venezolanos no lograrán superar esta crisis económica que cada día devalúa más el salario y deteriora hasta niveles nunca antes vistos la calidad de vida de nuestro pueblo.

Por eso nosotros desde el minuto cero hemos insistido en la unión de los venezolanos. Cada día debemos sumar más voluntades para lograr el cambio por la vía electoral, democrática, pacífica y constitucional. Son muchos los ejemplos que demuestran que la violencia lo que trae es violencia y que para que el cambio perdure debe lograrse a través de la expresión del pueblo por la vía del voto.

Los venezolanos que queremos un cambio para Venezuela tenemos que salir a votar masivamente para ganar la  Asamblea Nacional por una mayoría contundente. Esa es la respuesta que hay que darle a quienes amenazan con salir a la calle a “defender la revolución” si la Unidad gana la Asamblea Nacional.

Ahora más que nunca tenemos que unirnos ante quienes juegan a la división y recurren a la violencia y la amenaza para perpetuarse en el poder. Tenemos que consolidar una mayoría que le devuelva la Asamblea Nacional a nuestro pueblo. Desde la Asamblea Nacional lograremos la libertad de los presos políticos, podremos garantizar un presupuesto que dé prioridad a la educación, a la salud, a la seguridad, que impulse la producción nacional.

La cita electoral ya tiene fecha y nos permite organizarnos, pero no cambia el espíritu y  el trabajo que desde siempre venimos haciendo quienes creemos en el cambio para nuestra Venezuela. El trabajo es en la calle junto a nuestro pueblo, apoyándolo en sus luchas ante los atropellos, ante la inseguridad, ante el hecho de que el dinero no alcanza, ante la escasez.

A los venezolanos nos sobran razones para unirnos y este gobierno nos da cada día más motivos. Cada cola que hacemos para comprar productos básicos, cada medicina que no encontramos, cada examen médico que no podemos realizar por falta de reactivos, cada amigo, familiar o conocido que es víctima de la violencia nos da una nueva razón.

Faltan 165 días para el 6 diciembre. Son 165 días en los que debemos trabajar más unidos que nunca para que quienes aún no han abierto los ojos sepan quiénes son los responsables de las colas, de que no tengan agua en sus viviendas, de que no tengan leche para alimentar a sus hijos. La tarea no es fácil, durante ese tiempo el gobierno también pondrá a funcionar su maquinaria y los recursos que son de todos los venezolanos para intentar tapar el sol con un dedo, para mentir y manipular a los más necesitados; para amenazar y chantajear. Es por eso que les pedimos a los venezolanos que no se dejen engañar, que no pisen el peine de la violencia y la división. Como dice nuestro Gobernador Henrique Capriles, este gobierno se ha robado todo pero no podemos permitirle que nos robe la esperanza.

#UniónYCambio es la respuesta para que los sueños de progreso que compartimos los venezolanos se hagan realidad. Juntos podemos lograr el cambio que nuestra Venezuela necesita.

Los héroes que Venezuela necesita

Sin título“Cada uno tiene que hacer su trabajo, yo desde los 15 años vengo trabajando, ayudando al que lo necesite y lo seguiré haciendo porque me importa mi país”. Estas son palabras de Emili Cuesta, luchadora social a quien conocimos en el sector Luisa Cáceres de Arismendi en Guarenas, quien se sumó a los Comandos de Unión y Cambio, convencida de que en la unión está la fuerza. Ella está cansada de ver que en un país con tantos recursos como el nuestro, estemos viviendo tanta penuria por culpa de un gobierno que no se ocupa de atender los problemas del pueblo.

Quiero compartir con ustedes las reflexiones de esta y de otros mirandinos, que encontramos cada día en un sector distinto de nuestro estado, quienes con sus acciones nos confirman que los problemas de sus comunidades son una razón para unirse y luchar para cambiar su realidad. No se trata de esperar que otro nos resuelva los problemas, se trata de pasar de la queja a la acción, de organizarse y hacerle frente a los obstáculos y a los problemas.

El gobierno central, se esfuerza por todos los medios en dividir y quitarle al venezolano la esperanza. Pero por cada acción que realiza o deja de realizar el gobierno para paralizar a nuestro pueblo, hay miles de venezolanos, estudiantes, maestros, profesionales, emprendedores, amas de casa, que ponen su esfuerzo para sacar a su familia, a su comunidad, a su estado y a su país de esta profunda crisis.

Cada día son más quienes se están sumando al proyecto de cambio. Siempre digo que una acción vale más que mil palabras. Eso lo sabe cada uno de los que se ha puesto al frente de sus comunidades. También lo sabe el pueblo, que tiene muy claro quién trabaja en su beneficio y quién sólo lo busca cuando se acerca un proceso electoral.

El ver que el Gobierno de Miranda, a pesar de las limitaciones presupuestarias sí ofrece soluciones, ha sido un factor importante para que los mirandinos se sumen al cambio. Así nos lo dijo Alida de Homón, quien es madre de 4 hijos y abuela de 7 nietos. Con ella conversamos una tarde en Las Palmas, en San Francisco de Yare, donde fuimos a buscar las mejores soluciones a los problemas de ese sector. Ella nos contaba que a pesar de que muchos no votaron por nuestro Gobernador Henrique Capriles, se han dado cuenta que es el único gobernante que resuelve y ayuda sin hacer distinciones políticas. “Esta Venezuela en la que viven mis hijos y nietos está patas arriba. Maduro nos ha traído más pobreza a los que tenemos menos recursos, cada día estamos peor y el dinero no nos alcanza ni para comer”.

Durante nuestros recorridos nos llena de esperanza encontrarnos con jóvenes dispuestos a trabajar para garantizar un futuro mejor a sus comunidades. Definitivamente el papel que ellos desempeñan es fundamental para lograr el cambio. Cuánto entusiasmo desborda  Andry Fruto, vecino de Luisa Cáceres de Arismendi, en Guarenas. “Aquí en esta comunidad nos unimos todos los vecinos a pesar de las posiciones políticas y nos enfocamos en buscar soluciones a nuestros problemas. En nuestra comunidad los jóvenes somos una generación de relevo que no busca protagonismo político sino trabajar por nuestro pueblo”.

No nos cansaremos de repetirlo, pueblo que trabaja unido avanza y progresa y las necesidades del pueblo no tienen que ver con colores políticos. Cuando hablamos de unión y cambio no lo hacemos en un sentido partidista o de activismo. Trabajan por el cambio quienes buscan formarse en oficios productivos para emprender; trabajan por el cambio quienes deciden compartir sus conocimientos para que otros puedan progresar; trabajan por el cambio quienes deciden organizar a sus vecinos para exigir soluciones a sus problemas.

Encontramos un ejemplo en Raiza Colina, facilitadora de cursos de oficios productivos en la Hacienda La Guadalupe, en nuestro Tuy, quien cree en la importancia de enseñar un oficio y de ayudar a la gente a que no se rinda. “Les digo a mis alumnos que sigan adelante, que si aprenden un oficio tendrán la oportunidad de progresar y por eso hay que aprovechar las oportunidades que nos ofrece la Gobernación. Somos muchos los que queremos trabajar por el cambio”.

Estos son solo algunos testimonios esperanzadores, que confirman que el cambio es posible y que está en las manos de cada uno de nosotros, no solo en el trabajo diario, sino en la elección de representantes que realmente trabajen en favor del pueblo. A la vuelta de la esquina está la elección de la Asamblea Nacional, que es un paso fundamental para la construcción de esa Venezuela de progreso donde se respete la vida, donde la prioridad sea la seguridad, la educación, que nuestro pueblo tenga a su alcance las oportunidades para salir adelante sin depender del gobierno de turno.

A los venezolanos nos unen los problemas y por eso tenemos que luchar juntos para lograr las soluciones y para alcanzar ese país de progreso que tanto nos merecemos #UniónYCambio

La alimentación de nuestro pueblo es sagrada

Si algo ha aumentado en Venezuela en los últimos años es la producción de cifras irreales y de campañas gubernamentales para crear una realidad paralela a la que vive nuestro pueblo todos los días en la calle. El tiempo y los recursos que invierten en mentir se lo quitan a la generación de políticas públicas para levantar la producción nacional, el empleo, garantizar el derecho a la salud, a la educación y a la seguridad. SiIMG_4204 (2) invirtieran en lo que es prioritario, pensando en el progreso de nuestro pueblo y no en perpetuarse en el poder, hoy no estaríamos hablando de 12 millones de personas en situación de pobreza, de 25 mil venezolanos asesinados en el año 2014 y de que 11,3% de los venezolanos sólo come dos veces al día.
Decir que Venezuela es un país libre de hambre, como hizo recientemente el vicepresidente para el área social es una burla a nuestro pueblo, una cachetada a las madres que hacen maromas para que sus hijos no tengan hambre. Cómo sostendría esa frase el ministro ante Josefina, vecina de Guarenas, quien nos contaba que más de una vez ha tenido que darle a su hija una taza de agua con maicena y azúcar para que no se acueste con la barriga vacía.

Con qué moral se para un representante de este gobierno ante los ojos del mundo a recibir un premio de la FAO por “supuestamente” haber reducido el hambre a la mitad en el país. El premio de la FAO es una muestra más de que a este gobierno lo que le interesa es la propaganda para vender una fantasía. Cualquiera que viva o conozca de cerca la realidad venezolana sabe que este premio se entregó con base a información maquillada y maquiavélicamente construida por la maquinaria del gobierno. Y es que no les importa cacarear que en Venezuela no hay hambre, porque evidentemente no les duele nuestro pueblo, del que sólo se acuerdan cuando se acerca un proceso electoral.

Cómo puede hablar de triunfos en materia alimentaria un gobierno que según la propia memoria y cuenta del Ministerio de Educación redujo el presupuesto para el Programa de Alimentación Escolar. Este año, el monto diario destinado a la compra de alimentos por alumno se redujo de 5,10 a 4,53 bolívares. ¿Habrá hecho alguno de los ministros de este gobierno el ejercicio de alimentarse un día con tan solo 5,53 bolívares?

En el país que en los últimos años ha recibido 800 mil millones de dólares producto de la bonanza petrolera más larga de nuestra historia, en el país que cuenta con las reservas petroleras más importantes del planeta, el gobierno pretende que los niños de nuestras zonas más necesitadas se alimenten con menos de 5 bolívares, que equivalen a 0,025 dólares, calculado a dólar del Sistema Marginal de Divisas, al que pocos venezolanos tienen acceso. Esto es muy grave, especialmente si se considera que el principal alimento de la mayoría de nuestros niños en edad escolar de las zonas más necesitadas, es el que reciben en las escuelas.

Es irónico que un estado como Miranda, con todas las limitaciones presupuestarias y el cerco financiero al que nos tiene sometido este gobierno, destine 38 bolívares diarios por niño, 16 bolívares más que el año anterior, al programa de alimentación escolar Mi Pae. Esto demuestra no solo la falta de voluntad del gobierno central, sino la indolencia frente a la población más indefensa, que son nuestros niños.

Es precisamente por falta de voluntad, por el empeño de huir hacia adelante y de buscar culpables en lugar de tomar las decisiones que el país reclama, que estamos sumidos en esta grave crisis, que tiene a los venezolanos haciendo largas colas para comprar alimentos y medicinas, restringidos a comprar lo que haya, por número de cédula y en cantidades limitadas.

Cómo puede pararse a recibir ante el mundo un premio por sus logros en alimentación el representante de un gobierno que tiene a las madres pasando penurias para conseguir fórmulas infantiles o leche para sus pequeños. ¿No les da vergüenza? Hay que ser bien caradura para recibir un premio de alimentación cuando ya ni la arepa está garantizada para los venezolanos. Atrás quedaron esos días en los que se afirmaba que los muchachos nacían con una arepa bajo el brazo.

Este gobierno se jacta de ser profundamente humanista pero ha demostrado que es capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. Y cuando hablamos de cualquier cosa nos referimos a premiar al funcionario corrupto por su lealtad partidista, a la promoción de la anarquía y de antivalores que tanto daño le han hecho a nuestro país. Este gobierno comete estos desmanes, en buena medida porque secuestraron las instituciones, por la falta de separación de los poderes, porque no hay quien fije las prioridades presupuestarias pensando en el pueblo y no en la política, porque no hay quien haga contraloría de las actuaciones del gobierno y mucho menos quien castigue las irregularidades que se cometen.

Este panorama, que hace que muchas veces perdamos la fe, puede cambiar si cada uno de nosotros, en su comunidad, se organiza, se une para luchar porque se respeten sus derechos. Porque los venezolanos tenemos derecho a la vida, a la educación, a la salud, a la vivienda, tal como lo establece nuestra Constitución. Es allí cuando cobran importancia las elecciones parlamentarias que deben realizarse este año. Estos comicios son una ventana para impulsar todos y cada uno de los cambios que nuestra Venezuela necesita. El cambio es indetenible pero necesita #UniónYCambio.