Navidad y Año Nuevo, una revisión personal

En la víspera de navidad, y a días del nuevo año, podemos hacer una breve pausa en nuestros quehaceres para pensar en lo que hemos aprendido en nuestro camino de desarrollo espiritual, y en qué asuntos debemos ocuparnos con más atención para estar más cerca de Dios.

Yo le pido al Niño Jesús, que como equipo de gestión en Miranda, nos muestre lo que debemos aprender, lo que debemos conocer y que aún no nos hemos dado cuenta que existe. También le pido que nos permita olvidar y dejar ir lo que ya no nos sirve para crecer, que nos muestre su camino, la ruta que debemos tomar para conocer mejores maneras de servir a nuestro prójimo, porque para mí el servicio es una manera de amar.

Le pido al Niño que nos permita estar abiertos para recibir todos los cambios que tiene para nosotros. Que nos fortalezca en nuestra fe. Pido para todos el poder de la diligencia, de tener la energía y la inteligencia para convertir en hechos y realidades nuestras aspiraciones, que no se nos quede en los intentos y buenos propósitos, sino que la práctica diaria y la disciplina en el quehacer cotidiano nos coloque siempre en la ruta del camino a Dios.

También pido la energía y el poder para que reconozcamos las cosas tal cual son, para cometer menos errores, para no herir a

nadie, para no destruir, ser injustos, discriminar o causar sufrimiento. Estar cada vez más concentrados en la tolerancia y la compasión.

Deseo que todos pasemos una feliz navidad con nuestros seres queridos. Que Dios nos conceda salud en paz y amor.

Nosotros podemos decir con toda la propiedad que hay un camino para el cambio en positivo, para todos por igual, porque lo conocemos y andamos en él. Deseo que todos los venezolanos encuentren su camino personal, pero también un camino para el país que soñamos y queremos construir. Pido, que cada día más nos sumemos al camino del cambio.

Con todo mi cariño, nuevamente ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!