Nuestro futuro lo construimos juntos

Los venezolan20151014_adeos ven cada día cómo sus sueños se esfuman por la acción de un gobierno que parece tener como meta destruirlo todo a su paso. En 16 años han puesto la vida de nuestro pueblo patas arriba y sus “logros” nos colocan en los titulares por ser primeros en criminalidad, por estar de últimos en cuanto al comportamiento de nuestra economía, por tener el segundo salario más bajo de América Latina, después de Cuba.

Nuestro pueblo sufre el deterioro en cada aspecto de su vida, en el acceso a la salud, en la posibilidad de dar a sus hijos una educación de calidad, en su alimentación, en el acceso a servicios básicos como el agua y la electricidad.

El gobierno puede decir misa y gastar los millones, que no invierte en dar soluciones al pueblo, en cadenas y publicidad para ocultar su ineficiencia, pero nada puede tapar lo que sufrimos cada día los venezolanos. ¿O es que una valla o una cadena resuel
en el problema a tantas familias venezolanas que viven en construcciones improvisadas o temporales, o arrimadas en la casa de un familiar porque no tienen cómo acceder a una vivienda de calidad?

El derecho a la vivienda está consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en todos sus ámbitos. El Estado dará prioridad a las familias y garantizará los medios para que éstas y especialmente las de escasos recursos, puedan acceder a las políticas sociales y al crédito para construcción, adquisición o ampliación de viviendas”.

¿Conocerán los señores del gobierno el texto constitucional? Todo parece indicar que no, porque lo violan a diario descaradamente.

Durante 16 años se han dedicado a despilfarrar los recursos de nuestro pueblo, lo han empobrecido, lo han alejado de sus posibilidades de progreso, del derecho de acceder a una vivienda de calidad y de sentir la tranquilidad de dejar a sus hijos y nietos un techo para su futuro.

Este gobierno ha acumulado una gran deuda social, el déficit de vivienda se calcula en 3 millones de unidades. Pero además, la pérdida de valor del salario, la escasez y los controles con los que pretenden regular la vida de los venezolanos, hacen cada vez más difícil adquirir una vivienda, alquilar y hasta realizar mejoras en el hogar. Un apartamento sencillo de 2 habitaciones no cuesta menos de 15 millones de bolívares Con un sueldo mínimo de 7 mil 422 bolívares, tendríamos que ahorrar más de 160 años de sueldos para comprarla y no hay manera de acceder a un crédito.

Este gobierno olvidó que la vivienda es más que paredes y techos, que se requieren terrenos seguros y proyectos planificados para garantizar a las familias condiciones óptimas de vida, con todos los servicios, con vialidad, acceso a la salud, a la educación y hasta a un empleo cercano al sitio donde se vive. Sólo así se logrará una solución de largo plazo y no una que al poco tiempo se convierta en un problema para las familias.

Y es que no se trata de cuántas casas “regalen”, se trata de que no entregan a las familias el título de propiedad, por lo que nadie es propietario y su casa termina dependiendo de un chantaje político.

Por eso desde la Asamblea Nacional impulsamos una ley para la entrega de la titularidad de la tierra para que puedas dejar a tus hijos aquello que tanto te costó conseguir. Claro que podemos tener un país de propietarios, pero tenemos que trabajar unidos para lograr el triunfo el 6 de diciembre.

El cambio sí es posible. No podemos seguir permitiendo que el dinero que debe invertirse en obras de calidad vaya a los bolsillos de un grupito, es posible cambiar y desde la Asamblea Nacional lo vamos a lograr, porque ahí se debatirán los problemas que afectan a todos los venezolanos, se legislará para todos por igual y nos dedicaremos a trabajar para crear leyes que garanticen la posibilidad de obtener los títulos de propiedad de las viviendas y para que alquilar vuelva a ser una opción.

Sabemos que parece difícil pero esto va a cambiar. No estamos condenados a seguir viviendo así. Sabemos que podemos construir un mejor futuro y juntos lo vamos a lograr. ¡Vamos a cambiar para progresar!

El 6D comienza el cambio para mejorar tu calidad de vida

AXAh_nEUY9wLMD-EXBf9_Cgx3MJg-v-Z-_4Bl41NPrg,XIrYzUoNIuJeXBq9QmQTnjjPvCyfROP3NP0MOjVf-D8Nada. Eso es lo que sale de la tubería de la vivienda de Carmen, en Caucagüita, la mayor parte del tiempo. Para la familia de esta mirandina y miles más en nuestra entidad y en toda Venezuela las llaves de agua se han convertido en objetos decorativos. Y es que pueden pasar hasta 45 días sin que una gota se asome por el grifo.

Incluso hay familias que nunca reciben agua por tubería, porque sus viviendas, y muchas veces sus comunidades, son tan improvisadas que ni siquiera cuentan con sistema de tuberías.

Bañarse con tobito y alumbrar con velas es una práctica que se hace cada día más común en nuestra Venezuela. Es una realidad que afecta especialmente a quienes menos tienen, pero que también sufren en zonas clase media. Es una realidad que tenemos que cambiar.

El desabastecimiento, la inflación, la inseguridad y los servicios públicos que no funcionan tienen nuestra calidad de vida en franco retroceso. Este desgobierno de 16 años nos tiene la vida de cuadritos. No hay día en que no se vaya el agua o quedemos a oscuras. Pero para un gobierno al que solo le interesa mantenerse en el poder es más importante acabar con aquello que sirve y utilizar todos los medios del estado para echarle la culpa a otro y desviar la atención de los verdaderos problemas que padecemos y nos unen a los venezolanos.

Estamos pasando la peor situación económica y social jamás vivida en este país, y los responsables se hacen los sordos y miran para otro lado. Cuando tocan el tema es para demandar más sacrificios al pueblo, como con la electricidad, que lo que hacen es pedir que se baje el consumo y castigar con aumentos disimulados. El gobierno no ha invertido en la mejora de la calidad de vida de los venezolanos, cómo se nota que ellos no tienen que enfrentar las carencias que vive a diario nuestro pueblo. ¿Podrán Nicolás y Diosdado resistir una semana, y qué decir de tres meses, sin agua o bañándose con totuma? ¿Estarían dispuestos a hacer una cadena nacional desde una calle inundada y sin luz?

A los mirandinos se les raciona el agua los siete días de la semana, mientras que en algunas calles se ven los botes que inundan las vías. En Guarenas, la alcaldía envía una cisterna 2 veces al mes y eso no alcanza para abastecer ni a la mitad de la población. Pastora vive en Barrio Zulia y nos contó que su esposo y su hijo tienen que bajar de noche 200 escalones para llenar unos tobitos donde una vecina, porque a su casa no llega.

También son constantes las fallas eléctricas, la luz se va a diario y a veces pasa días sin volver, lo que no sólo afecta la calidad de vida de la familia sino que incide en la vida útil de los electrodomésticos que, de paso, ya ni se pueden reparar o sustituir porque no hay repuestos ni equipos y si los hay sus precios son inalcanzables.

El gobierno centralizó los servicios públicos y con eso afectó el cumplimiento de las funciones y competencias que son propias de alcaldías y gobernaciones. Los alcaldes son los gobernantes más cercanos al  pueblo y los gobernadores coordinan el trabajo de las regiones para que las soluciones lleguen a las comunidades, es por eso que entregarle el mantenimiento al Gobierno Nacional fue un error que hoy estamos padeciendo.

Buscan lograr a través de control de los poderes e instituciones, que deberían estar al servicio del pueblo, lo que no lograron con los votos. Con sus medidas politiqueras sabotean la gestión de autoridades locales, como en el caso de la basura en Sucre, donde hasta secuestraron y quemaron compactadoras, que en definitiva no son del alcalde sino del pueblo. Han sido quince años de saboteo, de promesas no cumplidas.

Se olvidaron de la fiesta del agua y de la fiesta del asfalto y en el caso de nuestros vecinos de Guarenas y Guatire, siguen arrastrando la promesa de Metro, que prometieron para el 2012 y sigue siendo un sueño. Estas comunidades siguen padeciendo, además de la falta de agua y los cortes constantes de energía eléctrica, las interminables colas para desplazarse a Caracas por el retraso en la construcción del Metro y la falta de mantenimiento de la vialidad.

No podemos seguir permitiendo más abusos, merecemos tener mejor calidad de vida y eso es posible con una Asamblea Nacional donde se legisle para todos por igual. En materia de servicios públicos se requiere invertir en infraestructura, mantenimiento, tecnología, capacitación y concientización y se necesita que funcionen los mecanismos de contraloría para que los recursos no se desvíen y los responsables respondan por su gestión.

Desde la Asamblea Nacional vamos a luchar para cambiar esas políticas de Maduro y Diosdado que nos afectan a todos. Tener servicios públicos que funcionen, requiere voluntad y que la comunidad se organice. Estamos hablando de años de abandono, pero no necesariamente se requieren años para comenzar a ver un cambio. Si bien es cierto que se requiere el desarrollo de proyectos de envergadura, hay medidas que pueden tomarse para comenzar a hacer la diferencia.

Por ejemplo, en el caso del agua, hay que poner a funcionar al 100% las plantas existentes y hay que evitar que se siga botando el agua, tanto en el sistema, como del medidor hacia adentro. Las cisternas no son la solución, son solo una medida efectista con la que le quieren hacer creer a la gente que la están atendiendo.

A medida que la población crece deben aumentar los servicios, pero hace al menos 18 años que en el país no se construye un embalse, cuando la meta es que se construyan dos embalses por año.

A los venezolanos nos unen los problemas. Se necesitan servicios públicos confiables para que nuestras familias puedan mejorar su calidad de vida. Tener un suministro de agua, electricidad, gas, contar con vialidad y transporte que funcionen es fundamental para la superación de la pobreza y para que la economía crezca.

Es importante que las comunidades se unan y se organicen para exigir la solución, para crear conciencia y plantear alternativas. Hoy más que nunca debemos luchar unidos por nuestros derechos. Si votamos masivamente podemos iniciar la construcción del cambio.

Este 6D es la oportunidad de hacerte escuchar y hacer la diferencia, piensa en el futuro de tus hijos, ellos son el motor de esta lucha. Caminemos juntos hacia el cambio, tú eres el protagonista, tú eres la fuerza del cambio. Este 6D es el primer paso hacia el cambio,  ¡Vamos a cambiar para Progresar!

Este 6D pensemos en el futuro de nuestros niños

Evelyn, una mirandina que creció en Los Naranjos, en Guarenas, nos contó que un recuerdo que siempre la acompaña, es la emoción que sentía cuando llegaba el momento de comprar los útiles y uniformes para un nuevo año escolar. Nos decía que, aunque con sacrificio, sus padres siempre lograban organizarse para cubrir todo lo solicitado en la lista y que hoy ve, con profunda tristeza, la frustración de su hija, quien, ni juntando tres salarios logró comprar a su niña todo lo necesario. “Le tocó endeudarse y buscar chivas de zapatos y ropa, porque cada vez alcanza para menos y además hay cosas que no se consiguen”.ade

Como Evelyn, siempre vi el regreso a clases como una temporada de alegría. Pienso que no hay dinero mejor invertido que el que se coloca en la educación de nuestros niños. Pero hoy, hasta los más pequeños viven la angustia de la escasez y los altos costos. Ellos, nuestros niños, el presente y futuro de nuestra Venezuela, ya no comen lo que deben sino lo que hay, o para lo que llega; ya no tienen el par de zapatos que más les gusta o que mejor les queda. En cambio los vemos descalzos por su comunidad o caminando como pueden con zapatos apretados o demasiado grandes. Nuestros niños se sienten tan afectados por esta crisis que son los primeros que salen a nuestro encuentro para decir lo que les falta para ir a la escuela.

Este gobierno irresponsable convirtió la alegría del regreso a clases en angustia y frustración para las familias venezolanas, especialmente las más necesitadas. Hoy arrancan las clases y todavía hay niños en todos los rincones de nuestra Venezuela que no tienen uniforme o sus preciados útiles para poder estudiar.

Nuestros hombres y mujeres enfrentan todos los días al enemigo de la inflación y la escasez, producto de las políticas equivocadas de este gobierno. Mientras, los responsables miran para otro lado y se inventan guerras imaginarias para distraer la atención de los verdaderos problemas. ¿Acaso con los cierres fronterizos y la deportación masiva de nuestros hermanos colombianos bajaron los precios de los útiles y los uniformes, o se encuentran los artículos de papelería que están desaparecidos?, ¿Acaso los anaqueles se llenaron de productos para que las madres puedan armar las loncheras de sus niños?, ¿Acaso las madres procesadoras del Programa de Alimentación Escolar tienen  todo lo necesario para dar a nuestros niños una alimentación balanceada en las escuelas?

Maduro y su cúpula corrupta viven en un país de fantasía. Creyendo que todavía con 150 bolívares mensuales pueden alimentar todo el mes a un niño con el Programa de Alimentación Escolar. ¡7 bolívares por día por niño! Ya ni un caramelo se compra por ese monto. Cómo se nota que los del gobierno  no dependen del Programa de Alimentación Escolar para alimentar a sus hijos y nietos y no les duelen los 7 mil bolívares que puede representar rellenar la lonchera de un niño durante un mes.

El problema de la escasez y la inflación, lo vivimos por las medidas económicas de un gobierno irresponsable, que ha acabado con la producción nacional expropiando y arrinconando a la empresa privada. Lo hecho en Venezuela se ha sustituido por alimentos importados, casi vencidos, al doble de lo que cuestan.

Se llenan la boca hablando de la “soberanía alimentaria” pero si en los anaqueles no hay productos, ¿qué van a ofrecer las cantinas este año escolar? Definitivamente este es el gobierno de las loncheras y cantinas vacías. “Venezuela Avanza”, esa es la promesa con la que bombardean a los venezolanos desde hace 15 años. Pero ya nadie se come ese cuento. Los venezolanos están muy claros: lo único que ha hecho este gobierno nefasto es que nuestra Venezuela retroceda. Despilfarraron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia y se fue a sus bolsillos.

No podemos seguir dejando en manos del gobierno de Maduro el futuro de nuestro país, que se sigan llenando los bolsillos y el pueblo pasando necesidades. Aquí, lo que hace falta es inversión para la producción nacional e incentivos para los pequeños y medianos empresarios. Generar confianza para atraer más y mejores inversiones.

Nosotros sabemos cuál es la solución y desde la Asamblea Nacional vamos a trabajar porque el país mejore, legislando y vigilando que los recursos sean bien administrados, impulsando la producción nacional y debatiendo los problemas.

Sabemos que al igual que tú hay millones de venezolanos que están pasando por esta situación, sabemos que crees que difícil salir de esto, pero no es así. Juntos podremos salir de esta situación y tener el país que merecemos. Es hora de darle un parao a la ineptitud del gobierno de Maduro y a la crisis que nos agobia.

Como madre, como venezolana y como servidora pública, estoy convencida de que la educación es el mejor regalo que les podemos ofrecer a nuestros niños. La educación es la base sobre la que se construye un país. Que nuestros niños tengan una educación de calidad, que puedan crecer sanos y bien alimentados es posible. Por nuestros niños debemos seguir trabajando unidos para lograr el cambio, y el próximo 6 de diciembre tenemos una oportunidad de iniciar el cambio de rumbo de nuestra Venezuela.

Tu voto el 6 de diciembre hará posible una Asamblea Nacional donde se discutan los verdaderos problemas que nos afectan a todos los venezolanos, hará la diferencia entre la vida que tienes hoy y la quieres tener y garantizar a tus hijos. Pensemos en el futuro de nuestros hijos, ellos son el motor de esta lucha #UniónYCambio

Necesitamos soluciones, no un nuevo conflicto

20150826_artículoLa gastada búsqueda de enemigos externos en época de elecciones reaparece ahora versión Táchira. El gobierno está desesperado porque sabe que perdió el apoyo popular y que más del  80% de los venezolanos no confía en Maduro. Su afán por desviar la atención ante su incapacidad para resolver la peor crisis que hemos vivido los venezolanos, en la que, por cierto hemos caído por su incompetencia, lo lleva a nuevos ensayos, que sólo postergan las medidas que se necesitan y empeoran la situación.

Reconocer la gravedad de la crisis originada por la implementación y mantenimiento a toda costa de medidas que llevan al país por el despeñadero, e impulsar el cambio del modelo sería lo que haría un gobierno responsable; pero eso no lo tenemos los venezolanos. Lo que tenemos es un gobierno que ante la inminencia de una nueva Asamblea Nacional y de la profundización de la crisis producto de sus constantes desaciertos, toma medidas efectistas como el cierre de la frontera y la declaración de estado de excepción en Táchira.

Estas injustificadas medidas para tratar de distraer a los venezolanos del hecho de que no ha sido capaz de solucionar la grave crisis económica que atravesamos, afectan a todo el estado y no sólo a sus municipios fronterizos; tienen consecuencias sociales y económicas, pues se está impactando de forma negativa la vida de cotidiana de las familias, muchas de las cuales han quedado separadas, y el intercambio económico, entre otros factores.

Los venezolanos no nos comemos el cuento. Primero fue el decreto contra Obama, luego el show del Esequibo, y ahora se inventan un conflicto con Colombia. Mientras tanto los problemas reales, cotidianos, básicos de los venezolanos se continúan acentuando. La actual Asamblea Nacional no ha convocado ninguna sesión para abordar que afecta a nuestro pueblo, ni ha pedido explicaciones a los ministros por el ocultamiento de las cifras de inflación y escasez, o por la violencia que continúa enlutando a nuestro pueblo. Sin embargo, no dudó un minuto para convocar una sesión especial en Táchira por el cierre de la frontera.

Nuestros hermanos del Táchira hace mucho que necesitan que el gobierno se ocupe de atender sus problemas, pero la prioridad del gobierno de Maduro no es el pueblo tachirense. No fue el bienestar de sus habitantes lo que movió la convocatoria de esta sesión, como no fue su seguridad lo que motivó el cierre fronterizo o medidas de excepción, sino alimentar su estrategia de comunicación.

Tal como lo hemos afirmado en muchas oportunidades, a medida que se acerque la fecha de las elecciones más serán los obstáculos, las artimañas con fines de distracción, la persecución. Pero a cada paso que dé el gobierno en ese sentido, los venezolanos responderán con más unión y con un deseo renovado de cambio que se materializará con su voto el próximo 6 de diciembre.

Mientras el gobierno se ocupa de su nuevo show nosotros seguimos en la calle escuchando a nuestro pueblo, llevando soluciones. El deseo de reconstruir a Venezuela es el motor que nos lleva a quienes creemos en el cambio a trabajar sin descanso para lograr una mayoría contundente en la Asamblea Nacional, que realmente represente al pueblo y vele por sus intereses.

El cambio ya es un hecho y para consolidarlo debemos continuar blindado la organización, la unión y sumando a más y más venezolanos que se sienten defraudados, especialmente a quienes en algún momento creyeron en el actual modelo político. Cada día son más las razones que nos unen #UniónYCambio

El cambio está a la vuelta de la esquina

CMYoVdpWcAAHLzL109 días nos separan del 6 de diciembre, fecha en la que los venezolanos sellaremos nuestra voluntad y compromiso con el cambio que necesitamos para superar la profunda crisis a la que nos han llevado estos 16 años de desgobierno.

Los venezolanos saben que con una Asamblea Nacional constituida de forma mayoritaria por hombres y mujeres que realmente estén al servicio del pueblo lograremos el cambio que nuestra Venezuela necesita. El 6 de diciembre los venezolanos vamos a decidir entre los candidatos que quieren que sigas viviendo como hoy, que son los rostros de la destrucción, y los candidatos del cambio y el progreso.

Esta semana, quienes desde la Unidad aspiramos representar a nuestro pueblo en la Asamblea Nacional, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar unidos para dar a Venezuela una victoria contundente. Sólo así podremos comenzar a construir el cambio que nos permita salir de la profunda crisis que estamos atravesando por culpa de un gobierno irresponsable, indolente e incapaz.

Mientras los candidatos ​de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello lo que quieren es que se siga legislando vía habilitante, quienes creemos en una Venezuela de progreso queremos legislar para llevar verdaderas soluciones a nuestro pueblo. A los candidatos del ​gobierno no les interesa discutir sobre la inseguridad, la escasez o exigir respuestas a los responsables de que el país esté como está; sólo les interesa generar resoluciones contra países, medios o personas que se atrevan a expresar una opinión distinta a la del gobierno.

Siempre hemos sostenido que para salir de la crisis económica debemos comenzar por incentivar la producción nacional, lo hecho en Venezuela, y por eso, impulsaremos leyes que apunten a ese objetivo, que acaben con las colas y la angustia que vives ante la imposibilidad de encontrar alimentos, medicinas y demás productos esenciales y ante la frustración de que el dinero no te alcance para comprar lo poco que se consigue.

Desde la Asamblea Nacional podremos ​asegurar la aprobación de leyes que te permitan vivir tranquilo, sin temer que tú o tu familia sean víctimas de la violencia y la inseguridad. Para ello también debemos poner fin a la impunidad, por eso trabajaremos por un poder judicial que en lugar de dedicarse a perseguir​ a quie
nes piensan distinto​, aplique la justicia de forma independiente y oportuna. ​

Además, desde la Asamblea Nacional, daremos prioridad a la educación, pues los países que se ocupan de la educación, se ocupan del futuro, y no podemos construir una Venezuela de progreso si no nos ocupamos de la educación de nuestros niños y también de la formación de nuestros hombres y mujeres.

Los candidatos de la Unidad estamos en la calle construyendo el cambio junto a nuestro pueblo, escuchando sus problemas directamente y llevando nuestro mensaje de esperanza, comunidad por comunidad, casa por casa. Los problemas que estamos viviendo los venezolanos no se resuelven por televisión​, cantando en una tarima, o​ desde salones con aire acondicionado, pero eso no lo entienden los candidatos de​ Maduro y Cabello.​

Nos emociona y nos llena de fuerza el sentimiento de cambio que se siente en el corazón de cada venezolano con el que hablamos en nuestras comunidades. Pero no podemos conformarnos y, aunque cada vez son más los venezolanos que han abierto los ojos, debemos seguir sumando voluntades.

Ahora es cuando tenemos que trabajar para lograr esa victoria abrumadora que haga imposible cualquier intento de alterar la voluntad de los venezolanos. Estos 109 días que nos quedan, mientras nosotros estamos, casa por casa, llevándole a nuestro pueblo la verdad sobre lo que está detrás del hecho de que sus bolsillos, sus neveras y sus estantes estén vacíos, los candidatos de la destrucción aprovecharán todo su aparato de comunicación, pagado con los recursos de los venezolanos, para continuar mintiendo, amenazando y chantajea​ndo.

Sabemos que esta campaña no será fácil. Estamos seguros que la
lucha va a ser desigual porque ellos tienen el poder. No serán pocos los obstáculos que enfrentaremos de aquí al 6 de diciembre, pero la fuerza del pueblo es indetenible y su voluntad de cambio saldrá a hacerle frente a cada uno de ellos. Los venezolanos ya no se comen sus cuentos, están cansados de promesas incumplidas y reconocen en los candidatos reciclados de siempre, a los rostros que nos llevaron a la más profunda crisis de nuestra historia.

Este 6 de diciembre es nuestra oportunidad para salir de esta oscuridad en la que nos metió Nicolás Maduro y su gobierno. Este 6 de diciembre, con nuestro voto daremos el primer paso para que nuestras vidas cambien para mejor. Esta elección se trata de elegir entre cambiar lo que vivimos y una oportunidad para que la Asamblea Nacional esté al servicio del pueblo y no al servicio del poder. #UniónYCambio

En Oropeza Castillo se perciben las ganas de cambiar este Gobierno que ha destruido al país.

Realizamos un recorrido por el sector Oropeza Castillo de Guarenas para transmitirles a los vecinos un mensaje de esperanza. La experiencia fue enriquecedora, fuimos recibidos con mucho cariño.

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Durante la caminata percibimos las ganas de cambio que reina en el corazón de todos los venezolanos que amamos este país. Estoy segura que ese cambio que todos anhelamos está a la vuelta de la esquina.

Nunca habíamos visto una situación tan dura como la que hoy se vive en cada sector. Este Gobierno ha destruido al país, nos han sumido en la pobreza y la violencia. Por eso no me cabe la menor duda de que el 6 de diciembre tendremos una avalancha de votos porque hoy somos mayoría los que queremos un cambio.

Junto a Rafael Guzmán, nuestro  compañero de la Unidad por el circuito 4 de Miranda, escuchamos el testimonio de las carencias, problemáticas y dificultades que tienen que pasar los habitantes de Oropeza Castillo.

Da pena que el Gobierno dedique tanto tiempo en inventarse historias para disimular su incapacidad, en vez de orientar todo su esfuerzo para crear soluciones a la grave crisis que afecta a los venezolanos. Hay personas como José Reyes, líder comunitario del sector, que nos contó su decepción de ver cómo los candidatos del PSUV «ahora sí aparecieron para pedirnos el voto, cuando ya antes nos olvidaron».

José, también es miembro del Consejo Comunal, nos aseguró que la asociación vecinal dejó de funcionar debido a que los integrantes de la organización se cansaron de introducir peticiones y cartas que no tuvieron respuesta.

Todos sabemos que esta campaña no será fácil. Estamos seguros que la lucha va a ser desigual porque ellos tienen el poder, pero la fuerza del pueblo es indetenible. Tenemos una gran oportunidad para salir de esta oscuridad en la que nos metió Nicolás Maduro y su gobierno. El 6 de diciembre, es sin duda, la luz al final del túnel.

Venezuela necesita un gobierno con voluntad para superar la crisis

IMG_0081Nuestra Venezuela no puede más, y es que no hay un día que las cosas no empeoren en nuestro país, mientras quienes están al frente del gobierno miran para otro lado. Simplemente se hacen los locos y no hacen, ni dicen nada y cuando dicen es para achacar a otros responsabilidades que son exclusivamente de ellos. Hablan de otras cosas, como si  no estuviese pasando nada, como si estuviesen disociados de la realidad. Mientras nuestro pueblo vive de una cola en otra, para comprar productos de primera necesidad, a los que desgobiernan el país, no les falta nada. Mientras nuestro pueblo tiene las neveras, las despensas y los bolsillos vacíos, los privilegiados del gobierno tienen sus bolsillos llenos. A nuestro pueblo cada vez le alcanza menos lo que gana, los precios están disparados y con lo que hoy adquiere dos productos, mañana escasamente le llega para comprar uno y eso si lo consigue. Porque al alto costo de la vida, también hay que sumarle la escasez. Ningún gobernante serio podría dormir tranquilo viendo a su pueblo en esta situación. ¿Es que alguien en nuestra Venezuela puede hoy dormir tranquilo? ¿Sabrán los que tienen en sus manos dictar las políticas económicas del país, que tenemos la canasta básica más cara del mundo y que, en contraste, tenemos los sueldos más bajos del planeta? En junio, la canasta básica familiar se ubicó en 54.204,69 bolívares, un aumento de 11.357,78 bolívares, 26,5%, con respecto al mes de mayo y de 163,6% si se compara con junio de 2014. Para que una familia en nuestra Venezuela pueda adquirir la canasta básica familiar, necesita 8 salarios mínimos. Si lo ponemos en dólares a 6,30, que es el cambio que le gusta a los del gobierno, ir al mercado para una familia de 5 personas, equivale a gastar 3 mil dólares. Si algo ha hecho este gobierno con los venezolanos es empobrecernos. Nunca antes un gobierno había puesto a los venezolanos a pasar tanto trabajo. ¿Cómo es posible que para comprar la lista de uniformes y útiles se necesiten casi 14 salariosu mínimos? El precio de las listas de uniformes y útiles de preescolar, básica y media pasaron de 19.771,85 a 91.422,70, un incremento de más de 71.000 bolívares, 362,4% entre junio de 2014 y junio de 2015. De allí que Henrique Capriles planteara la creación de un fondo para que nuestros niños y jóvenes puedan contar con lo necesario para el inicio del próximo año escolar. A pesar de este panorama, es importante que no perdamos las esperanzas, no podemos dejar de luchar. En Miranda, por ejemplo, nos enfrentamos permanentemente al saboteo del gobierno central, de quien dependen nuestros recursos, y siempre hacemos un esfuerzo para mantener los programas que están orientados a que nuestro pueblo pueda mejorar sus condiciones de vida, a que tenga acceso a las herramientas para desarrollar sus capacidades y ejercer un oficio que les permita progresar sin depender del gobierno de turno. Nuestra Venezuela lo tiene todo menos un gobierno con la voluntad de mover los engranajes necesarios para parar la caída y convertir a nuestro país en la potencia que podría ser. Venezuela es el mejor país del mundo pero con el peor gobierno de nuestra historia. De allí la importancia de un cambio de rumbo. Cambio que tenemos a la vuelta de la esquina con las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Desde la Asamblea Nacional podremos defender la producción nacional, pero para ello los venezolanos deben materializar su descontento y deseo de cambio a través del voto. #UniónYCambio

El 6 de diciembre es el día del cambio

votaciónEl 6 de diciembre todos los venezolanos estamos convocados a manifestar nuestra voluntad de cambio. El camino hacia esa Venezuela de progreso que soñamos es posible y pasa por la elección de una Asamblea Nacional comprometida con el pueblo y no con los intereses de un grupo que lo que quiere es perpetuarse en el poder, a costa de nuestro pueblo.

Y es que a este gobierno lo que le interesa es su proyecto político. La situación que estamos viviendo los venezolanos no es producto de la guerra económica, es propiciada desde el propio gobierno, según lo han manifestado algunos de sus máximos exponentes, en distintos momentos de estos 16 años.

Ellos han reconocido que necesitan que nuestro pueblo con menos recursos continúe siendo pobre para que siga votando por lo que llaman revolución. Han tenido el descaro de afirmar que hay que mantener al pueblo pobre, pero con esperanza, que la idea no es sacar al pueblo de la pobreza para que se conviertan en escuálidos.

Claro que el pueblo venezolano tiene esperanza, pero no la tiene puesta en ese grupito que está empeñado en acabar con nuestra Venezuela. La esperanza del venezolano está puesta precisamente en un futuro con posibilidades, en un futuro donde nadie le diga qué, cuándo y cuánto puede comprar, en un futuro donde el salario mínimo alcance, en un futuro donde no asesinen a un venezolano cada 20 minutos.

Queda claro que mientras este gobierno esté en el poder los venezolanos no lograrán superar esta crisis económica que cada día devalúa más el salario y deteriora hasta niveles nunca antes vistos la calidad de vida de nuestro pueblo.

Por eso nosotros desde el minuto cero hemos insistido en la unión de los venezolanos. Cada día debemos sumar más voluntades para lograr el cambio por la vía electoral, democrática, pacífica y constitucional. Son muchos los ejemplos que demuestran que la violencia lo que trae es violencia y que para que el cambio perdure debe lograrse a través de la expresión del pueblo por la vía del voto.

Los venezolanos que queremos un cambio para Venezuela tenemos que salir a votar masivamente para ganar la  Asamblea Nacional por una mayoría contundente. Esa es la respuesta que hay que darle a quienes amenazan con salir a la calle a “defender la revolución” si la Unidad gana la Asamblea Nacional.

Ahora más que nunca tenemos que unirnos ante quienes juegan a la división y recurren a la violencia y la amenaza para perpetuarse en el poder. Tenemos que consolidar una mayoría que le devuelva la Asamblea Nacional a nuestro pueblo. Desde la Asamblea Nacional lograremos la libertad de los presos políticos, podremos garantizar un presupuesto que dé prioridad a la educación, a la salud, a la seguridad, que impulse la producción nacional.

La cita electoral ya tiene fecha y nos permite organizarnos, pero no cambia el espíritu y  el trabajo que desde siempre venimos haciendo quienes creemos en el cambio para nuestra Venezuela. El trabajo es en la calle junto a nuestro pueblo, apoyándolo en sus luchas ante los atropellos, ante la inseguridad, ante el hecho de que el dinero no alcanza, ante la escasez.

A los venezolanos nos sobran razones para unirnos y este gobierno nos da cada día más motivos. Cada cola que hacemos para comprar productos básicos, cada medicina que no encontramos, cada examen médico que no podemos realizar por falta de reactivos, cada amigo, familiar o conocido que es víctima de la violencia nos da una nueva razón.

Faltan 165 días para el 6 diciembre. Son 165 días en los que debemos trabajar más unidos que nunca para que quienes aún no han abierto los ojos sepan quiénes son los responsables de las colas, de que no tengan agua en sus viviendas, de que no tengan leche para alimentar a sus hijos. La tarea no es fácil, durante ese tiempo el gobierno también pondrá a funcionar su maquinaria y los recursos que son de todos los venezolanos para intentar tapar el sol con un dedo, para mentir y manipular a los más necesitados; para amenazar y chantajear. Es por eso que les pedimos a los venezolanos que no se dejen engañar, que no pisen el peine de la violencia y la división. Como dice nuestro Gobernador Henrique Capriles, este gobierno se ha robado todo pero no podemos permitirle que nos robe la esperanza.

#UniónYCambio es la respuesta para que los sueños de progreso que compartimos los venezolanos se hagan realidad. Juntos podemos lograr el cambio que nuestra Venezuela necesita.

Los héroes que Venezuela necesita

Sin título“Cada uno tiene que hacer su trabajo, yo desde los 15 años vengo trabajando, ayudando al que lo necesite y lo seguiré haciendo porque me importa mi país”. Estas son palabras de Emili Cuesta, luchadora social a quien conocimos en el sector Luisa Cáceres de Arismendi en Guarenas, quien se sumó a los Comandos de Unión y Cambio, convencida de que en la unión está la fuerza. Ella está cansada de ver que en un país con tantos recursos como el nuestro, estemos viviendo tanta penuria por culpa de un gobierno que no se ocupa de atender los problemas del pueblo.

Quiero compartir con ustedes las reflexiones de esta y de otros mirandinos, que encontramos cada día en un sector distinto de nuestro estado, quienes con sus acciones nos confirman que los problemas de sus comunidades son una razón para unirse y luchar para cambiar su realidad. No se trata de esperar que otro nos resuelva los problemas, se trata de pasar de la queja a la acción, de organizarse y hacerle frente a los obstáculos y a los problemas.

El gobierno central, se esfuerza por todos los medios en dividir y quitarle al venezolano la esperanza. Pero por cada acción que realiza o deja de realizar el gobierno para paralizar a nuestro pueblo, hay miles de venezolanos, estudiantes, maestros, profesionales, emprendedores, amas de casa, que ponen su esfuerzo para sacar a su familia, a su comunidad, a su estado y a su país de esta profunda crisis.

Cada día son más quienes se están sumando al proyecto de cambio. Siempre digo que una acción vale más que mil palabras. Eso lo sabe cada uno de los que se ha puesto al frente de sus comunidades. También lo sabe el pueblo, que tiene muy claro quién trabaja en su beneficio y quién sólo lo busca cuando se acerca un proceso electoral.

El ver que el Gobierno de Miranda, a pesar de las limitaciones presupuestarias sí ofrece soluciones, ha sido un factor importante para que los mirandinos se sumen al cambio. Así nos lo dijo Alida de Homón, quien es madre de 4 hijos y abuela de 7 nietos. Con ella conversamos una tarde en Las Palmas, en San Francisco de Yare, donde fuimos a buscar las mejores soluciones a los problemas de ese sector. Ella nos contaba que a pesar de que muchos no votaron por nuestro Gobernador Henrique Capriles, se han dado cuenta que es el único gobernante que resuelve y ayuda sin hacer distinciones políticas. “Esta Venezuela en la que viven mis hijos y nietos está patas arriba. Maduro nos ha traído más pobreza a los que tenemos menos recursos, cada día estamos peor y el dinero no nos alcanza ni para comer”.

Durante nuestros recorridos nos llena de esperanza encontrarnos con jóvenes dispuestos a trabajar para garantizar un futuro mejor a sus comunidades. Definitivamente el papel que ellos desempeñan es fundamental para lograr el cambio. Cuánto entusiasmo desborda  Andry Fruto, vecino de Luisa Cáceres de Arismendi, en Guarenas. “Aquí en esta comunidad nos unimos todos los vecinos a pesar de las posiciones políticas y nos enfocamos en buscar soluciones a nuestros problemas. En nuestra comunidad los jóvenes somos una generación de relevo que no busca protagonismo político sino trabajar por nuestro pueblo”.

No nos cansaremos de repetirlo, pueblo que trabaja unido avanza y progresa y las necesidades del pueblo no tienen que ver con colores políticos. Cuando hablamos de unión y cambio no lo hacemos en un sentido partidista o de activismo. Trabajan por el cambio quienes buscan formarse en oficios productivos para emprender; trabajan por el cambio quienes deciden compartir sus conocimientos para que otros puedan progresar; trabajan por el cambio quienes deciden organizar a sus vecinos para exigir soluciones a sus problemas.

Encontramos un ejemplo en Raiza Colina, facilitadora de cursos de oficios productivos en la Hacienda La Guadalupe, en nuestro Tuy, quien cree en la importancia de enseñar un oficio y de ayudar a la gente a que no se rinda. “Les digo a mis alumnos que sigan adelante, que si aprenden un oficio tendrán la oportunidad de progresar y por eso hay que aprovechar las oportunidades que nos ofrece la Gobernación. Somos muchos los que queremos trabajar por el cambio”.

Estos son solo algunos testimonios esperanzadores, que confirman que el cambio es posible y que está en las manos de cada uno de nosotros, no solo en el trabajo diario, sino en la elección de representantes que realmente trabajen en favor del pueblo. A la vuelta de la esquina está la elección de la Asamblea Nacional, que es un paso fundamental para la construcción de esa Venezuela de progreso donde se respete la vida, donde la prioridad sea la seguridad, la educación, que nuestro pueblo tenga a su alcance las oportunidades para salir adelante sin depender del gobierno de turno.

A los venezolanos nos unen los problemas y por eso tenemos que luchar juntos para lograr las soluciones y para alcanzar ese país de progreso que tanto nos merecemos #UniónYCambio

Unidos por Venezuela

Sin título“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. Quise comenzar mi reflexión de hoy con estas palabras de Martin Luther King, como un reconocimiento a cada uno de nuestros hombres y mujeres que están convencidos de que Venezuela merece un cambio de rumbo, que saben que este es posible y trabajan día a día  para lograrlo.

El Gobierno Nacional busca por todos los medios dividir y quitarle al venezolano la esperanza de que sí es posible el cambio. Pero nuestro pueblo está abriendo los ojos. Cada día son más quienes se están sumando al proyecto de cambio y que además, con su mensaje, pero sobre todo, con sus acciones, están ayudando a otros a abrir los ojos. Se dice que una acción vale más que mil palabras y eso es válido desde todo punto de vista. Quienes abrazan el cambio lo hacen cansados de un discurso vacío, de años de promesas incumplidas. Lo hacen además porque han visto cómo en Miranda si hay una gestión que trabaja junto al pueblo y que, a pesar de los obstáculos, tiene resultados que mostrar.

El gobierno insiste en tapar el sol con un dedo. Buscan desviar la atención con guerras inventadas, repartiendo culpas de problemas que son responsabilidad exclusiva de su incapacidad, de su compromiso con un proyecto partidista y no con un pueblo, que es a quien se deben.

En estos días veíamos, nada más y nada menos, al responsable de la seguridad de los venezolanos, jurando que la inseguridad ha disminuido. Son capaces de mentir hasta cuando se trata de la vida de nuestro pueblo. Hacen lo imposible por ocultar las cifras, pero no hay propaganda que pueda contra el dolor de familias enteras, que viven la pérdida de un ser querido. Podrán censurar los medios, pero no tienen cómo censurar el dolor y el miedo que se vive en nuestra Venezuela.

¿Cuántos venezolanos tienen que morir, víctimas de la violencia, para que se tome en serio, de una vez por todas, el tema de la inseguridad? La tasa de homicidios de  nuestro país en 2014 fue de 82 por cada 100.000 habitantes. Esta cifra, que es impresionante por sí sola, se torna aún más grave considerando que, según la Organización Mundial de la Salud, más de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes es una epidemia. Estamos hablando de que la criminalidad en nuestro país es un problema de salud pública, donde un venezolano es asesinado cada 20 minutos.

Esta misma semana uno de nuestros funcionarios de la Policía de Miranda, el Supervisor César Vivas, fue asesinado. Ya son 55 los funcionarios asesinados en la Gran Caracas en lo que va de año. A este gobierno no le duele la vida de los venezolanos. Gastan millones en armamento militar y en propaganda, para hablar de una obra de gobierno que no existe y tratar de ocultar la verdad, en lugar de invertir en educación, en salud y en la lucha contra la delincuencia.

¿Qué hace el gobierno frente a esta situación? Se tapan los oídos y los ojos y sólo abren la boca para endilgar a otros la responsabilidad de un problema que se les ha salido de las manos. Controlan los Tribunales, la Fiscalía, la Contraloría, la Guardia Nacional, el Cicpc, la Policía Nacional, el Sebin. Han  presentado 22 planes de seguridad fallidos y, en lugar de asumir su responsabilidad, buscan culpables y sólo hablan de la inseguridad en Miranda, donde por cierto, el gobierno además controla 15 policías municipales. Quién es responsable sino el Gobierno Nacional del auge de hechos delictivos que se ha observado en las llamadas “zonas de paz”, creadas supuestamente para el desarme y que se han convertido en zonas de impunidad.

Resolver la situación de inseguridad pasa porque el Gobierno entienda que este no es solo un tema de policía; con una impunidad de 90% no hay policía que resuelva el problema. Se requiere un abordaje integral, que incluya el sistema de justicia y el sistema penitenciario. Se requiere que nuestro pueblo tenga acceso a una educación de calidad y a oportunidades para progresar.

Cada mirandino, cada venezolano, todos sin excepción, merecen un país en el que puedan vivir tranquilos. La esperanza de cada uno de nosotros sumada tiene una fuerza capaz de superar toda la publicidad, la censura y la mentira, de quienes pretenden a toda costa mantenerse en el poder.

La elección de una Asamblea Nacional conformada en su mayoría por diputados comprometidos con el pueblo y no con los intereses de un partido político y de un gobierno que lo busca es perpetuarse en el poder, es un paso fundamental para la construcción de esa Venezuela de progreso donde se respete la vida, donde la prioridad sea la seguridad, la educación, que nuestro pueblo tenga a su alcance las oportunidades para salir adelante sin depender del gobierno de turno.

Ante la grave crisis que vivimos los venezolanos tenemos que unirnos para exigir respuestas y ser protagonistas del cambio. Casa por casa, en cada rincón de nuestra Miranda y de nuestra Venezuela, seguimos trabajando junto a nuestro pueblo, llevando un mensaje de esperanza y estimulándolo a no abandonar sus sueños  #UniónYCambio