Nada. Eso es lo que sale de la tubería de la vivienda de Carmen, en Caucagüita, la mayor parte del tiempo. Para la familia de esta mirandina y miles más en nuestra entidad y en toda Venezuela las llaves de agua se han convertido en objetos decorativos. Y es que pueden pasar hasta 45 días sin que una gota se asome por el grifo.
Incluso hay familias que nunca reciben agua por tubería, porque sus viviendas, y muchas veces sus comunidades, son tan improvisadas que ni siquiera cuentan con sistema de tuberías.
Bañarse con tobito y alumbrar con velas es una práctica que se hace cada día más común en nuestra Venezuela. Es una realidad que afecta especialmente a quienes menos tienen, pero que también sufren en zonas clase media. Es una realidad que tenemos que cambiar.
El desabastecimiento, la inflación, la inseguridad y los servicios públicos que no funcionan tienen nuestra calidad de vida en franco retroceso. Este desgobierno de 16 años nos tiene la vida de cuadritos. No hay día en que no se vaya el agua o quedemos a oscuras. Pero para un gobierno al que solo le interesa mantenerse en el poder es más importante acabar con aquello que sirve y utilizar todos los medios del estado para echarle la culpa a otro y desviar la atención de los verdaderos problemas que padecemos y nos unen a los venezolanos.
Estamos pasando la peor situación económica y social jamás vivida en este país, y los responsables se hacen los sordos y miran para otro lado. Cuando tocan el tema es para demandar más sacrificios al pueblo, como con la electricidad, que lo que hacen es pedir que se baje el consumo y castigar con aumentos disimulados. El gobierno no ha invertido en la mejora de la calidad de vida de los venezolanos, cómo se nota que ellos no tienen que enfrentar las carencias que vive a diario nuestro pueblo. ¿Podrán Nicolás y Diosdado resistir una semana, y qué decir de tres meses, sin agua o bañándose con totuma? ¿Estarían dispuestos a hacer una cadena nacional desde una calle inundada y sin luz?
A los mirandinos se les raciona el agua los siete días de la semana, mientras que en algunas calles se ven los botes que inundan las vías. En Guarenas, la alcaldía envía una cisterna 2 veces al mes y eso no alcanza para abastecer ni a la mitad de la población. Pastora vive en Barrio Zulia y nos contó que su esposo y su hijo tienen que bajar de noche 200 escalones para llenar unos tobitos donde una vecina, porque a su casa no llega.
También son constantes las fallas eléctricas, la luz se va a diario y a veces pasa días sin volver, lo que no sólo afecta la calidad de vida de la familia sino que incide en la vida útil de los electrodomésticos que, de paso, ya ni se pueden reparar o sustituir porque no hay repuestos ni equipos y si los hay sus precios son inalcanzables.
El gobierno centralizó los servicios públicos y con eso afectó el cumplimiento de las funciones y competencias que son propias de alcaldías y gobernaciones. Los alcaldes son los gobernantes más cercanos al pueblo y los gobernadores coordinan el trabajo de las regiones para que las soluciones lleguen a las comunidades, es por eso que entregarle el mantenimiento al Gobierno Nacional fue un error que hoy estamos padeciendo.
Buscan lograr a través de control de los poderes e instituciones, que deberían estar al servicio del pueblo, lo que no lograron con los votos. Con sus medidas politiqueras sabotean la gestión de autoridades locales, como en el caso de la basura en Sucre, donde hasta secuestraron y quemaron compactadoras, que en definitiva no son del alcalde sino del pueblo. Han sido quince años de saboteo, de promesas no cumplidas.
Se olvidaron de la fiesta del agua y de la fiesta del asfalto y en el caso de nuestros vecinos de Guarenas y Guatire, siguen arrastrando la promesa de Metro, que prometieron para el 2012 y sigue siendo un sueño. Estas comunidades siguen padeciendo, además de la falta de agua y los cortes constantes de energía eléctrica, las interminables colas para desplazarse a Caracas por el retraso en la construcción del Metro y la falta de mantenimiento de la vialidad.
No podemos seguir permitiendo más abusos, merecemos tener mejor calidad de vida y eso es posible con una Asamblea Nacional donde se legisle para todos por igual. En materia de servicios públicos se requiere invertir en infraestructura, mantenimiento, tecnología, capacitación y concientización y se necesita que funcionen los mecanismos de contraloría para que los recursos no se desvíen y los responsables respondan por su gestión.
Desde la Asamblea Nacional vamos a luchar para cambiar esas políticas de Maduro y Diosdado que nos afectan a todos. Tener servicios públicos que funcionen, requiere voluntad y que la comunidad se organice. Estamos hablando de años de abandono, pero no necesariamente se requieren años para comenzar a ver un cambio. Si bien es cierto que se requiere el desarrollo de proyectos de envergadura, hay medidas que pueden tomarse para comenzar a hacer la diferencia.
Por ejemplo, en el caso del agua, hay que poner a funcionar al 100% las plantas existentes y hay que evitar que se siga botando el agua, tanto en el sistema, como del medidor hacia adentro. Las cisternas no son la solución, son solo una medida efectista con la que le quieren hacer creer a la gente que la están atendiendo.
A medida que la población crece deben aumentar los servicios, pero hace al menos 18 años que en el país no se construye un embalse, cuando la meta es que se construyan dos embalses por año.
A los venezolanos nos unen los problemas. Se necesitan servicios públicos confiables para que nuestras familias puedan mejorar su calidad de vida. Tener un suministro de agua, electricidad, gas, contar con vialidad y transporte que funcionen es fundamental para la superación de la pobreza y para que la economía crezca.
Es importante que las comunidades se unan y se organicen para exigir la solución, para crear conciencia y plantear alternativas. Hoy más que nunca debemos luchar unidos por nuestros derechos. Si votamos masivamente podemos iniciar la construcción del cambio.
Este 6D es la oportunidad de hacerte escuchar y hacer la diferencia, piensa en el futuro de tus hijos, ellos son el motor de esta lucha. Caminemos juntos hacia el cambio, tú eres el protagonista, tú eres la fuerza del cambio. Este 6D es el primer paso hacia el cambio, ¡Vamos a cambiar para Progresar!