Lo mejor está por venir

Hace 10 años tSin títuloomé la decisión más difícil de mi vida, cuando mis hijas me pidieron irse a estudiar al exterior. En ese momento reflexioné: si siempre las estimulé para que siguieran sus sueños, yo tenía que darles el ejemplo. Les dije que fueran y hoy mis hijas están cumpliendo sus sueños y yo estoy cumpliendo el mío: seguir luchando por una Venezuela de unión y de progreso.

Por eso hoy, como indica la ley, de la cual hemos sido siempre respetuosos en Miranda, me separé del cargo de Secretaria General de Gobierno para asumir el reto de ganar, junto a ustedes, el circuito 4 de Miranda y llegar a la Asamblea Nacional. Doy este paso con mucha fuerza y entusiasmo, porque no me estoy yendo de Miranda… estoy aceptando un nuevo desafío para continuar luchando por nuestro pueblo.

Servir ha sido mi vocación de vida. Por ello, desde el primer día de nuestra gestión en Miranda, he trabajado junto a nuestras comunidades, escuchándolas y llevando soluciones a sus problemas. Hoy me separo del cargo de Secretaria de Gobierno, pero no de Miranda.

Ser diputada del circuito Guarenas, Guatire, Araira, La Dolorita, Caucagüita y Filas de Mariche, para muchos es un desafío y lo acepto sin titubear. Ser diputada de nuestro pueblo me da la oportunidad de demostrar que sabemos lo que tenemos que hacer y lo seguiremos haciendo bien.

Ser parte del equipo de Mirada es una condición que marcó mi vida como servidora pública, al igual que la de todo el maravilloso equipo, con el que tuve la fortuna de compartir todos estos años. Y es que, sin importar dónde estemos, siempre nos une algo superior: nuestros valores, nuestros principios y nuestra visión de tener una Venezuela de progreso para todos por igual.

En Miranda hemos demostrado cómo se tiene que trabajar, recorriendo cada día una comunidad diferente, escuchando a nuestro pueblo y ofreciéndole soluciones a los problemas de su día a día. Siempre hemos dado la cara a los problemas, aún sin los recursos.

Hemos aprendido que las dificultades se resuelven escuchando y de la mano de nuestro pueblo. Es por eso que hoy tenemos 47 nuevas escuelas, conformamos 42 Hogares Mirandinos y 192 nuevas construcciones deportivas. Hoy nuestro pueblo cuenta con 72 centros de salud de la Red Francisco de Miranda, donde hemos atendido ya a más de 7,7 millones de pacientes. Además, 275.000 mirandinos han mejorado su vivienda con los Certificados Mirandinos de Materiales De Construcción, 80.000 se han incorporado a nuestro Programa Hambre Cero y hemos generado más de 32.500 empleos con los créditos productivos y agrícolas entregados, y con las obras ejecutadas.

Sabemos que hace falta más, y lo sabemos porque día a día escuchamos a nuestro pueblo, lo sabemos porque tenemos las soluciones, porque somos un equipo. Lo único que nos falta son los recursos, esos por los que vamos a luchar desde la Asamblea Nacional. Pueden tener la certeza de que junto a mi compañero Rafael Guzmán y a nuestros suplentes Manuel Texeira y Gilbert Caro, demostraremos que somos mayoría quienes queremos cambiar esta realidad, y que esa mayoría nos hace fuertes para asumir el compromiso de cambio con el país.

Juntos demostraremos que el cambio sí es posible y lo comenzaremos a construir con una Asamblea Nacional que responda a las angustias que vivimos los venezolanos, que legisle para resolver los problemas de esas madres que buscan dejar un futuro de bien para sus hijos; una Asamblea Nacional que vigile y controle en qué se gasta el dinero de los venezolanos, que respete las opiniones de quienes piensan distinto; una Asamblea Nacional que sea un espacio de encuentro.

No es posible que los ciudadanos tengan que protestar a diario, para que el gobierno de Maduro dé respuesta a los problemas. No es posible que los gobernadores y los alcaldes no puedan acudir a la Asamblea Nacional a defender los recursos y los derechos que corresponden a sus comunidades.

Soñamos con un país donde los venezolanos podamos vivir tranquilos, sin miedo a perder nuestras vidas, a que a nuestros hijos les pase algo. Soñamos con un país que produzca lo necesario, donde nunca más las madres y padres venezolanos tengan que hacer una cola humillante para comprar la comida de sus hijos, donde a cada venezolano le alcance la plata, gracias a un salario digno y a un empleo con beneficios que le permita progresar.

Soñamos con que cada mirandino, no importa dónde y en qué condición haya nacido, sepa que existe un estado que va a garantizar su acceso a salud y educación, para que nadie se quede atrás. Ese es el progreso en el que creemos.

Además es importante ganar la Asamblea Nacional porque sabemos cuántos puestos de Pronto Socorro necesitamos para garantizar una salud de calidad,  cuántos liceos, escuelas, preescolares y rutas escolares se necesitan para que nuestros niños tengan una educación de calidad que les garantice el futuro.

Conocemos cada comunidad y por eso sabemos sus necesidades: vivienda, agua, electrificación, vialidad. Desde la Asamblea Nacional lucharemos por los recursos que le corresponden a nuestro estado. Esta es una razón más para votar el 6 de diciembre y es un compromiso de quienes seremos diputados en la Asamblea Nacional.

Seré una diputada de trabajo en la calle, con nuestra gente. De 24 por 24, sin descanso y con la misma cercanía y dedicación que he demostrado como Secretaria de Gobierno para resolver los problemas. Mi compromiso es uno solo: estar siempre en donde pueda ser útil para Venezuela. El 6 de diciembre, tenemos la gran oportunidad de comenzar a generar el gran cambio que necesita cada uno de nosotros, controlando a esa cúpula que se cree poderosa y dándole el poder a nuestro pueblo desde la Asamblea Nacional.

Nuestro estado es la vitrina de la visión del hombre que nos ha enseñado a trabajar de esa manera, ese hombre que se ha metido en el pecho a este país cuando nadie creía que podíamos avanzar: Henrique Capriles. Gracias Henrique, por creer en tu equipo, por enseñarnos que los derechos de nuestro pueblo están siempre por encima de los intereses personales.

También por ese equipo alzaré mi voz desde la Asamblea Nacional, para que, con una ley de amnistía, quienes hoy están presos injustamente obtengan su libertad, y para que regresen al país los que sufren las persecuciones de este gobierno, como nuestro compañero, amigo, hermano Oscar López, un trabajador incansable por Miranda y por Venezuela.

Hoy quiero agradecer a cada uno de los 35.000 mirandinos que conforman esta familia que se llama Gobierno de Miranda. Hoy quiero agradecer a mis dos maravillosas hijas, Adriana Valentina y Adriana Carolina por ir detrás de sus sueños y permitirme lograr los míos.

Lo mejor está por venir. ¡Arriba Miranda! ¡Arriba Venezuela!

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