Mantengamos la conexión con nuestros sueños

Un 15 de marzo, hace cuatro años, publiqué en este mismo espacio un artículo que titulé “Escuchen la poderosa voz de las venezolanas”, que fue la última actualización que realicé en mi blog antes de las líneas que están leyendo.

Muchas circunstancias me mantuvieron alejada de este canal que para mí siempre fue muy importante, y era una deuda pendiente volver a conectarme con ustedes por este medio. Tras esta pausa, quiero contarles acerca de los proyectos en los que me estoy enfocando, siempre con la mente puesta en nuestra Venezuela. Pero también me parece que es momento de hablarles de mis raíces, que en definitiva determinan quién soy y también hacia dónde voy.

Como venezolana, tengo la convicción de que las mujeres tienen un rol fundamental en el proceso de reconstrucción de nuestro país y por eso, con humildad, deseo compartir mi experiencia con todas las que desde su propio espacio siguen luchando por un futuro de progreso y oportunidades.

Yo soy una caraqueña nacida en la parroquia Altagracia y registrada en la parroquia San José, pero siendo muy pequeña mis padres se mudaron al municipio Baruta del estado Miranda y prácticamente pasé toda mi vida en esa maravillosa entidad, a cuyo pueblo tuve la oportunidad de servir.

Desde mi más temprana infancia comenzó a crecer en mí el concepto de trabajar por el bien de la comunidad. De hecho, desde muy joven fui voluntaria en el hospital San Juan de Dios, y toda mi adolescencia fui colaboradora en centros de salud. Siempre pensé que mi vida era de servicio y así sigue siendo; esa es mi vocación y por eso me identifico con la frase de la madre Teresa de Calcuta que expresa que “quien no vive para servir no sirve para vivir”.

De allí mi decisión de estudiar urbanismo, porque es una carrera que analiza las relaciones de las personas con el entorno, y busca resolver los problemas de la gente, de los servicios públicos. Gracias a Dios pude vincular mi carrera, mi vocación, con la política, y tener logros que me han llenado de satisfacción y experiencias de las que he aprendido muchísimo.

Algo por lo que me siento muy afortunada es por haber nacido en el seno de una familia que valora mucho la educación y el trabajo. Soy nieta de inmigrantes, y mis abuelos llegaron a Venezuela sin nada; pero gracias a su esfuerzo, mis padres fueron de las primeras generaciones que pudieron estudiar. Gracias a ellos aprendí el amor por los libros y por la formación académica, algo que todavía hoy me acompaña y me permite seguir creciendo y adquiriendo los conocimientos necesarios para continuar aportando ideas en beneficio de los venezolanos.

También estoy orgullosa y agradecida por el hecho de que mi educación siempre fue dentro del sistema de enseñanza pública, primero en la Escuela Experimental Venezuela, luego en liceos del Estado y finalmente en la Universidad Simón Bolívar, donde me gradué como urbanista.

Gracias a esa preparación aspiré y obtuve un crédito de Fundayacucho, que me permitió realizar una maestría en planificación regional y urbana.

De modo que si de algo puedo dar fe es de la importancia que tiene contar con una educación pública de calidad, y es por eso que junto a todo el equipo de Miranda puse el alma para fortalecer el sistema educativo del Estado. La educación es la clave que le abre las puertas a todas las personas sin importar el lugar y las condiciones de su nacimiento.

Al culminar la universidad, contraje matrimonio y con el crédito mi esposo y yo viajamos a Estados Unidos, donde nació mi primera hija. Pero en mis planes siempre estuvo regresar para trabajar al servicio de los venezolanos. Mi destino era volver al país, así lo sentí entonces y ese mismo sentimiento es el que me acompaña hoy.

Al regresar a Venezuela, siendo todavía muy joven, ingresé en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, y con apenas 28 años fui directora general sectorial de Planificación de Transporte. Luego comencé a trabajar en la Universidad Simón Bolívar, específicamente en el Instituto de Estudios Regionales y Urbanos. Estando allí me contactó Henrique Capriles cuando se preparaba para ser candidato a la alcaldía de Baruta. Enseguida me sentí identificada con su proyecto y deposité mi confianza en él. Aunque hasta este momento no había tenido contacto con el mundo de la política, ayudé en la elaboración de su programa de gobierno y cuando me di cuenta ya estaba enganchada en su gestión.

En Baruta, fui primero directora de planificación y luego directora general. También ejercí como alcaldesa encargada, cuando Henrique decidió lanzarse por la gobernación de Miranda. El siguiente paso, también junto a Capriles, fue afrontar la secretaría de Gobierno cuando asumió como gobernador. Así que pude seguir trabajando en equipo con él y con muchas personas que hicieron grandes aportes.

En Miranda tuvimos una gestión muy exitosa centrada en la educación, porque esta es capaz de cambiar la vida de las personas. De allí que entre los logros me gusta destacar las 60 nuevas escuelas que construimos y entregamos a los mirandinos para fortalecer la enseñanza de los niños y jóvenes.

Cuando Henrique decidió ser candidato presidencial quedé encargada de la gobernación, una experiencia extraordinaria que tuve la oportunidad de vivir dos veces, pues nuevamente quedé al frente de la gestión con su segunda candidatura. Los retos y desafíos que esto supuso y la entrega que implica la lucha para que todo salga bien me hicieron una persona más fuerte. Nuestra labor le marcó la vida a muchas personas que se vieron tocadas de forma positiva, por lo que puedo decir llena de emoción y también de orgullo, que la satisfacción del trabajo realizado es algo que me acompañará toda la vida.

Llegado el momento, me enfrenté a una nueva etapa en la que trabajé por mi propia candidatura para diputada por el circuito 4 del estado Miranda, y luego, una vez elegida, asumí los desafíos que se me plantearon como representante ante la Asamblea Nacional. Fue una experiencia novedosa que me expuso más al mundo de la política, pues si bien en el año 2000 comencé a militar en Primero Justicia, mi trabajo siempre había estado orientado a la gestión pública.

Muy pronto me vi obligada a tomar una decisión que me llevó a replantearme todo. Mientras ejercía como diputada y habiendo estado tan vinculada por varios años con el Gobierno mirandino comencé a sufrir amenazas. Me sentía desconcertada y un día salí prácticamente con mi cartera y mi pasaporte. Pero el alejamiento geográfico no significa que haya dejado atrás a Venezuela. Muy por el contrario, en mi mente estuvo desde el primer momento encontrar el camino que me permitiera seguir sirviendo a mi país. Eso es algo que nadie me puede impedir.

Entonces, me propuse estudiar para seguir trabajando por Venezuela desde el ámbito internacional y apliqué para un postgrado en la Universidad de Harvard, en la que fui admitida. Aunque no pude ingresar porque no tenía los recursos necesarios, el solo hecho de haber sido aceptada en una de las casas de estudios superiores más importantes y prestigiosas del mundo, fue un gran logro para mí.

En ese momento, una vez más, la vida fue generosa conmigo y me permitió nuevamente servir a mi país, ahora en el exterior, a través del Banco Interamericano de Desarrollo donde ingresé en 2019 como Consejera Senior. Actualmente, todos los proyectos que estamos desarrollando están orientados a la reconstrucción del país. Pero adicionalmente, me sumé al grupo de trabajo de Venezuela del Atlantic Council, un Think Tank o tanque de pensamiento, a través del cual se generan nuevas ideas y recomendaciones prácticas en torno a los problemas más apremiantes que enfrenta el país.

Particularmente, mis esfuerzos se dirigen a apoyar a las líderes que han estado en la política y tienen mucho que ofrecer para la reconstrucción de nuestra querida patria.

Como mujer y servidora pública estoy convencida de que el haber estado siempre conectada con mi fuerza interior, me ha permitido mantener en alto mis aspiraciones, vencer el miedo y no permitir que nadie dañe mis ilusiones. Y es que no se puede avanzar si no se tiene un sueño.

Haber tenido esto presente en momentos críticos fue clave para mí. Por ejemplo, cuando estaba en la Alcaldía de Baruta mi esposo, ahora mi exesposo, quien es ingeniero de petróleo, consiguió trabajo en El Cairo, Egipto, y pensamos que para nuestras dos hijas de 5 y 10 años en ese entonces, lo mejor era que estuvieran con su papá para poder estudiar allá en un colegio internacional. Pero llegado el momento, lo que era una circunstancia temporal se volvió permanente y me vi en la necesidad de repensar mi vida, mi familia y mi relación. Yo tenía que seguir trabajando en mi misión como servidor público en Venezuela y tenía dos niñas a las que dar el mejor ejemplo: que uno no se debe desconectar de lo que quiere y lo que sueña.

Viendo en retrospectiva ese momento, que representó un gran sacrificio para nosotros como familia, estoy segura de que fue una decisión acertada, pues pude darles a mis hijas el mejor ejemplo al ir detrás de mis sueños.

Hoy puedo decirles a las venezolanas que siguen luchando por sus comunidades, por sus estados y por el país, que la mejor inversión que uno puede hacer es conservar su propio capital, lo que implica educarse y quererse con la misma intensidad con la que queremos a los nuestros.

Las mujeres en Venezuela llevan el peso de la crisis sobre los hombros; pero a la vez tienen un rol fundamental para su solución. Y es que las venezolanas son luchadoras, son las que están al frente del hogar y son líderes naturales.

Las mujeres somos capaces de todo, podemos lograrlo y cada una desde su propio espacio está haciendo todo lo posible por conseguir el cambio que tanto anhelamos los venezolanos.

¡Sigamos adelante luchando para hacer realidad nuestros sueños!

¡Seguimos juntos por el 20!

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Es difícil imaginar que alguien no se conmueva ante el sufrimiento de una madre o de un niño. Es aún más difícil pensar que un funcionario público no se inmute cuando millones de madres, padres y niños de nuestra Venezuela sufren a diario por el hambre, por la imposibilidad de encontrar o comprar un medicamento.

Resulta inaudito que alguien, especialmente si es mujer, teniendo en sus manos la posibilidad de hacer viable la solución política que dará paso a la salida de la crisis que tiene a nuestro pueblo pasando penurias, prefiera esconder la cabeza como el avestruz.

Pero por increíble que parezca, las 4 señoras del CNE, encabezadas por la señora Lucena, son muy sensibles para ofenderse ante los reclamos de los venezolanos, pero no cuando se trata de hacer algo por nuestro pueblo.

Ellas no saben que ante la falta de harina, la gente hace arepas de mamón, no saben que más del 60% de los venezolanos no come tres veces al día. O lo que es peor, lo saben y escogen no hacer nada.

Parece que lo único que motiva a estos irresponsables del gobierno es defenderse a ellos mismos. Concentran a todos los funcionarios policiales para evitar que los venezolanos se expresen, como ocurrió este miércoles para evitar que llegáramos al CNE, mientras caían nuevas víctimas producto de la violencia.

A pesar de los obstáculos de Nicolás Maduro y su cúpula nefasta, los venezolanos vamos a forjar el futuro de nuestra Venezuela. Entérese señora Lucena, más del 80% del país quiere revocar a Maduro. El referéndum es un hecho y ni usted, ni nadie, podrá cambiar la voluntad de los venezolanos.

Nada nos detendrá en nuestra ruta. No importan los piquetes policiales, los ataques, los insultos y todo lo que hagan a través de sus genuflexas instituciones. Aquí hay un pueblo unido, organizado, que no tiene miedo. Si alguien tiene miedo es Nicolás Maduro, porque sabe que lo vamos a revocar. Le tienen terror al pueblo, a esa democracia participativa que tanto pregonan.

El pueblo sabe que el Revocatorio es el recurso con el que cuenta para decidir en medio de la peor crisis que ha vivido el país. Las señoras del CNE también lo saben, por eso nuevamente postergaron su pronunciamiento sobre la fecha para el 20%. ¿A qué le tienen miedo? O es que están esperando que su jefe Nicolás Maduro o Jorge Rodríguez
les digan qué hacer. Y es que no cuesta nada imaginarse por qué se reúnen con Rodríguez pero no son capaces de recibir a la Unidad.

Definitivamente la imparcialidad que se espera de un organismo electoral no es lo que caracteriza al CNE, como tampoco la “Dama Ciega” sirve para representar la “justicia” que se imparte desde el Tribunal Supremo, desde donde han declarado inconstitucionales las leyes aprobadas en la Asamblea Nacional para hacer frente a la crisis.

Cada día que pasa vemos cómo el gobierno sigue de espaldas a la realidad del país. Este gobierno demostró que no puede solucionar los problemas que padece nuestro pueblo. En cambio los venezolanos sí vamos a demostrar, una vez más, que el pueblo organizado puede más que cualquier poder corrupto que se aferra a sus privilegios.

Los dueños de Venezuela somos los venezolanos, no la cúpula que nos gobierna. Juntos somos poderosos, unidos somos invencibles y entre todos vamos a construir este país que tanto queremos. Sigamos juntos ¡Vamos por el 20!

El cambio viene y nada lo detiene

La desesperación del gobierno ante la contundente demostración democrática que dio nuestro pueblo con la recolección de firmas para iniciar el proceso del Revocatorio, se hizo evidente los últimos días en cada aparición pública de Maduro y su combo, tanto dentro como fuera de nuestra Venezuela. Mostraron también lo desconectados que están de los problemas que sufre nuestro pueblo.3

Para el Gobierno que tengamos récord de escasez, que este año llega a 83%, que en los hospitales no haya cómo alimentar a los enfermos, ni fórmula para los recién nacidos, no son suficientes razones para que los diputados de la Asamblea Nacional censuremos al ministro de alimentación. La respuesta de Maduro ante la solicitud de destituir al ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres por sus desmanes, es restringir por decreto la posibilidad de que el parlamento apruebe las mociones de censura contra el vicepresidente y sus ministros, alegando que busca garantizar  la continuidad en la ejecución de las medidas económicas de emergencia. ¡Vaya justificación! Como si no fueran precisamente las medidas de este gobierno las que han llevado a nuestro país a la peor crisis de nuestra historia.

Este gobierno lo que tiene es que garantizar los derechos de nuestro pueblo pero todo lo que hace empuja en la dirección contraria. Prefiere ver cómo los venezolanos mueren por falta de medicinas e insumos médicos antes que aceptar que organismos internacionales, que solo esperan la autorización del Gobierno venezolano, nos envíen las medicinas que tanto necesitamos.

Aún más, este gobierno tiene la desfachatez de seguir invirtiendo en armas y equipo militar, como lo demostró esta semana con la llegada al país de helicópteros militares, mientras la ausencia de material médico quirúrgico en los hospitales es de 95% y el desabastecimiento de medicinas de 90%. Definitivamente las prioridades del gobierno no son las mismas que las de nuestro pueblo.

Mientras la deuda con el sector farmacéutico alcanza 3.500 millones de dólares, esta semana Maduro anunciaba, como un gran logro, la aprobación de 4 millones de dólares para la producción de una empresa del sector, lo que no alcanza para nada.

Mientras nuestro pueblo ve cada vez más limitada su alimentación, la ministra Delcy Rodríguez, afirma en la OEA que con los alimentos que el Gobierno ha importado se podría alimentar a 3 países. ¿Dónde se ha visto semejante descaro? Qué manera de burlarse de los miembros de este foro internacional y de los venezolanos.

A la ya larga lista de atropellos se suma ahora la nueva decisión del TSJ que declara inconstitucional la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda. Esta decisión no nos sorprende, es lo que ha venido haciendo Tribunal Supremo de Justicia, que es el brazo político del gobierno. Esto  se evidencia en el hecho de que sus argumentos son los mismos argumentos de Maduro y los que esgrimieron los diputados del Psuv cuando estábamos discutiendo la Ley.

Lo que queda claro, una vez más, con esta decisión, es que al Gobierno no le interesa que nuestro pueblo sea propietario, que lo subestiman, asumiendo que los que tienen menos no tienen posibilidad de ser dueños de sus viviendas. ¿Quién no quiere ser propietario de la casa donde vive, donde está criando a sus hijos?

Ante su debilidad política, lo que quiere este gobierno es mantener el chantaje. Sólo quieren mantener el poder y lo hacen a costa de lo que sea.

La única manera de que nuestro pueblo pueda salir de esta crisis es con un cambio de gobierno. Hay que cambiar el gobierno para cambiar la situación social y económica de nuestra Venezuela.

Los venezolanos no son tontos, están cansados de las burlas, las mentiras y los chantajes y no tienen miedo. Nuestro pueblo ya no tiene nada que perder, ¿qué más va a perder si han perdido familiares por la violencia, por la crisis del sector salud, si no tienen alimentos?

Nuestro pueblo quiere un cambio, quiere ser propietario de su vivienda, de su futuro, quiere que sus hijos tengan oportunidades y quiere salir de esta situación trágica que estamos viviendo con la inseguridad, la escasez, la inflación…

Los diputados de la Unidad, desde la Asamblea Nacional, vamos a seguir activos aprobando leyes que son buenas para nuestro pueblo, así las declaren inconstitucionales. Venezuela va a cambiar y estas leyes como la de vivienda, la del bono de alimentación y medicinas para jubilados y pensionados, la de producción, entrarán en vigencia.

Son precisamente estas las razones que motivaron a los venezolanos a manifestar su voluntad de cambio por la vía constitucional, electoral, pacífica y democrática. Los venezolanos hemos demostrado que juntos, sumando nuestras voluntades, podemos hacer posible aquello que soñamos.

Los del PSUV pensaron que las trabas nos detendrían, pero sólo nos han hecho más fuertes y continuamos unidos hacia el siguiente paso, trabajando con entusiasmo, esperanza y organización.

En la Unidad tenemos el compromiso de cuidar cada firma, porque estas representan la voluntad de cada venezolano que quiere cambio. Nosotros estamos enfocados en defender los derechos de nuestro pueblo, que se han visto vapuleados reiteradamente por una cúpula gobernante que solo piensa en defenderse a sí misma y en mantener a toda costa sus privilegios.

Recogimos 2 millones 600 mil firmas, luego del proceso de validación interna entregamos al CNE, el día lunes, 1 millón 800 mil y ya se verificaron las 80 cajas de firmas entregadas, un total 200.220 planillas, 178.600 planillas completas con 10 firmas por planilla para 1.786.000 firmas y 21.620 planillas que no estaban completas con las 10 firmas. Los venezolanos cumplimos de sobra el requisito del 1% inventado por el CNE y estamos preparados para salir a reafirmar nuestra solicitud para que se active el Revocatorio.

Por eso este miércoles desde las 9 de la mañana vamos a movilizarnos desde las cercanías del metro de Bello Monte hasta el CNE para exigir respeto a nuestros derechos. El CNE debe dar respuesta a los venezolanos e informar los centros donde iremos a validar nuestra voluntad.

No somos los venezolanos los que tenemos miedo, es el gobierno el que le tiene miedo al pueblo unido y organizado y por más intentos que hagan, si algo no van a quitarnos es la esperanza.

El cambio depende de nosotros, de nuestra fuerza para activar el Revocatorio. El Revocatorio va y va este año, porque en la unión de los venezolanos está la fuerza para avanzar.

Venezuela consolida el camino hacia el cambio

Nuestro pueblo se crece en las dificultades y mientras más obstáculos pone el gobierno, tratando de torcer la voluntad de los venezolanos más profundo se arraiga el sentimiento
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Que en horas hayamos logrado superar las firmas necesarias para iniciar el proceso del Revocatorio y que la hayamos superado en más de 8 veces demuestra que nuestro pueblo clama cambio y que está decidido a lograrlo por la vía constitucional.

La masiva movilización de nuestro pueblo para expresar su voluntad de activar el Referendo Revocatorio contra el gobierno de Nicolás Maduro reafirma la contundencia de los resultados del 6 de diciembre.

Mientras más provocaciones y ataques contra nuestro pueblo más nos aferramos a nuestra Constitución que en artículo 72 establece: “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley…”

¡Con Maduro no hay futuro! y por eso todo el país se movilizó para firmar por el cambio. Sabemos que incluso muchos se quedaron con ganas de firmar porque pensaron hacerlo los próximos días pensando en el lapso de 30 días que fijó el CNE. La realidad es que nuestro pueblo superó las expectativas que nos habíamos planteado de tal forma que no se requiere seguir recogiendo firmas, sino más bien destinar nuestros esfuerzos a realizar el proceso de validación interna, para luego proceder a llevar las firmas con la solicitud del inicio del Referendo Revocatorio en los próximos días.

Hay que recordar que los lapsos que se establecen en el reglamento del CNE suman un total de 228 días, pero esos son los tiempos máximos, no significa que no podamos acelerar aquellos lapsos que dependen de nosotros. Hay que recordar que estamos en una carrera contra el tiempo con un contendor que no respeta ni sus propias reglas. A quienes se quedaron sin firmar en esta ocasión les decimos que tengan su firma preparada para cuando llegue el momento de recoger ese 20% para solicitar la convocatoria de un referendo para revocar el mandato de Maduro.

Este millón y 500 mil firmas se lograron en poco más de 30 horas, no días, prácticamente de manera espontánea, porque no hubo una campaña previa, sino que se aprovechó la convocatoria a una movilización, hablan de nuestra capacidad de organización pero, sobre todo, de la capacidad de respuesta de los venezolanos.

Esa misma capacidad de respuesta aflorará cuando a todos los que firmamos esta semana nos convoquen a la validación de nuestras rúbricas. Y estoy segura de que se manifestará una vez más para sumar los 4 millones que necesitamos para revocar el mandato de Maduro.

Mientras el gobierno, ante las exigencias de nuestro pueblo, da cada vez más muestras de desesperación, la fuerza y el deseo de cambio de nuestro pueblo se consolida en un gran movimiento social por el cambio, por la exigencia del respeto de sus derechos fundamentales, que han sido, descarada y recurrentemente, vulnerados por este gobierno irresponsable.

Este domingo es el Día del Trabajador, y no tengo duda que será uno de los más tristes que recuerde nuestro pueblo. Seguimos teniendo el segundo salario más bajo de América Latina, a pesar de los ajustes, con los que se ha llenado la boca Maduro. Una familia de cinco miembros necesita 17,6 salarios mínimos para cubrir sus necesidades básicas. ¿Qué familia venezolana está en capacidad de hacer frente a esta situación?

¿Qué familia venezolana no identifica quiénes son los responsables de que estemos viviendo la peor crisis de nuestra historia? Crisis que no se limita, como todos sabemos, a lo económico sino que afecta cada aspecto de la vida de nuestro pueblo.

Son muchas las razones para el cambio que están representadas en cada una de las firmas que recogimos. Los venezolanos firmaron para revocar las colas, la inflación, la escasez, la inseguridad la crisis de salud. Los venezolanos quieren cambio pero un cambio pacífico, constitucional, electoral y profundamente democrático.

Quiero agradecer a nuestro pueblo Mirandino y a todos los venezolanos por su participación entusiasta, gracias a ustedes es que vamos a lograr el cambio. Agradezco a Henrique Capriles, con quien trabajé por tantos años, por guiarnos por este camino que está dando importantes frutos.

Definitivamente, cuando se hacen las cosas bien pasan cosas buenas y nuestro pueblo organizado, hará de nuestra Venezuela el país de progreso que todos soñamos.

 

 

 

Ante cada obstáculo más organización

ADEcabildo1La crisis en nuestro país se profundiza cada día, y mientras caemos por el barranco el gobierno mira impávido y hasta toma decisiones que lejos de detener la caída la precipitan.

Todo parece indicar que el Gobierno se ha estado dejando guiar por Maquiavelo quien, en El Príncipe, afirmaba que “…en verdad, no hay otro medio más seguro de posesión que la ruina” y que “… el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla”.

Es eso precisamente lo que están haciendo Maduro y sus combo con nuestra Venezuela, destruirla. Y para lograrlo no cesan de inventar triquiñuelas, de ignorar leyes e interpretar a su antojo el texto constitucional.

Se escudan en un Tribunal Supremo de Justicia que se empeña en legalizar la trampa y taparear los desmanes de un Gobierno que ha saqueado a nuestra Venezuela, mientras, a la par, se las ingenian para “inconstitucionalizar” textos fundamentales de nuestra Carta Magna, esa que ellos mismos refrendaron en 1999.

Definitivamente la discrecionalidad de este Gobierno no tiene nombre.  Son capaces de pasar por encima hasta de los derechos de nuestros abuelos, obstaculizando la Ley del Bono de Alimentación y Medicinas, que aprobamos recientemente en la Asamblea Nacional. También se oponen a que los venezolanos que han recibido viviendas de programas del Gobierno, hagan valer su derecho a la propiedad. Y es que para ellos, lo que es bueno para el pavo no necesariamente es bueno para la pava, y mientras ellos acumulan propiedades pretenden que el pueblo viva prestado, dependiendo de los “favores” del gobierno.

Este Gobierno quiere mantenerse atornillado a costa del chantaje, la manipulación y el abuso de poder. Y qué más abuso de poder que quitarle potestades a la Asamblea Nacional. Qué mayor abuso de poder que cambiar las reglas del juego con el partido comenzado, como pretende hacer el CNE, agregando requisitos cada vez que la Unidad exige le sean entregadas las planillas para recoger el 1% de las firmas para solicitar la activación del Referendo.

Siguiendo órdenes emanadas de Miraflores, el TSJ pretende hacer de la Asamblea Nacional, elegida por la mayoría de los venezolanos y que acaba de cumplir 100 días de su instalación, un órgano decorativo. Pero nuestro pueblo y el mundo saben que la mayoría parlamentaria de la Unidad sí está comprometida con el progreso y el futuro de nuestra Venezuela y continuará batallando, por mandato popular, por crear el marco que permita el desarrollo de nuestro país.

Si usaran la creatividad que tienen para torcer la voluntad del pueblo y brincarse las leyes, para resolver los problemas que nos afectan a los venezolanos, seríamos una potencia mundial. Pero Maduro es el mayor productor de obstáculos de la historia y la única forma de quitar el tapón que mantiene contenido el progreso de nuestra Venezuela es cambiar el Gobierno.

Prefieren destruir al país antes que perder sus privilegios y soltar el poder. Ellos seguirán buscando cómo mantenerse atornillados, pero nosotros, los venezolanos, hemos demostrado de sobra que no hay poder que pueda con la voluntad del pueblo organizado.

En sólo un fin de semana 2 millones de personas nos manifestaron su voluntad de firmar por el Revocatorio  y es precisamente a eso a lo que le tienen miedo. Es precisamente por eso que el CNE sigue dando vueltas para entregar las planillas. Es precisamente por eso, y no para ahorrar electricidad, que Maduro aprovechó el 19 de abril para decretar no laborable el 18 y así ganar tiempo. Pero se les acabarán las excusas y mientras más demoren en entregarnos el formato de las planillas, más rápido recogeremos las firmas. Responderemos a los obstáculos con  más organización. El Revocatorio es un clamor popular que crece a diario en nuestras comunidades en toda nuestra Venezuela.

Este gobierno quiere burlarse de los venezolanos pero se equivoca si cree que nuestro pueblo se va la va a calar. No se confundan. Nuestro pueblo está cansado de los constantes abusos, de las dilaciones, del mal uso de los recursos, de la escasez, de lo golpeado que está su bolsillo, de la violencia que cada día enluta nuestras familias. Pero nuestro pueblo sabe que la vía para salir de este Gobierno y de la crisis en la que nos ha hundido es el voto.

Nuestro pueblo, a pesar de las provocaciones que recibe a diario en cada cadena de televisión, en cada cola y con cada quincena, quiere salir de este gobierno de forma pacífica, constitucional, electoral y democrática.

Por eso realizamos un Gran Cabildo Abierto para exigir a Tibisay Lucena que demuestre respeto al pueblo venezolano y entregue las planillas.

Los venezolanos clamamos cambio para nuestro país a través del Revocatorio y con organización y en unidad lo vamos a lograr. ¡Unidos sacaremos a nuestra Venezuela adelante! ¡El cambio va!

Gobierno nacional tiene que responder por crisis del agua

El gobierno no tiene límites a la hora de burlarse de nuestro pueblo. Andan buscando a quién achacarle la responsabilidad de su ineficiencia para lavarse las manos, en un país donde los venezolanos no tienen agua para hacerlo, en el que hay sectores que pueden pasar hasta dos meses sin ver una gota del vital líquido saliendo por sus tuberías.Foto-Fraccion-Parlamentaria-Primero-Justicia_NACIMA20160120_0019_6

Como en el tema del agua no pueden responsabilizar a la guerra económica, sus dedos señalan a El Niño. Pero el drástico racionamiento de agua al que estamos sometidos los venezolanos NO es culpa de El Niño. El responsable de que en pleno siglo XXI haya venezolanos que pasan 60 días sin agua es el gobierno.

Los venezolanos sabemos que lo de El Niño es cuento. Que dilapidaron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia y no invirtieron en el servicio de agua potable para los venezolanos. El racionamiento de agua en nuestras ciudades y su pésima calidad es consecuencia de un gobierno que en 17 años ha sido incapaz de administrar un recurso tan fundamental. Sencillamente no invirtieron y hoy tenemos todas las empresas de agua potable debilitadas, carecen de recursos técnicos y económicos.

En un país como Venezuela no debería haber una sola familia sin acceso regular a este servicio. Estamos entre los primeros países del continente en reservas acuíferas y a pesar de ello se prevé que para el 2025 seremos una “zona de escasez de agua económica”, pues por falta de inversión en infraestructura y mala gestión de gobierno no tendremos la capacidad de aprovechar este recurso.

Por falta de inversión no se han incorporado nuevas fuentes al sistema desde octubre de 1998. En el caso de Miranda, por ejemplo, exigimos la verdad sobre el sistema Tuy IV. Necesitamos saber cuándo terminarán el embalse de Cuira y la ampliación de Taguaza.

En materia de saneamiento, destaca que por falta de inversión Caracas sea la única ciudad capital en América Latina cuyas aguas negras se vacían casi sin ningún tratamiento al Mar Caribe.

Quien no tiene acceso al agua ve deteriorada su calidad de vida y tiene que aguantar que, para colmo, el gobierno se burle en su cara, hablando de un “PLAN DE ABASTECIMIENTO”, que no es más que un plan de racionamiento, que a quien castiga más fuerte es a nuestro pueblo más humilde.

En plena crisis económica, los más pobres pagan 1000 veces más el valor del servicio de agua. Prefirieron comprar cisternas, le pusieron los nombres de los gobernantes de turno para someter a nuestro pueblo con su «política de pipotes y cisternas».

Este gobierno, que se dice humanista, parece haber olvidado que el acceso al agua potable es un derecho humano fundamental decretado por la ONU, que muchos venezolanos no tienen cubierto por su irresponsabilidad.

Se llenan la boca asegurando haber alcanzado las Metas del Milenio en materia de agua potable, pero según la encuesta de condiciones de vida realizado por la UCV, la UCAB y la USB,  39,2% de los habitantes del país no recibe agua todos los días. Y si no, que le pregunten a nuestro pueblo la magia que tiene que hacer para rendir el agua, cuando les llega.

Los responsables tampoco hablan de la calidad del agua y mienten al afirmar que la misma pasa por un tratamiento de potabilización. Basta que cualquiera abra un grifo en su casa en cualquier zona de nuestra Venezuela para que el olor y el color del líquido que llega, evidencie la falta de tratamiento.

Hay que preguntarle al ministro Paiva: ¿Qué ha pasado con la inversión relacionada al desarrollo de la capacidad de almacenamiento y distribución del agua? Sabrán los responsables que a medida que la población crece deben aumentar los servicios, obviamente no, pues hace al menos 18 años que en el país no se construye un embalse, cuando la meta es que se construyan dos embalses por año.

Estamos en la peor crisis económica de nuestra historia con la peor crisis de acceso al agua y este gobierno tiene que responder.

Los diputados del cambio llegamos a la Asamblea Nacional a trabajar para que nuestro pueblo pueda mejorar su calidad de vida y en el caso del agua velaremos para que se le destinen los recursos necesarios. También desde aquí, haremos contraloría para que los recursos se inviertan adecuadamente y no se desvíen.

Los venezolanos hemos demostrado que juntos y con voluntad podemos sortear cualquier obstáculo y la excepción no será la búsqueda de soluciones para resolver la crisis del agua.

 

¿La prioridad?: Lo social

Este martes, con la juramentación de la nueva Asamblea Nacional, arrancó el cambio que los venezolanos tanto hemos esperado. Frente a Venezuela y Dios, juramos cumplir y hacer cumplir la Constitución y el cargo para el cual fuimos investidosade

Los diputados del cambio, elegidos por la mayoría de los venezolanos, tenemos un compromiso con nuestro pueblo y ayer juramos honrarlo. Este parlamento cuenta con una mayoría de mujeres y hombres, que enfocamos nuestro trabajo, y seguiremos haciéndolo, en buscar soluciones a los problemas de los venezolanos. Lo haremos, como siempre hemos dicho, en un ambiente de diálogo y de forma Constitucional.

El compromiso de los diputados del cambio es que nuestro hermoso país vuelva a ofrecer oportunidades para todos; donde se aprovechen las tierras productivas; donde el esfuerzo y el trabajo de nuestro pueblo sea reconocido; donde el dinero alcance y volvamos a comer lo que queremos, cuando queremos; donde las familias puedan tener una vivienda, un servicio de salud y una educación de calidad; donde los servicios  públicos funcionen de forma permanente y eficiente; donde nuestros abuelos, a quienes tanto debemos, no tengan que debatirse entre comer o comprar sus medicinas porque la pensión no les alcanza.

Por eso, vamos a legislar para proteger las pensiones de las personas de la tercera edad, para que el dinero que reciben producto de una vida de esfuerzo les alcance. Desde la Asamblea Nacional, vamos a controlar el gasto del gobierno para garantizar que los recursos de los venezolanos se inviertan en el desarrollo de nuestra industria nacional, en la generación de empleo y de oportunidades para todos y vamos a garantizar que en el presupuesto se dé prioridad a la salud y la educación.

Los representantes de la alternativa democrática estamos comprometidos a ejercer nuestra mayoría parlamentaria, para combatir la crisis a la que nos ha llevado la complacencia de la mayoría oficialista de la antigua Asamblea, que hasta el último minuto de su período parlamentario demostró estar al servicio de los intereses de un partido político y no del pueblo venezolano.

Este martes 5 de enero, el parlamento pasó a ser la sede donde será escuchada la voz de todos los venezolanos y es que desde la nueva Asamblea Nacional vamos a unir y cambiar a Venezuela. Este 5 de enero arrancó el cambio y Venezuela nos necesita más unidos que nunca, construyendo ese futuro de oportunidades que todos soñamos.

Los diputados del cambio, estamos aquí para escuchar y construir juntos las soluciones a los problemas que nos unen a todos los venezolanos. Desde la nueva Asamblea Nacional discutiremos los problemas, interpelaremos a los responsables, y velaremos porque cada bolívar que entre al país se invierta en obras que mejoren nuestra calidad de vida, y no terminen en manos de un grupito para su beneficio personal.

No será tarea fácil, pero con voluntad, trabajando unidos y con las prioridades claras, no habrá obstáculo que no podamos superar. No podemos ir a la Asamblea Nacional a politiquear más, tenemos que ir a resolver los problemas. No podemos permitir que conviertan la Asamblea, como quisieron hacerlo ayer, en un ring de boxeo, viendo luego de cada sesión quién ganó el round, como lo dijo una diputada oficialista. Aquí lo que nos tiene que mover a los servidores públicos, a los diputados de la República, es que gane el pueblo.

Luego de una campaña plagada de ventajismo e irregularidades, de la búsqueda de cuanta triquiñuela exista para evitar que se cumpla la voluntad del pueblo, convocando a parlamentos paralelos y con madrugonazos judiciales para intentar evitar que se instale la mayoría calificada, que es lo que nuestro pueblo decidió el 6 de diciembre, vimos en la instalación de la nueva Asamblea el talante con el que vienen los diputados del oficialismo. Esperamos que, contrario a lo que dejaron ver ayer, no dediquen su gestión a sabotear, a poner trabas y que terminen de entender que se deben a los venezolanos y que los intereses de su partido no pueden estar por encima de las necesidades de un país.

Los venezolanos merecen recuperar su calidad de vida y tienen sus esperanzas puestas en nosotros para que iniciemos el camino hacia el cambio que nos permitirá superar esta difícil situación.

Hoy reitero mi juramento antes Dios y ante Venezuela de defender los derechos y los intereses de nuestro pueblo, de velar porque se atienda de forma prioritaria la agenda legislativa orientada a salir de la crisis. Cuenten conmigo, siempre estaré al servicio de Miranda y de nuestra Venezuela.

Tenemos un compromiso y lo vamos a cumplir

unnamedQuiero comenzar estas líneas agradeciendo a nuestro pueblo por permitirme seguir trabajando por nuestra amada Miranda, ahora representándolos en la Asamblea Nacional.

7 años y 9 días, un total de 2 mil 566 días, han pasado desde que asumimos, el 29 de noviembre de 2008, la Gobernación de Miranda. Hoy, gracias a ustedes seguiremos sumando horas, días, meses y años que nos permitirán continuar acumulando logros para todos los mirandinos sin distingo.

Nuestra gestión siempre ha sido cercana, con y para las comunidades, casa a casa, cara a cara; así es nuestro trabajo, así fue nuestra campaña y así será nuestra labor desde la Asamblea Nacional.

Nada más los últimos 208 días visitamos 223 comunidades y realizamos más de un centenar de madrugonazos en los terminales y paradas de transporte público. Allí, nuestras madres y abuelas, nuestros niños y hombres de Araira, Guarenas, Guatire, Mariches, La Dolorita y Caucagüita, mirándonos a los ojos compartieron con nosotros sus preocupaciones, sus necesidades y sus sueños. Y mirándolos a los ojos nos comprometimos con ellos, a ser su voz en la nueva Asamblea Nacional, para seguir avanzando en el camino hacia el logro de esos sueños, esos en los que los acompañan la mayoría de los venezolanos.

Para quienes hemos dedicado nuestra vida a servir, no hay mayor compromiso que el que se genera conversando con nuestra gente, del profundo conocimiento de su realidad. Hoy, luego de recibir el apoyo de nuestro pueblo, materializado en sus votos, tenemos la gran responsabilidad de retribuir con trabajo esa confianza.

Desde la Asamblea Nacional demostraremos cuáles son las mejores formas de hacer el trabajo legislativo, les recordaremos a los venezolanos cuál es la razón de ser del parlamento y haremos política con P mayúscula. A partir del 5 de enero de 2016 los mirandinos y los venezolanos volverán a tener hombres y mujeres que harán de los salones de la Asamblea Nacional espacios para el debate de ideas, para abordar los problemas que son prioritarios para el país; hombres y mujeres que entienden que el trabajo parlamentario más importante se hace fuera del aire acondicionado, junto al pueblo al que representamos.

Con esta nueva Asamblea Nacional, los venezolanos contarán con diputados que investigarán, ejercerán un rol contralor, que pedirán cuentas a los ministros acerca de su gestión, del destino de los recursos que son de todos los venezolanos. Todos los diputados tienen que entender que el pueblo nos dio su confianza y esperan que sigamos a su lado, entendiendo sus problemas y necesidades y también debatiendo en las sesiones, representándolos en el debate.

Tenemos un compromiso, hay que cumplir la palabra empeñada y trabajar sin descanso para devolver al pueblo su voz en la Asamblea Nacional, para que los recursos que son de todos los venezolanos realmente se inviertan en mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Para que la educación, la salud, la seguridad y la alimentación vuelvan a ser las prioridades a la hora de distribuir el presupuesto de la Nación. Con los recursos que el actual gobierno gastó en un avión de guerra se construían 9 acueductos, se trata de tener claras las prioridades del país. Lo que queremos es que en la Asamblea Nacional se aprueben los recursos para resolver los problemas que viven nuestras comunidades.

La coyuntura actual del país no permite una agenda política en el parlamento, exige una de carácter social y económico, que resuelva las necesidades de los venezolanos. Este es el primer paso de muchos, ahora es que viene trabajo, para dar continuidad al esfuerzo que hemos venido realizando. El trabajo no se terminó el 6 de diciembre, ahora es que comienza. Nada puede desviarnos de nuestro objetivo y por eso seguimos enfocados, trabajando en nuestra agenda parlamentaria para que el 5 de enero lleguemos a discutir y resolver los problemas que nos aquejan.

Nuestro pueblo habló y nos dio su confianza, ganamos Miranda con una diferencia de 22 puntos. Ahora la pelota está de nuestro lado y no podemos defraudarlo.

Aquí nadie está buscando revancha, venimos a construir, a seguir aportando a la unidad, a un futuro de oportunidades y progreso para todos. Los venezolanos se cansaron de la politiquería, de la división. Lo que el país quiere son soluciones.

Llegaron los tiempos de unión, hermandad y paz. Es el momento de agradecer y reconocer a nuestro pueblo,  a todo el maravilloso equipo electoral, a los miembros de mesa, que  son los héroes del cambio. Y no puedo dejar de agradecer a quien siempre nos dijo que la vía era electoral, a quien con su ejemplo de trabajo, con su esfuerzo, con su consistencia, nos mostró el camino. Gracias Henrique Capriles, por tu constante lucha, por tu apoyo y tu confianza.

Este es un triunfo de Venezuela y de todos los mirandinos. Es un compromiso y una enorme responsabilidad que asumo con humildad. El país nos necesita a todos, unidos, trabajando por el progreso de nuestra Venezuela. ¡Qué viva Miranda y que viva Venezuela!

El cambio se logra participando

1Estamos a 4 días para las elecciones,  unas elecciones históricas que marcan el inicio del cambio de nuestra Venezuela. Un cambio que ya se palpa en los deseos de cada uno de los mirandinos y los venezolanos con los que conversamos a diario en nuestras comunidades.

Este 6 de diciembre el cambio es irreversible. Lo sentimos allí, en cada comunidad, en cada casa. En cada rostro de nuestras mujeres, nuestros hombres y nuestros niños encontramos las razones para cambiar. En cada rostro vemos que las ganas de cambiar son cada vez más fuertes.

El clamor por el cambio está en las calles, en los carritos, en el Metro, en las colas de los mercados, en los encuentros familiares, en las oficinas. Incluso quienes antes apoyaban al gobierno hoy nos dicen que decidieron cambiar, porque esto no se aguanta más y el pueblo sabe que en sus manos está la fuerza para un futuro de progreso y paz.

Todos los venezolanos, sin excepción, la estamos pasando mal y es por eso que hoy estamos más claros que nunca de que Venezuela lo que necesita, es cambio, y que todos juntos podemos lograrlo.

En nuestras manos está la llave para ponerle un freno a esta crisis que nos agobia, la más grave de nuestra historia. En nuestras manos está la llave para darle un parao al dúo Nicolás-Cabello, que ha hecho y deshecho a su antojo durante años. Ellos son los culpables de que tú no consigas productos en el supermercado, de que el sueldo no te alcance, de que la vida del venezolano se resuma en: No tengo porque no se consigue; no tengo porque no me alcanza y no salgo porque tengo miedo. Ellos son los responsables de que estando a 2 de diciembre no sepas si podrás hacer las hallacas porque no consigues los ingredientes, o comprar un estreno a tus hijos o su Niño Jesús.

A los funcionarios públicos los invito a dejar el miedo porque el VOTO ES SECRETO, si no fuese así el Gobierno no estuviese mandando a tomar fotos a la papeleta, no nos dejemos intimidar. No hay que olvidar que juntos somos poderosos pero unidos somos invencibles.

¿Qué podemos hacer para cambiar este presente lleno de escasez, de inseguridad, de colas y falsas promesas, por un futuro lleno de compromiso, oportunidades y progreso? ¿Cómo podemos ponerle un freno a este continuismo y dar la oportunidad de un mejor futuro a los nuestros? VOTANDO. El cambio se logra participando, diciéndole sí al futuro, sí al trabajo.
Participar es acompañar a nuestros abuelos a votar, organizarse y darle la cola al vecino hasta su centro de votación. Participar, es denunciar cualquier irregularidad que ocurra en los centros de votación. Es llamar a tus familiares y amigos e invitarlos a votar porque es un momento de unión, de pensar en todos los venezolanos que queremos vivir mejor.

Participar, es ser miembro de mesa, es acudir a tu centro al finalizar las votaciones para la auditoria. Participar es defender tu voto y el de los millones de venezolanos que, como tú, quieren cambio. Participar, es unirse para que todos podamos progresar y cambiar.

En nuestras comunidades cada día nos dan más razones para votar por el cambio: Para acabar con las colas, con la escasez y la inseguridad; para lograr un sistema de salud pública que funcione; para que dejemos de peregrinar para conseguir medicinas; para que nuestros niños puedan tener acceso a una educación de calidad… Este 6 de diciembre debemos salir a votar porque los venezolanos merecemos vivir mejor y la AN es el órgano donde se toman las decisiones más importantes del país.

Este 6 de diciembre todos vamos a participar y hacer la diferencia entre la vida que tenemos hoy y la queremos tener. ¡CADA VOTO CUENTA! El cambio que queremos para el país depende de nosotros y está en nuestras manos. No perdamos esta oportunidad de expresarnos y dejar claro que este no es el país que queremos para nuestros hijos, que queremos un cambio de rumbo, y aspiramos a vivir mejor.

Sobran las razones para salir a votar SIN MIEDO este 6 de diciembre. Recuerda que el cambio está abajo, a la izquierda, en la esquina, la de la manito. ¡Venezuela cuente contigo!

 

No hay fuerza ni chantaje que pueda detener el cambio

Y1a lo habíamos alertado. A medida que se acerca el #6D el gobierno y su grupito, en su afán de aferrarse al poder, recurre a la violencia para sembrar el miedo. Se equivocan si piensan que con amenazas y armas largas, como las que usan para arremeter contra jornadas pacíficas de los ca
ndidatos de la unidad, podrán torcer la voluntad de cambio de los venezolanos, cuando, si algo quiere nuestro pueblo, es acabar con la impunidad, con la violencia, con el abuso de este grupo que se cree todopoderoso.

Se cansaron de excusarse detrás de la guerra económica y ahora quieren hacernos creer que si no ganan vendrá una guerra después de las elecciones. Usan todo el aparato de propaganda del estado para sembrar más división y mostrar una supuesta fuerza de choque. Pero los venezolanos no tenemos miedo de sus amenazas, si de algo tenemos miedo es de seguir viviendo prácticamente en toque queda por la guerra que vivimos a diario en nuestras calles, producto de una delincuencia que no se combate.

Si algo hay que combatir es la guerra del gobierno contra el pueblo, la que nos tiene sumergidos en colas para, al final, encontrar anaqueles vacíos. Hoy som
os víctimas de las pésimas condiciones de la salud pública y de la falta de insumos en la salud privada. Hoy, estamos inmersos en una realidad a la que el gobierno de Maduro y sus candidatos le dan la espalda. Mientras vemos nuestra calidad de vida cada vez más deteriorada y nuestro salario diluirse, Maduro y su grupo siguen buscando culpables, regalando y despilfarrando los recursos de los venezolanos.

Han sido muchos años de continuismo, de promesas incumplidas, de amenazas, de persecución, de discursos llenos de división. El resultado es un país de familias y amistades divididas por las diferencias políticas, un país rico en recursos que no produce ni la cuarta parte de lo que consumimos, un país donde los parques industriales se han convertido en cementerios de maquinaria.

Todas estas son razones para luchar, para hacerle frente a las amenazas y al chantaje. Cada cola, cada venezolano que cae víctima de la violencia, cada familiar, cada amigo que es víctima de la delincuencia, cada medicina que no conseguimos, cada minuto en una cola para comprar comida lo que hace es fortalecer nuestra voluntad de cambio. Los venezolanos somos gente luchadora, echada pa’lante, que sueña, un pueblo que emprende, que no le tiene miedo al cambio.

Juntos vamos a cambiar este presente lleno de escasez, inseguridad, colas y falsas promesas, por un futuro colmado de compromiso, oportunidades y progreso. Este no es el país que queremos para nuestros hijos, ese sentimiento de cambio está presente en cada mirandino, en cada venezolano con el que conversamos en nuestros recorridos por las comunidades. El pueblo venezolano decidió cambiar porque sabe que con los candidatos del continuismo y la crisis, los candidatos de Maduro y Cabello, no lograrán el futuro de progreso que quiere para sus hijos,  para su familia.

Miedo es lo que sienten ellos, miedo a perder sus privilegios. Miedo porque saben que no tienen la mayoría, que perdieron las calles, que el pueblo está claro de quiénes son los responsables de la crisis. Por eso tratan de confundir recurriendo a estrategias como llenar el tarjetón con tarjetas que se disfrazan de oposición o sacando tarjetones alterados en los que cambian de posición la tarjeta de Unidad.

Quién puede creer en quienes, sabiendo que no cuentan con el apoyo popular, quieren ganar a toda costa, aunque sea a punta de engaños. Después de 16 años, que sólo han servido para hundirnos en la más profunda crisis de nuestra historia, no tienen cómo presentar a los venezolanos una propuesta creíble, no tienen cómo ofrecer oportunidades y cambio, o dar solución a  los problemas. Ojalá el tiempo y el dinero que invierten en amenazar, insultar e intentar manipular al pueblo, lo invirtieran en resolver, en dar respuesta. Por eso los venezolanos decimos ya basta a un gobierno que usa las necesidades de nuestro pueblo como chantaje.

Faltan solo 11 días para el 6 de diciembre, y Maduro y sus candidatos del continuismo no se atreven a recorrer las comunidades, a dar la cara, para escuchar sus problemas. Los candidatos de Maduro y Cabello no tienen nada que ofrecer, solo pronuncian discursos vacíos, llenos de ofensas y amenazas.

Mientras tanto quienes queremos cambio, los candidatos de la unidad, estamos en las comunidades, en la Miranda y en la Venezuela profunda, calle por calle, casa por casa escuchando y buscando soluciones junto a nuestro pueblo.

Nosotros tenemos un compromiso contigo, tenemos un compromiso con Miranda y con nuestra Venezuela. Merecemos una Asamblea Nacional donde se legisle para todos, se controle en qué se gasta el dinero y se discutan los problemas que nos afectan a diario. Hoy más que nunca Venezuela necesita un cambio, necesita hombre y mujeres comprometidos que trabajen por los venezolanos. Es en este punto donde debemos preguntar a quienes todavía puedan estar confundidos: ¿Creen que los candidatos de Maduro y Cabello están comprometidos con el país? ¿Creen que los candidatos de Maduro y Cabello trabajarán desde la Asamblea Nacional para garantizar calidad de vida a los venezolanos o seguirán gastando el dinero que te pertenece a ti? Tienen 16 años hundiendo al país; no han hecho nada para solucionar la crisis que ellos mismos crearon y no van a hacerlo ahora.

Por años hemos visto repetirse una y otra vez las mismas promesas y las mismas excusas de parte de los candidatos reciclados del gobierno y el 6 de diciembre es nuestra oportunidad para decir ¡BASTA! Los venezolanos no nos merecemos seguir viviendo así. Las próximas elecciones parlamentarias son la oportunidad para lograr el cambio que tanto necesita el país y queremos los venezolanos.

Este 6 de diciembre le vamos a demostrar al gobierno y a sus candidatos que el pueblo decidió cambiar, y no hay trabas, engaños o artimañas que puedan ante esa fuerza indetenible de querer vivir mejor. La tarjeta de la Unidad, la UNICA TARJETA DE LA OPOSICIÓN, la de la manito será la más votada porque allí estamos los candidatos del cambio, los que hoy recorren las calles del país, visitando casa por casa, escuchando a la gente y acompañándola en sus necesidades.

Que nada detenga el cambio, las ganas de vivir mejor, de superar los problemas y tener un futuro de oportunidades para todos. El voto es nuestra única arma para lograr el cambio, por eso el 6 de diciembre tenemos que votar y cuidar nuestros votos para que se respete nuestra voluntad ¡Este 6 de diciembre, vamos a cambiar para progresar!