El 6D vamos a ganar como es: con nuestros votos

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Estamos apenas a 25 días del 6 de diciembre, fecha en la que los venezolanos acudiremos a expresar con contundencia que queremos un cambio de rumbo para nuestra Venezuela, porque tenemos claro quién es el responsable de que estemos sumergidos en la más profunda crisis económica, social y política de nuestra historia.

Así lo dicen las encuestas, la desaprobación del gobierno está en 75% y el 68% piensa que el responsable de la situación es el gobierno de Nicolás Maduro.

¿Cómo es posible que en un país rico, que en los últimos años vivió la bonanza petrolera más importante, no se hayan invertido los recursos en generar oportunidades y progreso para el pueblo? ¿Cómo es posible que en nuestra Venezuela, a pesar de que ingresaron más 800 mil millones de dólares por la bonanza petrolera, haya gente pasando hambre, enfermos que agravan e incluso pierden la vida porque no encuentran su tratamiento o porque en los hospitales no hay insumos? ¿Cómo es posible que en este momento haya 300 mil universitarios sin clase porque 18 universidades autónomas públicas no han podido iniciar actividades, debido a que este gobierno irresponsable prefiere invertir en comprar y repotenciar aviones de guerra, en viajes y relaciones sociales, antes que en la educación de nuestros jóvenes?

No sólo tienen al país en una crisis que nos llevará a cerrar este año 2015 batiendo record, con la inflación y la escasez más alta de nuestra historia, sino que, con sus irresponsables acciones, están arriesgando también nuestro futuro.

En cada recorrido y casa por casa que realizamos, a diario, por los distintos sectores de nuestro estado se hace evidente que el gobierno de Maduro se ha olvidado de los venezolanos. Lo único de lo que se preocupan Maduro y sus candidatos es de hacer propaganda para tratar de mostrar un país que no existe. De lo único que se ocupan es de sabotear, hacer campañas sucias y hasta generar acciones violentas contra quienes sí trabajamos por los mirandinos. A este gobierno no le interesa el pueblo, sí así fuera no entorpecerían la entrega de recursos que son para beneficio de nuestras comunidades.

No hay venezolano al que no se le haga difícil ir al mercado, al que le alcance la plata o que consiga los productos; la violencia no pregunta de qué partido eres y nos afecta a todos. Y ¿por qué estamos así? Porque el Gobierno se encargó de expropiar empresas y tierras, de poner trabas a todo aquel que desea trabajar para salir adelante, desde los pequeños emprendedores hasta los grandes empresarios.

En nuestra Venezuela no se produce nada, casi todo lo que se consume es importado, pero ya tampoco hay dólares para importar y por eso hoy no se consigue nada. Este gobierno es tan miope e irresponsable que prefiere promover la inversión y el empleo en otros países, para ganar apoyos políticos, antes que invertir en el país e incentivar el esfuerzo privado. ¿Qué mejor demostración de que los problemas de los venezolanos no son una prioridad para Maduro, Cabello y sus candidatos?

Se aprovechan de los recursos y medios del estado, que en realidad son de todos los venezolanos y como siempre hacen uso del ventajismo. Pero sus promesas son siempre las mismas y con sus acciones demuestran su desesperación y el miedo que sienten porque saben que han perdido el apoyo del pueblo. Saben que el venezolano despertó y que reconoce en ellos a los responsables de esta crisis que nos agobia.

Han hecho hasta lo imposible por destruir a nuestro país, pero Venezuela lo tiene  todo para progresar, comenzando con lo más importante: nuestro recurso humano. Para salir adelante es necesario que este 6 de diciembre votemos a favor del cambio para contar con hombres y mujeres que entiendan y valoren todo nuestro potencial y se conecten con la realidad y las prioridades de los venezolanos.

Mientras los candidatos de la unidad estamos todos los días trabajando junto a las comunidades, no verán a los candidatos de Maduro y Cabello en las calles, porque no tienen cómo responder a la crisis que hoy estamos viviendo. Y es que ¿con qué cara visitan una casa y enfrentan a quien tiene la nevera vacía porque no tiene para el mercado?

Los candidatos del cambio, estamos aquí para escucharte y construir contigo las soluciones a los problemas. Desde la nueva Asamblea Nacional discutiremos los problemas, interpelaremos a los responsables, y velaremos porque cada bolívar que entre al país se invierta en obras que mejoren nuestra calidad de vida, y no terminen en manos de un grupito para su beneficio personal.

Escuchando a los venezolanos, trabajando juntos vamos a encontrar las soluciones a los problemas que nos afectan a todos. No será fácil, pero con voluntad, trabajando unidos y con las prioridades claras, no habrá obstáculo que no podamos superar.

Un diputado debe ser una persona preparada, comprometida y que conozca los problemas de la localidad, que tenga la fuerza para defender los derechos de todos. Por eso nosotros desde la AN vamos a legislar, controlar y discutir para promover el progreso de nuestra gente, porque primero son los venezolanos.

Desde la AN se aprobarán leyes que den prioridad al desarrollo de la producción nacional, la generación de empleo, la mejora del sector salud y de la educación. Legislaremos  para aumentar la producción nacional, incentivando el esfuerzo privado, porque queremos generar empleos y reactivar la economía para comenzar a superar esta crisis que hoy vivimos.

Trabajaremos para garantizar tu tranquilidad y la de tu familia, legislaremos para que los gobiernos locales puedan atender las prioridades de la comunidad en materia de servicios públicos como electricidad, agua, basura, transporte y asfaltado.

El 6 de diciembre, nosotros no vamos a ganar como sea, vamos a ganar como es: con votos. Si a algo hay que tenerle miedo es a no darnos la oportunidad de cambiar este presente que estamos viviendo.

¡Que nadie se sienta desanimado y derrotado! Estos 25 días que quedan hasta el 6 de diciembre debemos decirle a todos, amigos, familia, conocidos, que las elecciones parlamentarias son el primer paso para salir adelante. La respuesta está en tus manos y en las ganas que tienes de mejorar, por ti y tu familia.

Este 6 de diciembre sí haremos cola con gusto, para marcar la diferencia entre la vida que tenemos hoy y la queremos tener. ¡Miranda y Venezuela quieren cambio y el 6 de diciembre lo vamos a demostrar!

No hay miedo que pueda con el deseo de cambio de nuestra Venezuela

Como si fuera poco lo que vive a diario nuestro pueblo, bombardeado por la inseguridad, la escasez, lo inalcanzable de los precios, el deterioro de los servicios de salud, adepor poner unos pocos ejemplos, el gobierno de Maduro, Cabello y sus candidatos comenzaron una campaña para infundir miedo, buscando sacar partido de cara al 6 de diciembre.

Quienes recorremos a diario las comunidades conocemos muy bien la realidad que padecen los venezolanos: interminables colas para comprar los pocos productos básicos que se consiguen, sueldos que no alcanzan para nada -ni siquiera con el nuevo ajuste de salario-, anaqueles cada vez más vacíos, violencia desatada, salud y calidad de vida cada vez más deteriorados.

¿Y qué hace el gobierno ante esta situación? Cruzar los brazos y repetir su discurso desgastado y sus errores, que cada día nos hunden más en la crisis más grave de nuestra historia. A este gobierno simplemente no le importa que tengamos la inflación más alta del mundo, que en un año el costo de la vida aumentara más de 283% y se necesiten 10 salarios mínimos para poder adquirir la Canasta Básica Familiar. ¿Quién, aparte del grupito que está destruyendo el país, cuenta con los 97.292 bolívares que se necesitan para adquirir la Canasta Básica?

Estamos apenas a 32 días del 6 de diciembre, 32 días en los que el gobierno arreciará con sus amenazas y su campaña sucia. Maduro, Cabello y sus candidatos quieren infundir miedo entre nosotros porque saben que la situación cada día empeora y quieren distraer nuestra atención de los verdaderos problemas. Ustedes, en sus comunidades, han sido testigos del rechazo para quienes no tienen cómo responder por la corrupción, la crisis económica y la inseguridad. Han utilizado cualquier cantidad de elementos propagandísticos para  perseguir, amenazar, jugar con el hambre y la necesidad del pueblo.

Pero el gobierno se equivoca, está tan desconectado de la realidad de nuestro pueblo, en su universo paralelo, que no se ha percatado de que ha perdido tanta credibilidad que sus intentos por infundir miedo no tienen efecto. El mayor miedo de nuestro pueblo es a que se sigan manteniendo en el poder quienes han llevado a nuestro país a esta crisis. El miedo es a no saber qué le vamos a dar de comer a nuestra familia. Tenemos miedo a meter la mano en el bolsillo y no tener suficiente para pagar lo que se necesita. Tenemos miedo a hacer interminables colas para que al final nos digan que no hay lo que estamos buscando, tenemos miedo a que nos roben mientras esperamos para comprar comida, o a que nos arrebaten las bolsas de la mano luego de haber comprado. Los venezolanos tenemos miedo cuando estamos en la calle y cuando sale un ser querido, tenemos miedo de enfermarnos porque no sabemos si lograremos que nos atiendan, si funcionarán los equipos para realizarnos exámenes o si habrá reactivos para hacernos exámenes. Y si logramos recibir un diagnóstico todavía queda conseguir el tratamiento que nos prescriban.

Ese miedo es otra razón para unirnos, si de algo pueden estar seguros los venezolanos es que el presente que estamos viviendo va a cambiar. El próximo 6 de diciembre con su voto, movilizados y unidos, daremos un paso fundamental para iniciar el camino hacia el cambio de rumbo de nuestra Venezuela.

El cambio va a llegar a la Asamblea Nacional, desde allí legislaremos para todos, para resolver los problemas que nos aquejan a diario. No importan los chantajes, la propaganda y las amenazas, podrán utilizar los medios propagandísticos que quieran, pero la gente está clara en que las cosas tienen que cambiar.

Los venezolanos merecemos vivir mejor, y el 6 de diciembre es una excelente oportunidad. Con tu voto, junto al de millones de venezolanos que piensan como tú, daremos el primer paso para iniciar el cambio de rumbo de nuestra Venezuela. Los venezolanos merecen una Asamblea Nacional donde se legisle, se controle y se discuta. Una Asamblea Nacional que tenga claras las prioridades, con hombres y mujeres comprometidos que levanten la mano por los intereses de los venezolanos y no de un grupito.

Desde la Asamblea Nacional trabajaremos por ti, para garantizar las condiciones que te permitan progresar. La prioridad será el desarrollo de la producción nacional, la generación de empleo, mejorar el sector  salud y la educación.

Legislaremos para garantizar el abastecimiento pleno, para eliminar las colas para comprar alimentos, medicinas y demás productos básicos. Legislaremos para que los recursos de todos los venezolanos se inviertan en promover la producción nacional y no la importación. Sólo así se podrán generar empleos y se reactivará la economía.

Si algo tenemos los venezolanos es que somos gente luchadora, echada pa’lante. No hay duda,  contamos con el mejor recurso: nuestra gente. En Miranda hemos demostrado que con voluntad y compromiso, no hay obstáculo que no se pueda vencer. Por eso les digo, con toda seguridad, que unidos, trabajando en una misma dirección, con las prioridades claras iniciaremos la superación de este triste capítulo de nuestra historia como país.

Este 6 de diciembre es el día para  decirle a Maduro, Cabello y sus candidatos que no tenemos miedo, que queremos progresar y salir adelante. Vamos a decirle sí al progreso y a las oportunidades para todos por igual. Este 6 de diciembre en Miranda y toda Venezuela vamos a cambiar para progresar.

Somos millones los que queremos un país de oportunidades

Cada “nueva” medida que anuncia el gobierno lo que hace es asegurar la profundización de la crisis económica y social que sufrimos los venezolanos. A lo único que contribuyen los anuncios es a empeorar la ya deteriorada calidad de vida de nuestro pueblo.

Los venezolanos nos pregunadetamos a qué juegan Maduro, Cabello y sus candidatos. ¿Hasta dónde quieren llevar la ola de destrucción que han impuesto en nuestra Venezuela?

Tenemos la inflación más alta del mundo, una escasez 8 veces mayor a la considerada normal en cualquier país y un salario mínimo tan bajo que se necesitan 8,3 para adquirir la canasta alimentaria. Y como es ya costumbre la única respuesta del gobierno es más controles y seguir con el libreto de la guerra económica y sus sospechosos habituales. Con las medidas anunciadas las últimas semanas sólo buscan un efecto electoral pues las mismas no generarán mejoras, muy por el contrario, van a traducirse en más problemas, como ha ocurrido en el pasado.

Este gobierno definitivamente está cada día más desconectado de la realidad que vivimos los venezolanos, que estamos hartos de que nuestro día a día se vaya entre el no tengo y no me alcanza. En cada recorrido que hacemos por nuestras comunidades escuchamos los testimonios de la humillación y la tortura que significa para nuestras mujeres y nuestros hombres comprar los alimentos, productos básicos y medicinas para sus familias.

Este gobierno quiere ver a los venezolanos mendigando la comida que deberían tener garantizada porque tenemos un país que tiene todo lo necesario para producir. No solo tenemos una tierra bendecida, tenemos el mejor país del mundo y contamos con el mejor recurso humano que un país pueda tener.

Los venezolanos estamos cansados de la situación tan difícil a la que nos enfrentamos como consecuencia de las políticas equivocadas de este gobierno, que han desembocado en distorsiones, hangolpeado la productividad y mermado la calidad de vida de nuestro pueblo.

Hablan de Soberanía Alimentaria mientras mantienen retenidas toneladas de comida en  los puertos venezolanos, esperando para sacarlas en diciembre, otra medida electorera para chantajear al pueblo. Pero los venezolanos saben que su futuro y el de sus hijos valen más que una bolsa de comida. El gobierno cree que el pueblo es tonto, pero nada más alejado de la realidad. A diario, en nuestros recorridos, vemos que lo que el venezolano quiere es cambio.

¿Qué madre venezolana no quiere que sus condiciones de vida y las de su familia, mejoren? ¿Quién no quiere un país de oportunidades? ¿Quién no quiere garantizarle bienestar a los suyos?

Es por eso que estamos comprometidos contigo, con cada uno de los venezolanos, con esta lucha para lograr el cambio que nos permita tener un país de progreso y oportunidades para todos. A la vuelta de la esquina, con tu voto el #6D, iniciaremos el cambio de rumbo desde la Asamblea Nacional. Los hombres y mujeres comprometidos con el cambio trabajaremos por tí y los tuyos y seremos tu voz.

Desde la Asamblea Nacional, legislaremos para incentivar la producción nacional, para asegurar la distribución de los productos que consumimos los venezolanos. Para ello debemos eliminar trabas y facilitar trámites para la circulación y distribución de los alimentos y medicinas en el país, estableciendo temporalmente incentivos para la importación de los rubros que acá no se produzcan. Hay que apoyar a los pequeños y medianos productores venezolanos, dándole importancia al esfuerzo privado. Hay que devolver las empresas y los campos expropiados y ponerlos a producir, lo que también se traducirá en la generación de empleo.

Desde la Asamblea Nacional, legislaremos para brindar a los inversionistas seguridad jurídica para que inviertan en nuestro país y para incentivar la producción nacional.

Trabajando unidos podemos lograr estos objetivos y muchos más. Somos millones los que queremos un mejor país para nuestras familias, un país donde lo primordial sea el crecimiento de su población y no el enriquecimiento de un grupito. Esta meta está cada vez más cerca, y podemos alcanzarla todos juntos.

El primer paso lo daremos este 6 de diciembre, con nuestro voto haremos la diferencia por el cambio que el país quiere. Este seis de diciembre salgamos a votar.

¡Vamos a cambiar para progresar!

El 6D comienza el camino para cambiar crisis por progreso

Nu20151022_ADEestras madres en toda Venezuela hacen a diario magia para rendir lo poquito que tienen, entre el salario que cada vez alcanza para menos y la escasez que ha desaparecido hasta las caraotas.

En cada comunidad que visitamos, en cada conversación, está presente la desesperación porque el dinero no alcanza para alimentar a la familia. ¿Y cómo va a alcanzar si el 70% de los venezolanos gana salario mínimo, hoy todavía en 7.421,68 y a partir del 1 de noviembre en 9.648,18, mientras la canasta básica familiar está en Bs. 78.611,55. Ni una familia donde cuatro de sus integrantes ganen salario mínimo llega a cubrir sus gastos básicos.

Los 74 bolívares de aumento diario no alcanzan para un café o para una empanada, tampoco para el transporte diario de una familia o para el de una persona si tiene que trasladarse entre Caracas y Guarenas en transporte público.

La crisis que estamos viviendo los venezolanos ha llegado a niveles alarmantes y el Gobierno no hace nada para revertir esta situación, ni siquiera para desacelerar la caída, cada vez más veloz, de la calidad de vida de nuestro pueblo. Las neveras y los gabinetes en nuestras cocinas están cada vez más vacíos y tienen el descaro de decir que están protegiendo el salario de los venezolanos.

¿Protegiendo el salario? ¿De cuál protección hablan si la pensión de la tercera edad no alcanza para un mercado y comprar las medicinas? ¿Cómo se protege a una familia si no hay comida que comprar? Aumentar el salario mínimo como medida desesperada y aislada porque se saben perdidos en las elecciones parlamentarias, definitivamente no protege a nadie. Ni siquiera los protege a ellos de perder el 6 de diciembre, porque el pueblo está claro; nuestro pueblo sufre a diario las consecuencias de las desatinadas medidas del binomio Maduro-Cabello.

Maduro, Cabello y sus candidatos no han hecho más que burlarse de la necesidad de nuestro pueblo.¿Cómo pretenden que nuestro pueblo viva con 9.648,18 bolívares mensuales? ¿Estarían dispuestos ellos a vivir con menos de 10 mil bolívares al mes? ¿Estarían dispuestos a comer piedras fritas, como dijo recientemente el gobernador Rangel Gómez o a pasar el día en las “colas sabrosas” de Jaqueline Farías?

Tenemos la inflación más alta del mundo y una escasez que supera 8 veces lo que se considera normal para cualquier país. Un gobierno responsable y preocupado por su pueblo hace rato hubiera anunciado medidas de emergencia, pero el gobierno de Maduro insiste en buscar culpables y en desviar la atención, mientras sigue de cumbre en cumbre y de país en país, regalando los recursos de todos los venezolanos.

Además le mienten descaradamente al pueblo al afirmar que la inflación acumulada es de 80%, cuando la misma se calcula en 142% al mes de septiembre. Los venezolanos lo saben, lo sienten cada día en su bolsillo. Un gobierno como el de Maduro que se ha dedicado a destruir el salario no está en capacidad de rescatarlo y lo peor es que tampoco tiene la voluntad de hacerlo.

Los venezolanos están cansados de que este gobierno utilice la necesidad como chantaje. Desde la Asamblea Nacional podemos iniciar el cambio que Venezuela necesita. Desde la Asamblea Nacional trabajaremos para que el ajuste del salario deje de ser una medida aislada e improvisada y sea parte de un conjunto de acciones que realmente le devuelvan el poder de compra a las familias. Desde la Asamblea Nacional, legislaremos por un presupuesto justo donde estén claras las prioridades.

Los venezolanos necesitan una Asamblea Nacional compuesta mayoritariamente por hombres y mujeres comprometidos con el progreso del país y no preocupados por engordar las arcas personales de un grupito. Desde la Asamblea Nacional vamos a legislar para proteger las pensiones de las personas de la tercera edad, para que el dinero que reciban producto de una vida de esfuerzo les alcance. Desde la Asamblea Nacional, vamos a controlar el gasto del gobierno para garantizar que los recursos de los venezolanos se inviertan en el desarrollo de nuestra industria nacional, en la generación de empleo y de oportunidades para los venezolanos. Es fundamental para que el país salga adelante que se incentive la producción nacional y el esfuerzo privado, con un marco legal que genere confianza y no persecución.

Juntos los venezolanos tenemos la fuerza para salir de esta crisis. Nuestros hijos y nietos merecen tener un mejor futuro. El 6D es el primer paso para const
ruir un mejor país, porque con tu voto harás la diferencia entre la vida que tienes hoy y la que quieres tener.

Los venezolanos merecemos vivir bien y con la fuerza de miles que piensan como tú vamos a salir adelante. Este 6 de diciembre tenemos la oportunidad de iniciar el cambio de rumbo de nuestra Venezuela. Vamos a cambiar para progresar.

Nuestro futuro lo construimos juntos

Los venezolan20151014_adeos ven cada día cómo sus sueños se esfuman por la acción de un gobierno que parece tener como meta destruirlo todo a su paso. En 16 años han puesto la vida de nuestro pueblo patas arriba y sus “logros” nos colocan en los titulares por ser primeros en criminalidad, por estar de últimos en cuanto al comportamiento de nuestra economía, por tener el segundo salario más bajo de América Latina, después de Cuba.

Nuestro pueblo sufre el deterioro en cada aspecto de su vida, en el acceso a la salud, en la posibilidad de dar a sus hijos una educación de calidad, en su alimentación, en el acceso a servicios básicos como el agua y la electricidad.

El gobierno puede decir misa y gastar los millones, que no invierte en dar soluciones al pueblo, en cadenas y publicidad para ocultar su ineficiencia, pero nada puede tapar lo que sufrimos cada día los venezolanos. ¿O es que una valla o una cadena resuel
en el problema a tantas familias venezolanas que viven en construcciones improvisadas o temporales, o arrimadas en la casa de un familiar porque no tienen cómo acceder a una vivienda de calidad?

El derecho a la vivienda está consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en todos sus ámbitos. El Estado dará prioridad a las familias y garantizará los medios para que éstas y especialmente las de escasos recursos, puedan acceder a las políticas sociales y al crédito para construcción, adquisición o ampliación de viviendas”.

¿Conocerán los señores del gobierno el texto constitucional? Todo parece indicar que no, porque lo violan a diario descaradamente.

Durante 16 años se han dedicado a despilfarrar los recursos de nuestro pueblo, lo han empobrecido, lo han alejado de sus posibilidades de progreso, del derecho de acceder a una vivienda de calidad y de sentir la tranquilidad de dejar a sus hijos y nietos un techo para su futuro.

Este gobierno ha acumulado una gran deuda social, el déficit de vivienda se calcula en 3 millones de unidades. Pero además, la pérdida de valor del salario, la escasez y los controles con los que pretenden regular la vida de los venezolanos, hacen cada vez más difícil adquirir una vivienda, alquilar y hasta realizar mejoras en el hogar. Un apartamento sencillo de 2 habitaciones no cuesta menos de 15 millones de bolívares Con un sueldo mínimo de 7 mil 422 bolívares, tendríamos que ahorrar más de 160 años de sueldos para comprarla y no hay manera de acceder a un crédito.

Este gobierno olvidó que la vivienda es más que paredes y techos, que se requieren terrenos seguros y proyectos planificados para garantizar a las familias condiciones óptimas de vida, con todos los servicios, con vialidad, acceso a la salud, a la educación y hasta a un empleo cercano al sitio donde se vive. Sólo así se logrará una solución de largo plazo y no una que al poco tiempo se convierta en un problema para las familias.

Y es que no se trata de cuántas casas “regalen”, se trata de que no entregan a las familias el título de propiedad, por lo que nadie es propietario y su casa termina dependiendo de un chantaje político.

Por eso desde la Asamblea Nacional impulsamos una ley para la entrega de la titularidad de la tierra para que puedas dejar a tus hijos aquello que tanto te costó conseguir. Claro que podemos tener un país de propietarios, pero tenemos que trabajar unidos para lograr el triunfo el 6 de diciembre.

El cambio sí es posible. No podemos seguir permitiendo que el dinero que debe invertirse en obras de calidad vaya a los bolsillos de un grupito, es posible cambiar y desde la Asamblea Nacional lo vamos a lograr, porque ahí se debatirán los problemas que afectan a todos los venezolanos, se legislará para todos por igual y nos dedicaremos a trabajar para crear leyes que garanticen la posibilidad de obtener los títulos de propiedad de las viviendas y para que alquilar vuelva a ser una opción.

Sabemos que parece difícil pero esto va a cambiar. No estamos condenados a seguir viviendo así. Sabemos que podemos construir un mejor futuro y juntos lo vamos a lograr. ¡Vamos a cambiar para progresar!

Juntos hagamos posible la Venezuela del SI HAY

20151007_columna“No consigo” y “no me alcanza”, son las dos frases que más se repiten en toda nuestra Miranda y en toda nuestra Venezuela. Este gobierno, en 16 años, acabó con la producción nacional y con el poder de compra de nuestro pueblo.

A la humillación que vivimos los venezolanos en las interminables colas para tratar de acceder a algún producto de primera necesidad, se suma la frustración de no poder comprar lo que necesitas porque el dinero no te alcanza.

Somos el país con mayor inflación del mundo, según cifras extraoficiales acumulamos una inflación de 150% en lo que va de año. Cada día que pasa los precios se incrementan y eso se siente en el bolsillo, aunque el gobierno trate de ocultarlo,. dejando de publicar las cifras oficiales. Nada más en septiembre los precios aumentaron casi 20 por ciento, no hay salario que alcance y lo peor es que no hacen nada para revertir esta situación. Nuestro poder de compra está cada día más limitado y cada vez se pone peor. Los precios aumentan cada día, es muy difícil poder rendir el dinero y mucho menos ahorrar.

Y si adquirir productos básicos es inalcanzable, qué decir de disfrutar un paseo familiar y hasta una película en el cine. ¿Y los juguetes de los niños? Apenas comienza octubre y ya pensar en el Niño Jesús es un dolor de cabeza para los padres, como lo sigue siendo la adquisición de la lista de útiles y uniformes. Todavía hoy son muchas las familias que no han logrado completar todo lo que sus hijos necesitan para ir a la escuela.

No hay hora del día y hasta la noche, que no veamos colas en cada abasto, mercado o farmacia. Pasamos horas en cola, sin importar el inclemente sol o la lluvia, y expuestos a ser víctimas de la delincuencia. Pero además son horas que dejamos de disfrutar con nuestra familia, que dejamos de descansar y también son horas durante las cuales se deja de producir, porque hay quienes hasta tienen que faltar a sus días de trabajo para literalmente, salir de cacería.

¿Y qué hace el gobierno de Maduro y Cabello ante esta situación? Burlarse de las necesidades de nuestro pueblo. Basta con ver cómo los candidatos de Maduro y Cabello, mandan a los venezolanos a comer piedras o a hacer las colas “sabrosas” para conseguir lo más elemental. Cómo se nota que lo único que les interesa es mantenerse en el poder.

Parece que ignoraran el día a día de los venezolanos, pero es peor, y es que conociendo la realidad, no les importa y prefieren mirar para otro lado y cruzarse de brazos. ¿Pensarían que las colas son sabrosas luego de pasar más de cinco horas en una a las afueras de un local bajo la lluvia o el sol? ¿Qué pensarían los candidatos de Maduro y Cabello si tuvieran que vivir un mes con sueldo mínimo? ¿Seguirían con la mal llamada revolución si tuvieran que comer piedras?

Los candidatos de Maduro y Cabello no representan a los venezolanos y no piensan en las necesidades del pueblo sino solo en los intereses personales y partidistas. Ellos son los responsables de la crisis por la que estamos pasando y si algo garantizan es la continuidad, o más bien el agravamiento de esta crisis que estamos viviendo.

Pero todo esto tiene que darnos más razones para unirnos y más fuerza para luchar. Los venezolanos no podemos resignarnos. Nuestra Venezuela tiene todo lo necesario para salir adelante. Para ello tenemos que unirnos, creer en nosotros, en nuestras capacidades y en nuestra Venezuela. En nuestras manos, con nuestro voto el próximo 6 de diciembre, está la fuerza para lograr el cambio que tanto soñamos.

Los venezolanos necesitamos una Asamblea Nacional conectada con las prioridades del pueblo, que legisle para fomentar la inversión y aumentar la producción nacional, que controle y vigile en qué se invierten los recursos para que no se sigan perdiendo. Los venezolanos necesitamos una Asamblea Nacional que exija respuestas a los responsables de esta crisis.

Faltan 60 días para que todos los venezolanos vayamos masivamente a expresarnos por el cambio. Estamos aquí contigo para acompañarte, escucharte, y junto a ti y tu familia vamos a construir las soluciones que nos saquen de esta crisis. Junto vamos a salir adelante ¡Vamos a cambiar para progresar!

Una Venezuela de paz y progreso si es posible

Cada venezolano que cae víctima de la violencia, es una pérdida que enluta no sólo a sus seres queridos sino a todo unnamedel país, es un recordatorio de la irresponsabilidad, la ineptitud, la inacción, la falta de sensibilidad y el irrespeto a los más elementales derechos humanos por parte del gobierno.

Han pasado 16 años d
esde el inicio de esta mal llamada revolución, que se dice humanista, y no hay una sola señal de enmienda por parte de quienes juraron defender la Constitución y garantizar la vida de nuestro pueblo.

Sí. Es difícil de digerir. 16 años y un total de 23 planes de seguridad y, lejo
s de disminuir, la violencia en nuestro país gana cada día más terreno y el número de venezolanos asesinados diariamente se asemeja al de un país en guerra. ¿Qué pensarán Maduro y Cabello sabiendo que nuestra Venezuela, tiene el mayor número de muertes por estallido de granadas, aunque no exista en el país una guerra o conflicto armado?

La inseguridad se ha enquistado a tal punto en nuestro país, que vivimos intranquilos. La angustia se ha convertido en nuestra compañera cada vez que salimos a la calle. Es la compañera de cada madre, padre, hijo, hermano, que teme por la vida de sus seres queridos.

Mientras esto ocurre en sus narices, el gobierno guarda silencio. La impunidad, la corrupción y el amiguismo, se están comiendo al Sistema Judicial. No hay culpables ni responsables. La justicia en el país está podrida, tenemos jueces provisorios a los que solo les interesa estar bien con el gobierno para defender su puesto, dejando a un lado su verdadera responsabilidad. ¿El resultado? De 100 delitos que se cometen en el país, 96 quedan impunes.

Tenemos una Fiscalía General  que no hace nada ante las denuncias. Tenemos un sistema de justicia que no le hace justicia a su nombre, con jueces que se dedican a perseguir a quien piensa distinto, mientras los delincuentes siguen en las calles. A este cóctel se suman centros penitenciarios donde los reclusos se encuentran hacinados, donde el control no lo tienen las autoridades sino grupos organizados. Según el Observatorio Venezolano de Prisiones la capacidad instalada de los centros de reclusión venezolanos es de 19.000 reclusos pero en la actualidad hay 55.007 privados de libertad, lo que representa un hacinamiento de 190%.

¿Cuántos muertos más necesitan para hacer algo? A Nicolás y Diosdado no les importa esta realidad porque ellos si están seguros. Si fueran a las comunidades y realmente escucharan al pueblo sabrían qué sienten nuestras madres.

Todos los venezolanos nos vemos afectados por esta incertidumbre, la violencia nos afecta sin importar colores políticos y esa es una razón más para unirnos.

En lugar de inventarse cada día una nueva guerra imaginaria, deberían dedicarse a ponerle fin a las verdaderas guerras que libran cada día los venezolanos. En lugar de inventarse la guerra económica deberían luchar contra la guerra de la inseguridad, esa que, por cierto, ellos mismos alimentaron.

Este no es el país que quiero y sé que no es el país que tú quieres. Esa Venezuela de paz y progreso donde todos los venezolanos podamos vivir tranquilos sí es posible pero nos necesita a todos. Es la vida de tus hijos, de tus nietos la que está en juego.

Necesitamos mejorar el sistema de justicia del país, que los policías estén en la capacidad de cuidarnos, que los fiscales y jueces hagan su trabajo, sin ataduras partidistas, que los centros de reclusión dejen de ser universidades del delito.

Sabemos que el cambio es posible y desde la Asamblea Nacional vamos a legislar para solucionar la crisis que estamos viviendo todos. Queremos velar porque el Poder Judicial deje de estar sometido por un grupito. Queremos estar en la Asamblea Nacional para garantizar a las gobernaciones y alcaldías los recursos necesarios para las policías regionales y municipales y para velar porque los mismos sean bien ejecutados.

Queremos ser tu voz en la Asamblea Nacional para ponerle un parao a esta situación y vivir tranquilos. Como tú, millones de venezolanos vivimos esta realidad. Tú tienes la posibilidad de elegir, ¡Haz la diferencia!

Juntos, podemos garantizarle un mejor futuro a nuestros hijos, para que cuenten con una Venezuela llena de oportunidades para salir adelante. Este 6D Vota porque ¡Vamos a cambiar para progresar!

El 6D comienza el cambio para mejorar tu calidad de vida

AXAh_nEUY9wLMD-EXBf9_Cgx3MJg-v-Z-_4Bl41NPrg,XIrYzUoNIuJeXBq9QmQTnjjPvCyfROP3NP0MOjVf-D8Nada. Eso es lo que sale de la tubería de la vivienda de Carmen, en Caucagüita, la mayor parte del tiempo. Para la familia de esta mirandina y miles más en nuestra entidad y en toda Venezuela las llaves de agua se han convertido en objetos decorativos. Y es que pueden pasar hasta 45 días sin que una gota se asome por el grifo.

Incluso hay familias que nunca reciben agua por tubería, porque sus viviendas, y muchas veces sus comunidades, son tan improvisadas que ni siquiera cuentan con sistema de tuberías.

Bañarse con tobito y alumbrar con velas es una práctica que se hace cada día más común en nuestra Venezuela. Es una realidad que afecta especialmente a quienes menos tienen, pero que también sufren en zonas clase media. Es una realidad que tenemos que cambiar.

El desabastecimiento, la inflación, la inseguridad y los servicios públicos que no funcionan tienen nuestra calidad de vida en franco retroceso. Este desgobierno de 16 años nos tiene la vida de cuadritos. No hay día en que no se vaya el agua o quedemos a oscuras. Pero para un gobierno al que solo le interesa mantenerse en el poder es más importante acabar con aquello que sirve y utilizar todos los medios del estado para echarle la culpa a otro y desviar la atención de los verdaderos problemas que padecemos y nos unen a los venezolanos.

Estamos pasando la peor situación económica y social jamás vivida en este país, y los responsables se hacen los sordos y miran para otro lado. Cuando tocan el tema es para demandar más sacrificios al pueblo, como con la electricidad, que lo que hacen es pedir que se baje el consumo y castigar con aumentos disimulados. El gobierno no ha invertido en la mejora de la calidad de vida de los venezolanos, cómo se nota que ellos no tienen que enfrentar las carencias que vive a diario nuestro pueblo. ¿Podrán Nicolás y Diosdado resistir una semana, y qué decir de tres meses, sin agua o bañándose con totuma? ¿Estarían dispuestos a hacer una cadena nacional desde una calle inundada y sin luz?

A los mirandinos se les raciona el agua los siete días de la semana, mientras que en algunas calles se ven los botes que inundan las vías. En Guarenas, la alcaldía envía una cisterna 2 veces al mes y eso no alcanza para abastecer ni a la mitad de la población. Pastora vive en Barrio Zulia y nos contó que su esposo y su hijo tienen que bajar de noche 200 escalones para llenar unos tobitos donde una vecina, porque a su casa no llega.

También son constantes las fallas eléctricas, la luz se va a diario y a veces pasa días sin volver, lo que no sólo afecta la calidad de vida de la familia sino que incide en la vida útil de los electrodomésticos que, de paso, ya ni se pueden reparar o sustituir porque no hay repuestos ni equipos y si los hay sus precios son inalcanzables.

El gobierno centralizó los servicios públicos y con eso afectó el cumplimiento de las funciones y competencias que son propias de alcaldías y gobernaciones. Los alcaldes son los gobernantes más cercanos al  pueblo y los gobernadores coordinan el trabajo de las regiones para que las soluciones lleguen a las comunidades, es por eso que entregarle el mantenimiento al Gobierno Nacional fue un error que hoy estamos padeciendo.

Buscan lograr a través de control de los poderes e instituciones, que deberían estar al servicio del pueblo, lo que no lograron con los votos. Con sus medidas politiqueras sabotean la gestión de autoridades locales, como en el caso de la basura en Sucre, donde hasta secuestraron y quemaron compactadoras, que en definitiva no son del alcalde sino del pueblo. Han sido quince años de saboteo, de promesas no cumplidas.

Se olvidaron de la fiesta del agua y de la fiesta del asfalto y en el caso de nuestros vecinos de Guarenas y Guatire, siguen arrastrando la promesa de Metro, que prometieron para el 2012 y sigue siendo un sueño. Estas comunidades siguen padeciendo, además de la falta de agua y los cortes constantes de energía eléctrica, las interminables colas para desplazarse a Caracas por el retraso en la construcción del Metro y la falta de mantenimiento de la vialidad.

No podemos seguir permitiendo más abusos, merecemos tener mejor calidad de vida y eso es posible con una Asamblea Nacional donde se legisle para todos por igual. En materia de servicios públicos se requiere invertir en infraestructura, mantenimiento, tecnología, capacitación y concientización y se necesita que funcionen los mecanismos de contraloría para que los recursos no se desvíen y los responsables respondan por su gestión.

Desde la Asamblea Nacional vamos a luchar para cambiar esas políticas de Maduro y Diosdado que nos afectan a todos. Tener servicios públicos que funcionen, requiere voluntad y que la comunidad se organice. Estamos hablando de años de abandono, pero no necesariamente se requieren años para comenzar a ver un cambio. Si bien es cierto que se requiere el desarrollo de proyectos de envergadura, hay medidas que pueden tomarse para comenzar a hacer la diferencia.

Por ejemplo, en el caso del agua, hay que poner a funcionar al 100% las plantas existentes y hay que evitar que se siga botando el agua, tanto en el sistema, como del medidor hacia adentro. Las cisternas no son la solución, son solo una medida efectista con la que le quieren hacer creer a la gente que la están atendiendo.

A medida que la población crece deben aumentar los servicios, pero hace al menos 18 años que en el país no se construye un embalse, cuando la meta es que se construyan dos embalses por año.

A los venezolanos nos unen los problemas. Se necesitan servicios públicos confiables para que nuestras familias puedan mejorar su calidad de vida. Tener un suministro de agua, electricidad, gas, contar con vialidad y transporte que funcionen es fundamental para la superación de la pobreza y para que la economía crezca.

Es importante que las comunidades se unan y se organicen para exigir la solución, para crear conciencia y plantear alternativas. Hoy más que nunca debemos luchar unidos por nuestros derechos. Si votamos masivamente podemos iniciar la construcción del cambio.

Este 6D es la oportunidad de hacerte escuchar y hacer la diferencia, piensa en el futuro de tus hijos, ellos son el motor de esta lucha. Caminemos juntos hacia el cambio, tú eres el protagonista, tú eres la fuerza del cambio. Este 6D es el primer paso hacia el cambio,  ¡Vamos a cambiar para Progresar!

Este 6D pensemos en el futuro de nuestros niños

Evelyn, una mirandina que creció en Los Naranjos, en Guarenas, nos contó que un recuerdo que siempre la acompaña, es la emoción que sentía cuando llegaba el momento de comprar los útiles y uniformes para un nuevo año escolar. Nos decía que, aunque con sacrificio, sus padres siempre lograban organizarse para cubrir todo lo solicitado en la lista y que hoy ve, con profunda tristeza, la frustración de su hija, quien, ni juntando tres salarios logró comprar a su niña todo lo necesario. “Le tocó endeudarse y buscar chivas de zapatos y ropa, porque cada vez alcanza para menos y además hay cosas que no se consiguen”.ade

Como Evelyn, siempre vi el regreso a clases como una temporada de alegría. Pienso que no hay dinero mejor invertido que el que se coloca en la educación de nuestros niños. Pero hoy, hasta los más pequeños viven la angustia de la escasez y los altos costos. Ellos, nuestros niños, el presente y futuro de nuestra Venezuela, ya no comen lo que deben sino lo que hay, o para lo que llega; ya no tienen el par de zapatos que más les gusta o que mejor les queda. En cambio los vemos descalzos por su comunidad o caminando como pueden con zapatos apretados o demasiado grandes. Nuestros niños se sienten tan afectados por esta crisis que son los primeros que salen a nuestro encuentro para decir lo que les falta para ir a la escuela.

Este gobierno irresponsable convirtió la alegría del regreso a clases en angustia y frustración para las familias venezolanas, especialmente las más necesitadas. Hoy arrancan las clases y todavía hay niños en todos los rincones de nuestra Venezuela que no tienen uniforme o sus preciados útiles para poder estudiar.

Nuestros hombres y mujeres enfrentan todos los días al enemigo de la inflación y la escasez, producto de las políticas equivocadas de este gobierno. Mientras, los responsables miran para otro lado y se inventan guerras imaginarias para distraer la atención de los verdaderos problemas. ¿Acaso con los cierres fronterizos y la deportación masiva de nuestros hermanos colombianos bajaron los precios de los útiles y los uniformes, o se encuentran los artículos de papelería que están desaparecidos?, ¿Acaso los anaqueles se llenaron de productos para que las madres puedan armar las loncheras de sus niños?, ¿Acaso las madres procesadoras del Programa de Alimentación Escolar tienen  todo lo necesario para dar a nuestros niños una alimentación balanceada en las escuelas?

Maduro y su cúpula corrupta viven en un país de fantasía. Creyendo que todavía con 150 bolívares mensuales pueden alimentar todo el mes a un niño con el Programa de Alimentación Escolar. ¡7 bolívares por día por niño! Ya ni un caramelo se compra por ese monto. Cómo se nota que los del gobierno  no dependen del Programa de Alimentación Escolar para alimentar a sus hijos y nietos y no les duelen los 7 mil bolívares que puede representar rellenar la lonchera de un niño durante un mes.

El problema de la escasez y la inflación, lo vivimos por las medidas económicas de un gobierno irresponsable, que ha acabado con la producción nacional expropiando y arrinconando a la empresa privada. Lo hecho en Venezuela se ha sustituido por alimentos importados, casi vencidos, al doble de lo que cuestan.

Se llenan la boca hablando de la “soberanía alimentaria” pero si en los anaqueles no hay productos, ¿qué van a ofrecer las cantinas este año escolar? Definitivamente este es el gobierno de las loncheras y cantinas vacías. “Venezuela Avanza”, esa es la promesa con la que bombardean a los venezolanos desde hace 15 años. Pero ya nadie se come ese cuento. Los venezolanos están muy claros: lo único que ha hecho este gobierno nefasto es que nuestra Venezuela retroceda. Despilfarraron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia y se fue a sus bolsillos.

No podemos seguir dejando en manos del gobierno de Maduro el futuro de nuestro país, que se sigan llenando los bolsillos y el pueblo pasando necesidades. Aquí, lo que hace falta es inversión para la producción nacional e incentivos para los pequeños y medianos empresarios. Generar confianza para atraer más y mejores inversiones.

Nosotros sabemos cuál es la solución y desde la Asamblea Nacional vamos a trabajar porque el país mejore, legislando y vigilando que los recursos sean bien administrados, impulsando la producción nacional y debatiendo los problemas.

Sabemos que al igual que tú hay millones de venezolanos que están pasando por esta situación, sabemos que crees que difícil salir de esto, pero no es así. Juntos podremos salir de esta situación y tener el país que merecemos. Es hora de darle un parao a la ineptitud del gobierno de Maduro y a la crisis que nos agobia.

Como madre, como venezolana y como servidora pública, estoy convencida de que la educación es el mejor regalo que les podemos ofrecer a nuestros niños. La educación es la base sobre la que se construye un país. Que nuestros niños tengan una educación de calidad, que puedan crecer sanos y bien alimentados es posible. Por nuestros niños debemos seguir trabajando unidos para lograr el cambio, y el próximo 6 de diciembre tenemos una oportunidad de iniciar el cambio de rumbo de nuestra Venezuela.

Tu voto el 6 de diciembre hará posible una Asamblea Nacional donde se discutan los verdaderos problemas que nos afectan a todos los venezolanos, hará la diferencia entre la vida que tienes hoy y la quieres tener y garantizar a tus hijos. Pensemos en el futuro de nuestros hijos, ellos son el motor de esta lucha #UniónYCambio

En tu voto está el poder de dar a tus hijos el futuro que sueñas

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La próxima semana comienzan las clases, pero nuestras madres y padres continúan viviendo la pesadilla en la que se ha convertido la adquisición de útiles, uniformes y hasta el pago de las matrículas para que sus hijos puedan estudiar. En cada comunidad a la que vamos no hay madre o padre que no nos cuente las calamidades que están pasando para comprar lo necesario para el inicio del año escolar.

Luisa, en Los Naranjos de Guarenas, nos dijo que para comprar los zapatos a su hijo necesita un mes de sueldo. “Uno tiene que decidir entre comer o comprarle los zapatos a los muchachos”, me dijo entre lágrimas.

No hay derecho a que en un país como nuestra Venezuela, con las reservas de petróleo más importantes del planeta, nuestras madres tengan que vivir esta angustia. Pero a este gobierno irresponsable, no le interesa la educación de nuestros niños, sino seguir generando historias para distraer la atención de los verdaderos problemas que nos aquejan.

Mientras muchos de nuestros niños van a clase porque allí es donde reciben prácticamente el único alimento que consumen en un día, por cierto cada vez más limitado por la escasez y los altos costos, Maduro va de banquete en banquete por el mundo.

Mientras Maduro se dedica a viajar de país en país, en Venezuela las vacaciones escolares no fueron para hacer turismo sino para ir de librería en librería y de tienda en tienda, buscando los útiles y uniformes que, además de escasos, están por las nubes y han llevado a las familias a endeudarse y hasta a recurrir a sus prestaciones sociales para tratar de darle a sus niños lo necesario para su educación.

Si este gobierno en lugar de despilfarrar la bonanza petrolera más importante de nuestra historia se hubiera dedicado a invertir en nuestra Venezuela, en incentivar la producción nacional, hoy tendríamos una industria sólida y produciríamos todo lo necesario, incluidos los útiles y los uniformes, que hoy se importan. ¿Por qué no hay útiles y uniformes y cuando se encuentran el dinero no alcanza? Porque desde 2014, las industrias y los importadores no reciben divisas para adquirir la materia prima.

Este año comprar los útiles y uniformes cuesta 362,4% más que el año pasado, según datos del Cendas. Mientras, en junio de 2014 los precios rondaban los 19.771 bolívares, este año se encuentran en más de 91 mil. Estamos hablando de que una familia venezolana necesita 13,6 salarios mínimos para adquirir los uniformes y útiles de un niño. ¿Qué decir de una familia que tiene más de dos niños en edad escolar?

Esta es una razón más para unirnos. Esta situación no distingue entre colores políticos y así como nos unen los problemas tenemos que trabajar juntos para encontrar las soluciones. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos y no podemos permitir que nos quiten la esperanza de darles ese futuro de progreso que soñamos para ellos.

Por eso los invito a ponerse la mano en el corazón y a preguntarse si ésta no es la crisis más brava que hemos vivido en nuestra Venezuela. ¿Y qué hacer ante esto? Definitivamente no podemos quedarnos de brazos cruzados, el próximo 6 de diciembre tenemos la oportunidad de darle un giro al rumbo de nuestro país. Somos mayoría los que queremos cambio y tenemos que trabajar todos los días para seguir sumando voluntades.

Con una Asamblea Nacional compuesta por hombres y mujeres comprometidos con nuestro pueblo y no con un partido político, y que además tengan claras las prioridades, se acabará la regaladera y el derroche de los recursos que son de todos los venezolanos, y se invertirá en el desarrollo de nuestra Venezuela, en la educación – que es el mejor escudo contra la pobreza-, en la salud, en el desarrollo de nuestra industria, en la seguridad, en la generación de empleo…

Este 6 de diciembre tenemos una enorme oportunidad con lo único que tenemos los venezolanos, nuestro voto. Desde la Asamblea Nacional alzaremos nuestra voz y lucharemos para mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Un cambio en la Asamblea Nacional es el inicio de un cambio en el país, para salir adelante y progresar. Tu voto el 6 de diciembre hace la diferencia entre la vida que tienes hoy y la que quieres para tus hijos #UniónYcambio