Mantengamos la conexión con nuestros sueños

Un 15 de marzo, hace cuatro años, publiqué en este mismo espacio un artículo que titulé “Escuchen la poderosa voz de las venezolanas”, que fue la última actualización que realicé en mi blog antes de las líneas que están leyendo.

Muchas circunstancias me mantuvieron alejada de este canal que para mí siempre fue muy importante, y era una deuda pendiente volver a conectarme con ustedes por este medio. Tras esta pausa, quiero contarles acerca de los proyectos en los que me estoy enfocando, siempre con la mente puesta en nuestra Venezuela. Pero también me parece que es momento de hablarles de mis raíces, que en definitiva determinan quién soy y también hacia dónde voy.

Como venezolana, tengo la convicción de que las mujeres tienen un rol fundamental en el proceso de reconstrucción de nuestro país y por eso, con humildad, deseo compartir mi experiencia con todas las que desde su propio espacio siguen luchando por un futuro de progreso y oportunidades.

Yo soy una caraqueña nacida en la parroquia Altagracia y registrada en la parroquia San José, pero siendo muy pequeña mis padres se mudaron al municipio Baruta del estado Miranda y prácticamente pasé toda mi vida en esa maravillosa entidad, a cuyo pueblo tuve la oportunidad de servir.

Desde mi más temprana infancia comenzó a crecer en mí el concepto de trabajar por el bien de la comunidad. De hecho, desde muy joven fui voluntaria en el hospital San Juan de Dios, y toda mi adolescencia fui colaboradora en centros de salud. Siempre pensé que mi vida era de servicio y así sigue siendo; esa es mi vocación y por eso me identifico con la frase de la madre Teresa de Calcuta que expresa que “quien no vive para servir no sirve para vivir”.

De allí mi decisión de estudiar urbanismo, porque es una carrera que analiza las relaciones de las personas con el entorno, y busca resolver los problemas de la gente, de los servicios públicos. Gracias a Dios pude vincular mi carrera, mi vocación, con la política, y tener logros que me han llenado de satisfacción y experiencias de las que he aprendido muchísimo.

Algo por lo que me siento muy afortunada es por haber nacido en el seno de una familia que valora mucho la educación y el trabajo. Soy nieta de inmigrantes, y mis abuelos llegaron a Venezuela sin nada; pero gracias a su esfuerzo, mis padres fueron de las primeras generaciones que pudieron estudiar. Gracias a ellos aprendí el amor por los libros y por la formación académica, algo que todavía hoy me acompaña y me permite seguir creciendo y adquiriendo los conocimientos necesarios para continuar aportando ideas en beneficio de los venezolanos.

También estoy orgullosa y agradecida por el hecho de que mi educación siempre fue dentro del sistema de enseñanza pública, primero en la Escuela Experimental Venezuela, luego en liceos del Estado y finalmente en la Universidad Simón Bolívar, donde me gradué como urbanista.

Gracias a esa preparación aspiré y obtuve un crédito de Fundayacucho, que me permitió realizar una maestría en planificación regional y urbana.

De modo que si de algo puedo dar fe es de la importancia que tiene contar con una educación pública de calidad, y es por eso que junto a todo el equipo de Miranda puse el alma para fortalecer el sistema educativo del Estado. La educación es la clave que le abre las puertas a todas las personas sin importar el lugar y las condiciones de su nacimiento.

Al culminar la universidad, contraje matrimonio y con el crédito mi esposo y yo viajamos a Estados Unidos, donde nació mi primera hija. Pero en mis planes siempre estuvo regresar para trabajar al servicio de los venezolanos. Mi destino era volver al país, así lo sentí entonces y ese mismo sentimiento es el que me acompaña hoy.

Al regresar a Venezuela, siendo todavía muy joven, ingresé en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, y con apenas 28 años fui directora general sectorial de Planificación de Transporte. Luego comencé a trabajar en la Universidad Simón Bolívar, específicamente en el Instituto de Estudios Regionales y Urbanos. Estando allí me contactó Henrique Capriles cuando se preparaba para ser candidato a la alcaldía de Baruta. Enseguida me sentí identificada con su proyecto y deposité mi confianza en él. Aunque hasta este momento no había tenido contacto con el mundo de la política, ayudé en la elaboración de su programa de gobierno y cuando me di cuenta ya estaba enganchada en su gestión.

En Baruta, fui primero directora de planificación y luego directora general. También ejercí como alcaldesa encargada, cuando Henrique decidió lanzarse por la gobernación de Miranda. El siguiente paso, también junto a Capriles, fue afrontar la secretaría de Gobierno cuando asumió como gobernador. Así que pude seguir trabajando en equipo con él y con muchas personas que hicieron grandes aportes.

En Miranda tuvimos una gestión muy exitosa centrada en la educación, porque esta es capaz de cambiar la vida de las personas. De allí que entre los logros me gusta destacar las 60 nuevas escuelas que construimos y entregamos a los mirandinos para fortalecer la enseñanza de los niños y jóvenes.

Cuando Henrique decidió ser candidato presidencial quedé encargada de la gobernación, una experiencia extraordinaria que tuve la oportunidad de vivir dos veces, pues nuevamente quedé al frente de la gestión con su segunda candidatura. Los retos y desafíos que esto supuso y la entrega que implica la lucha para que todo salga bien me hicieron una persona más fuerte. Nuestra labor le marcó la vida a muchas personas que se vieron tocadas de forma positiva, por lo que puedo decir llena de emoción y también de orgullo, que la satisfacción del trabajo realizado es algo que me acompañará toda la vida.

Llegado el momento, me enfrenté a una nueva etapa en la que trabajé por mi propia candidatura para diputada por el circuito 4 del estado Miranda, y luego, una vez elegida, asumí los desafíos que se me plantearon como representante ante la Asamblea Nacional. Fue una experiencia novedosa que me expuso más al mundo de la política, pues si bien en el año 2000 comencé a militar en Primero Justicia, mi trabajo siempre había estado orientado a la gestión pública.

Muy pronto me vi obligada a tomar una decisión que me llevó a replantearme todo. Mientras ejercía como diputada y habiendo estado tan vinculada por varios años con el Gobierno mirandino comencé a sufrir amenazas. Me sentía desconcertada y un día salí prácticamente con mi cartera y mi pasaporte. Pero el alejamiento geográfico no significa que haya dejado atrás a Venezuela. Muy por el contrario, en mi mente estuvo desde el primer momento encontrar el camino que me permitiera seguir sirviendo a mi país. Eso es algo que nadie me puede impedir.

Entonces, me propuse estudiar para seguir trabajando por Venezuela desde el ámbito internacional y apliqué para un postgrado en la Universidad de Harvard, en la que fui admitida. Aunque no pude ingresar porque no tenía los recursos necesarios, el solo hecho de haber sido aceptada en una de las casas de estudios superiores más importantes y prestigiosas del mundo, fue un gran logro para mí.

En ese momento, una vez más, la vida fue generosa conmigo y me permitió nuevamente servir a mi país, ahora en el exterior, a través del Banco Interamericano de Desarrollo donde ingresé en 2019 como Consejera Senior. Actualmente, todos los proyectos que estamos desarrollando están orientados a la reconstrucción del país. Pero adicionalmente, me sumé al grupo de trabajo de Venezuela del Atlantic Council, un Think Tank o tanque de pensamiento, a través del cual se generan nuevas ideas y recomendaciones prácticas en torno a los problemas más apremiantes que enfrenta el país.

Particularmente, mis esfuerzos se dirigen a apoyar a las líderes que han estado en la política y tienen mucho que ofrecer para la reconstrucción de nuestra querida patria.

Como mujer y servidora pública estoy convencida de que el haber estado siempre conectada con mi fuerza interior, me ha permitido mantener en alto mis aspiraciones, vencer el miedo y no permitir que nadie dañe mis ilusiones. Y es que no se puede avanzar si no se tiene un sueño.

Haber tenido esto presente en momentos críticos fue clave para mí. Por ejemplo, cuando estaba en la Alcaldía de Baruta mi esposo, ahora mi exesposo, quien es ingeniero de petróleo, consiguió trabajo en El Cairo, Egipto, y pensamos que para nuestras dos hijas de 5 y 10 años en ese entonces, lo mejor era que estuvieran con su papá para poder estudiar allá en un colegio internacional. Pero llegado el momento, lo que era una circunstancia temporal se volvió permanente y me vi en la necesidad de repensar mi vida, mi familia y mi relación. Yo tenía que seguir trabajando en mi misión como servidor público en Venezuela y tenía dos niñas a las que dar el mejor ejemplo: que uno no se debe desconectar de lo que quiere y lo que sueña.

Viendo en retrospectiva ese momento, que representó un gran sacrificio para nosotros como familia, estoy segura de que fue una decisión acertada, pues pude darles a mis hijas el mejor ejemplo al ir detrás de mis sueños.

Hoy puedo decirles a las venezolanas que siguen luchando por sus comunidades, por sus estados y por el país, que la mejor inversión que uno puede hacer es conservar su propio capital, lo que implica educarse y quererse con la misma intensidad con la que queremos a los nuestros.

Las mujeres en Venezuela llevan el peso de la crisis sobre los hombros; pero a la vez tienen un rol fundamental para su solución. Y es que las venezolanas son luchadoras, son las que están al frente del hogar y son líderes naturales.

Las mujeres somos capaces de todo, podemos lograrlo y cada una desde su propio espacio está haciendo todo lo posible por conseguir el cambio que tanto anhelamos los venezolanos.

¡Sigamos adelante luchando para hacer realidad nuestros sueños!

Por qué Miranda dirá NO a Héctor Rodríguez

Metro-Guarenas-Guatire-758x506Basta pasearse por la carrera de Héctor Rodríguez para darse cuenta de que, por dónde ha pasado, ha dejado retroceso. El hijo de Maduro, que es el nuevo aspirante del régimen a la Gobernación de Miranda, que nunca ha hecho nada en beneficio del pueblo, nos quiere hacer creer que es la solución para problemas que ellos mismos crearon en sus 18 años de gestión y que, en todo ese tiempo, no han hecho nada por resolver.

Y es que Héctor Rodríguez, siendo un joven que se llena la boca hablando de compromiso social, ha demostrado ser distante del dolor de nuestro pueblo y no ser capaz de ponerse en sus pantalones. Siendo tan cercano a Maduro, no ha ofrecido soluciones, solo promesas vacías.

En menos de dos años Héctor Rodríguez fue electo diputado por el estado Bolívar, luego se enchufó como constituyentista, con lo que demuestra su irrespeto a nuestra Carta Magna, y sin que hayan transcurrido dos meses, ya aspira dirigir un estado, evidenciando que lo único que le interesa es un cambur porque lo que tiene es sed de poder .

Y teniendo todo el poder a su alcance, como ministro de Educación, no le dio prioridad a la construcción de escuelas, prometió 100 en 2014  y construyó 17 en todo el país, y tampoco impulsó el Programa de Alimentación Escolar.

Para lo que sí fue sumamente diligente fue para la entrega de dólares de Cadivi mientras estuvo al frente del Ministerio del Deporte. Tan sólo el 7 de diciembre de 2011, informó a través de su cuenta de twitter la asignación de 2 millones 570 mil 277 dólares para la participación de competidores en pruebas de automovilismo. Por algo la Fiscalía y su sucesora, Alejandra Benitez denunciaron falsificaciones y pedidos fraudulentos de divisas durante la gestión de Rodríguez.

Y como ministro de la Juventud, ¿alguien recuerda su gestión? No vimos acciones a favor de nuestros jóvenes que están tan necesitados de atención y de oportunidades. ¿Por qué con tanto poder no hizo nada por los venezolanos? La respuesta es sencilla: por falta de voluntad, porque no tiene sensibilidad y no le interesan los problemas de nuestro pueblo.

Qué podemos esperar de quien, siendo ministro para la Educación, al referirse a la campaña para erradicar la pobreza dijo: «no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos». Una frase vergonzosa para la historia que deja muy clara la voluntad que pondrá para crear oportunidades para los mirandinos.

El candidato de Maduro, el hijo de Maduro, es corresponsable de la crisis que estamos viviendo,  no hizo nada para superarla, para acabar con el hambre, para ofrecer oportunidades a nuestros niños y jóvenes. ¿Qué puede ofrecerle a Miranda el candidato del gobierno que tiene 18 años en el poder y que nos ha llevado a una crisis humanitaria?

Para el gobierno y por lo tanto para Héctor Rodríguez, Miranda no es más que un trofeo que ansían poseer; tienen una obsesión con Miranda. Por eso crearon Corpomiranda como premio de consolación para Jaua cuando Henrique Capriles le ganó las elecciones. ¿Y de qué sirvió, qué hicieron por nuestro pueblo más allá de campaña política y de sabotear la gestión de quien fue electo por los mirandinos?

El hijo y ahora abanderado de Maduro, solo representa el atraso, ese que se ve la “obra” del Metro de Guarenas, que debió estar listo en 2012 y cuyas columnas para lo único que sirven es para pegar propaganda y para mostrar la desidia y la indolencia de quienes se han robado los recursos de los venezolanos, los han malbaratado y los han invertido tan mal que lo poco que han hecho se deteriora antes de ser concluido, con lo cual incluso se dificulta darle continuidad.

Rodríguez ha estado en el gobierno por años y es ahora que viene a firmar compromisos, cuando lo que se requieren son acciones. Se llena la boca diciendo que ahora Miranda será productiva, habla de educación y salud, cuando desde el gobierno, lo único que han hecho es quitarle recursos a Miranda y quitarle competencias a la gobernación.

Héctor Rodríguez quiere ser gobernador de un estado, cuando es enemigo de las gobernaciones. ¿Quién olvida que su mentor, Aristóbulo Isturiz, le dijo en una oportunidad a los venezolanos que el objetivo era “desbaratar” las gobernaciones?

Ahora el hijo de Maduro, como está en campaña, viene haciendo promesas a los docentes mirandinos, de quienes se burló cuando fue ministro. ¿Por qué, no aseguró los recursos para los docentes de Miranda cuando estuvo frente al despacho de educación? En 2015 les ofreció enviar recursos para la homologación, hizo el paro de estar ocupándose, pero nunca envió un solo bolívar; de modo que el candidato de Maduro le debe a los docentes de Miranda 607 millones 677 mil 184 bolívares.

Durante su gestión en el Ministerio de Educación, también tuvo el descaro de decir que todos los maestros debían tener iguales condiciones y se mostró dispuesto a homologar pero hacia abajo. De hecho en días recientes, estando ya en campaña, Héctor Rodríguez se reunió con los bomberos de Miranda para garantizarles mejoras contractuales, y al enterarse de que reciben 130 días de aguinaldo, les dijo que eso no podía ser porque lo legal es 90 días. Está muy claro, lo que Héctor Rodríguez quiere es desmejorar a los trabajadores de Miranda.

Votar por el hijo y candidato de Maduro es votar por Maduro y ¿quién quiere a Maduro gobernando? ¿Qué puede ofrecerles luego que le quitaron a los mirandinos los hospitales y los ambulatorios? Hoy los mirandinos cuentan con atención de salud no gracias a la gestión del Ministerio de salud o de Corpomiranda, sino gracias al esfuerzo que hicimos, desde cero, para crear Salud Miranda, un sistema que sí le lleva soluciones al pueblo de Miranda.

Pero además la gestión de Rodríguez está empañada por las denuncias de corrupción que pesan en su contra, que no voy a enumerar porque se irían estas líneas en hacerlo, pero están allí para quien quiera verlas, para el escrutinio de todos los mirandinos y de los venezolanos.

El pueblo de Miranda lo sabe y por eso ha manifestado su intención de voto a favor de quien sí ha demostrado que trabaja con y por el pueblo.  Miranda no puede permitirse retroceder. Miranda necesita que su próximo gobernador continúe el camino de progreso que trazamos junto a Henrique Capriles.

Carlos Ocariz encabeza un equipo que sí está para luchar junto a su pueblo. Por eso contamos con tu apoyo para que salgas a votar el 15 de octubre. Si no participas dejas tu futuro en manos de Maduro. Si votamos ganamos y podremos seguir trabajando juntos por construir la Miranda y la Venezuela que soñamos.

Tenemos que seguir luchando para quitarle las gobernaciones al régimen y para avanzar hacia el cambio definitivo que queremos todos los que creemos en Venezuela, en la democracia y en la libertad.

Votar en las regionales es una apuesta por la libertad

banderaCuando el gobierno lanzó la convocatoria a las regionales lo hizo pensando en dividir  a los venezolanos y seguro de que la Unidad no tendría tiempo de organizarse; pero se equivocó. Estamos listos para enfrentarlos electoralmente, que es el terreno al que tanto pánico le tienen porque saben que somos mayoría, que el pueblo se cansó de sus mentiras y de sus marramucias.

Maduro y su cúpula saben que si votamos podemos ganar las 23 gobernaciones y van a buscar engañar y distraer para que pisemos el palito de la desmotivación a fin de desmovilizar. Por eso es fundamental que todos tengamos clara la importancia de las regionales, para que sepamos por qué tenemos que votar y llamar al voto.

Aquí no hay espacio para falsas expectativas. Las regionales no van a cambiar el gobierno, tampoco vamos a votar por una promesa electoral, porque si algo ha hecho el régimen es arruinar a las gobernaciones y está claro que nada va a cambiar en cuanto a la distribución de recursos para las regiones. De lo que se trata es de no ceder espacios, de conquistar nuevos y de defenderlos de las pretensiones totalitarias.

Con nuestra participación estaríamos dando un paso más hacia el cambio, pues el cambio político en el país requiere que ganemos las gobernaciones. Este no es momento de retirarse, debemos valernos de las herramientas que establece nuestra Constitución para avanzar.

Por eso, si usted quiere continuar haciendo resistencia ante los desmanes del régimen, votar es el arma constitucional que tiene a la mano. El voto es el arma a la que más le teme el gobierno. En cambio no ejercer tu derecho a elegir, no participar, es hacerle un favor al gobierno; es precisamente lo que está esperando con ansias. Y creo que no hay demócrata en este país que quiera facilitarle el camino a Maduro y sus enchufados. Por eso es clave el triunfo en las regionales.

Bien lo decía recientemente el Padre Luis Ugalde: “Con estas votaciones no acabaremos con la dictadura, pero son una buena oportunidad para movilizarse, activar a la población, mejorar su organización y calentar la calle con nuevos temas y motivos. Activarnos contra el hambre y la criminal prohibición de la ayuda humanitaria internacional y por las gravísimas carencias que sufre la mayoría de la población en comida y medicinas, con salarios cada vez más pobres con inflación cercana a 900%”.

Además, no participar es hacerle el trabajo a un gobierno que desde hace años, ha ido acorralando a gobernaciones y alcaldías, quitándoles competencias, retrasando la entrega de los recursos que les corresponden, con lo que han atentado de manera flagrante contra la autonomía que les atribuye la Carta Magna.

No votar y así permitir que las gobernaciones sean tomadas por asalto por el régimen sería entregar el país, darle una patada a la descentralización y con ello a la idea de gobiernos que realmente conozcan a sus comunidades y trabajen con ellas en la defensa de sus derechos. Quieren centralizar todo acabando con la posibilidad de gobiernos independientes en nuestras regiones, que piensen en sus ciudadanos antes que en los intereses del grupo de gobierna desde Miraflores.  No votar es jugar a favor de quienes lo que buscan es centralizarlo todo y subordinarse al régimen de Maduro.

Quiero cerrar estas líneas con una frase de mi amigo y candidato al Gobernación de Miranda, Carlos Ocariz: “Este es un paso más hacia adelante para rescatar la libertad y la democracia en Venezuela, es un paso que no podemos renunciar, no podemos tirarlo al piso, al contrario, tenemos que seguir luchando, seguir avanzando”.

¡Votar es una apuesta por la libertad de nuestra Venezuela y por el cambio!

¡Tres veces SÍ por Venezuela!

20170714ade1Maduro y su cúpula criminal le tienen terror al pueblo organizado. Así lo han demostrado al impedir el revocatorio y las elecciones regionales; lo dejan claro con la represión para evitar la protesta; ahora lo corroboran con una nueva medida de Conatel contra los medios, para evitar que llamen a la Consulta Soberana y no le den cobertura al hecho político más importante de los últimos tiempos.

Saben que el domingo los venezolanos iremos masivamente a expresarnos y quieren ocultar a toda costa el fracaso que será el invento de simulacro que lanzaron a última hora.

Es precisamente para vencer la censura y la mentira que todos tenemos la obligación de salir a buscar a nuestros hermanos venezolanos, piensen como piensen, y sin importar cómo hayan pensado en el pasado, para unirnos y decirle a Maduro, con contundencia, que RECHAZAMOS su fraude constituyente.

Son muchos los venezolanos que no conocen los detalles de la Consulta Soberana porque son pocas las vías que tenemos los demócratas para hacer llegar nuestro mensaje. Es por eso que hasta el mismo domingo tenemos que ser agentes de comunicación de este proceso para que todos sepan cuáles son las preguntas a las que vamos a responder y conozcan dónde podrán expresarse.

Evitar el fraude de Maduro y su camarilla depende de todos y cada uno de nosotros, de lo que hagamos para recuperar nuestra libertad y nuestra democracia. Sigamos el ejemplo de nuestros jóvenes; su trabajo y compromiso son motivo de orgullo y nos llenan de esperanza.

El régimen hace todo para desmoralizarnos pero hay que tener claro que este proceso es irreversible. Claro que ha sido cuesta arriba, pero son muchos los logros. Para muchos era imposible que los demócratas obtuviéramos la mayoría de la Asamblea Nacional y lo hicimos. La realidad es que somos mayoría y el gobierno lo sabe y es por eso que no quiere medirse.

Quieren imponer por la fuerza lo que no van a conseguir por los votos. Se saben perdidos y están tan desesperados que, no conformes con montar unas elecciones amañadas gastando recursos que se necesitan para atender las necesidades básicas de nuestra gente, recurren al chantaje, a la amenaza, para sembrar temor con el fin de que los venezolanos no se expresen este domingo 16 y de obligarlos a participar, contra su voluntad, en el proceso constituyente. Vimos esta semana, de Maduro para abajo, a todos los voceros del régimen amenazando a los empleados públicos y anunciando que no habrá dólares para quienes no asistan al proceso constituyente. ¡Cobardes!

Pero nuestro pueblo ya conoce bien las prácticas de este gobierno y está muy claro que ya no tiene nada que perder. Por eso, este domingo le diremos a Maduro que rechazamos su fraude constituyente.

Son tres las preguntas a las que los venezolanos le diremos SÍ: 1.¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela? 2.¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional? 3.¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional?

Es importante reiterar que el domingo podrán manifestar su voluntad en los puntos habilitados en Venezuela y en el exterior, todos los venezolanos mayores de 18 años, con sólo presentar la cédula de identidad y sin importar si está o no inscrito en el registro electoral.  Para ubicar el Punto Soberano más cercano para expresarse este domingo pueden ingresar en www.crdvenezuela.com.

Son infinitas las razones que tenemos para el cambio, nuestro pueblo tiene años de sufrimiento por un gobierno corrupto, indolente e irresponsable. Pues ese sufrimiento hay que convertirlo en fuerza para salir adelante, en unión para oponernos a la continuación de este gobierno que cada vez hunde más a nuestra amada Venezuela.

Este 16 de julio los venezolanos haremos historia: saldremos masivamente a defender nuestra Constitución, nuestra libertad y nuestros derechos.

Los demócratas somos mayoría y así lo demostraremos este domingo cuando digamos Sí por Venezuela.

Nada detiene este pueblo ejemplar

20170506fotoadeLos venezolanos tenemos 38 días continuos manifestando en la calle nuestro repudio al golpe de Estado perpetrado por el peor gobierno de nuestra historia, que tiene a los venezolanos sumidos en la peor crisis social y económica que jamás hayamos vivido.

Tras estos 38 días de represión contra un pueblo que exige libertad y lucha por recuperar el hilo constitucional, hemos perdido a 37 venezolanos, han resultado heridos 717 y al menos 1976 han sido detenidos. Y cada uno de estos días, al igual que los 18 años anteriores, lo que hemos visto es un gobierno de espaldas al pueblo, inconmovible, incapaz de reflexionar, que en cada discurso y con cada acción lo que suelta es odio.

Mientras hablan de paz, de amor y vida, venezolanos mueren, son heridos o ilegalmente apresados por defender sus convicciones. Mientras hablan de democracia secuestran el derecho de todo un pueblo a elegir, mientras hablan de defender la Constitución la pisotean. Y todo esto por su insaciable ambición, por sus deseos de perpetuarse en el poder. Bien decía nuestro Libertador, Simón Bolívar: «Es una manía miserable el querer mandar a todo trance».

Pero a este gobierno le queda poco tiempo. La furia con la que agreden a nuestro pueblo, no demuestra más que el pánico de quien se siente acorralado. El terror que tratan de imponer es un reflejo del que ellos mismos sienten. Su cobardía les impide dar la cara. La amenaza y el miedo que quieren sembrar se ha convertido en un bumerán y se ha transformado en una fuerza indetenible para salir adelante, para seguir luchando y defendiendo nuestro país.

Hemos visto también cómo han ido aumentando los ataques hacia los representantes de los medios de comunicación. Agreden y humillan a la prensa porque necesitan ocultar la verdad sobre su política corrupta y opresora. El pasado 3 de mayo, día en que se conmemoraba la libertad de prensa, se vivió la mayor persecución y censura a quienes tienen como labor informarnos.

Hemos visto cómo grupos paramilitares acompañados de los organismos de seguridad atacan a periodistas. Son 200 los trabajadores de la prensa agredidos las últimas semanas; por eso, exigimos a la Fiscalía que active todos los mecanismos para que esto no siga sucediendo en nuestra Venezuela.

En nuestro país se dio un golpe de estado, no se respeta la Constitución, no se convocan elecciones, tenemos presos políticos, no se respeta la vida. Por eso seguimos en la calle. Este sábado, en toda Venezuela, salimos las mujeres en defensa de nuestros niños, de nuestros jóvenes, de nuestras familias. Salimos portando como arma el amor por nuestra Venezuela, el deseo de que las nuevas generaciones puedan tener un futuro de oportunidades. La respuesta fue la acostumbrada: permanecer ocultos detrás de las barricadas militares y policiales.

Pero los venezolanos ya no tenemos nada que perder. Estamos en las calles defendiendo nuestros derechos. Esta lucha, que apenas comienza, terminará con la gloria de ver a Venezuela como un país libre, donde se respete a cada uno de sus ciudadanos.

Este bravo pueblo está dando una demostración ejemplar para rescatar la democracia. ¡Sigamos adelante, unidos cambiaremos a Venezuela!

¡Los venezolanos exigimos votar!

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El 2017 apenas inicia, aun no ha culminado el mes de enero y ya los pronósticos para este año se han agravado bajo la mirada indiferente de quienes insisten en perpetuarse en el poder.

Ese es el objetivo de Maduro y su combo: mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Por eso ignoran con un descaro sorprendente los reclamos de un pueblo que está hambriento y no sólo por falta de alimentos, sino también por falta de justicia, de seguridad, de salud. Un pueblo que quiere elegir, y cuyo derecho a hacerlo le ha sido arrebatado, nada menos que por quienes deberían asegurárselo.

Una mayoría cada vez más amplia clama por los cambios que nos lleven a superar las innumerables y cada vez más profundas dificultades que sufrimos los venezolanos. Nunca como hoy, a unos pocos días de su conmemoración, el espíritu que impulsó el 23 de enero de 1958, había estado tan vigente. Esa fecha es una demostración de que cuando los venezolanos trabajamos unidos podemos triunfar, sin importar los obstáculos. El pueblo no debe olvidarlo y tampoco deben hacerlo quienes detentan el poder, que actúan como si Venezuela fuera su hacienda personal, cuando son ellos quienes deben rendir cuentas al país.

No hablo de gobierno porque lo que hacen Maduro y compañía no es gobernar, esta seguidilla de decisiones que tienen a Venezuela en la crisis más grave de nuestra historia es un desmadre. El país volvió a ocupar la vergonzosa posición de liderazgo como el más corrupto de América Latina. Maduro y su combo siguen embuchándose la riqueza del país mientras el pueblo pasa hambre. No es casual que también encabezamos la lista en el índice de miseria. Tristes noticias que deben impulsarnos a no desfallecer en nuestra lucha por hacer que el futuro no se parezca a esta realidad que enfrentamos hoy.

Una realidad que exhibe hondas heridas, como las que dejan el hambre y la inseguridad. Duele profundamente cada niño que, como Keiner, ha muerto de hambre, o está en riesgo por una severa desnutrición.  Son muchas las familias que sufren de hambre: ¿Quién puede vivir con el segundo salario mínimo más bajo de América Latina, cuando una familia de 5 miembros necesita casi 19 mil bolívares diarios para comer y cerca de 25 mil para cubrir los gastos de la canasta básica. ¿Cómo explican que incluso luego del aumento decretado por Maduro el ingreso diario quedó en 2 dólares, cuando en Haití es de casi 5 dólares?.

Horroriza saber que en 2016 más de 29 mil venezolanos fueron asesinados en el país y que se registró la cifra más elevada de funcionarios policiales asesinados en comparación con los 5 años anteriores, en total 414. No es de extrañar que más del 50 por ciento de los venezolanos que se van del país lo hagan principalmente por la inseguridad.

Y mientras el venezolano lucha por sobrevivir, lo único que les interesa en Miraflores es ocultar la realidad, callar a quienes los confrontan y paralizar a los entes que aún pueden hacer contrapeso. Eso es lo que hemos visto recientemente en decisiones como la del Tribunal Supremo de Justicia al quitar a la Contraloría de la República la potestad de control sobre los entes adscritos al Ministerio para la Defensa, para traspasarlo a la Contraloría General de la Fuerza Armada; en las medidas contra la Asamblea Nacional;  en la privación ilegal de la libertad del diputado Gilber Caro por quien este miércoles nos trasladamos a San Juan de Los Morros a exigir su liberación. A Gilber se le está violando su inmunidad parlamentaria y a la fecha ni sus familiares ni sus abogados han tenido contacto con él.

La respuesta ante todos estos atropellos sigue siendo la misma: una solución pacífica, constitucional, electoral  y democrática. El voto es el arma que tenemos los demócratas, los que queremos la paz y el cambio estable para nuestra Venezuela.

Este es el primer año, desde enero de 1958, que los venezolanos son privados de su derecho a elegir mediante el voto. Votar es nuestro derecho y en la calle debemos exigir su respeto, porque como decía Octavio Paz: Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos.

Nicolás Maduro no impedirá el cambio en Venezuela. No hay cúpula corrupta que pueda con un pueblo decidido a cambiar.

¡Los venezolanos estamos cansados de la crisis y EXIGIMOS  VOTAR!

¡Seguimos juntos por el 20!

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Es difícil imaginar que alguien no se conmueva ante el sufrimiento de una madre o de un niño. Es aún más difícil pensar que un funcionario público no se inmute cuando millones de madres, padres y niños de nuestra Venezuela sufren a diario por el hambre, por la imposibilidad de encontrar o comprar un medicamento.

Resulta inaudito que alguien, especialmente si es mujer, teniendo en sus manos la posibilidad de hacer viable la solución política que dará paso a la salida de la crisis que tiene a nuestro pueblo pasando penurias, prefiera esconder la cabeza como el avestruz.

Pero por increíble que parezca, las 4 señoras del CNE, encabezadas por la señora Lucena, son muy sensibles para ofenderse ante los reclamos de los venezolanos, pero no cuando se trata de hacer algo por nuestro pueblo.

Ellas no saben que ante la falta de harina, la gente hace arepas de mamón, no saben que más del 60% de los venezolanos no come tres veces al día. O lo que es peor, lo saben y escogen no hacer nada.

Parece que lo único que motiva a estos irresponsables del gobierno es defenderse a ellos mismos. Concentran a todos los funcionarios policiales para evitar que los venezolanos se expresen, como ocurrió este miércoles para evitar que llegáramos al CNE, mientras caían nuevas víctimas producto de la violencia.

A pesar de los obstáculos de Nicolás Maduro y su cúpula nefasta, los venezolanos vamos a forjar el futuro de nuestra Venezuela. Entérese señora Lucena, más del 80% del país quiere revocar a Maduro. El referéndum es un hecho y ni usted, ni nadie, podrá cambiar la voluntad de los venezolanos.

Nada nos detendrá en nuestra ruta. No importan los piquetes policiales, los ataques, los insultos y todo lo que hagan a través de sus genuflexas instituciones. Aquí hay un pueblo unido, organizado, que no tiene miedo. Si alguien tiene miedo es Nicolás Maduro, porque sabe que lo vamos a revocar. Le tienen terror al pueblo, a esa democracia participativa que tanto pregonan.

El pueblo sabe que el Revocatorio es el recurso con el que cuenta para decidir en medio de la peor crisis que ha vivido el país. Las señoras del CNE también lo saben, por eso nuevamente postergaron su pronunciamiento sobre la fecha para el 20%. ¿A qué le tienen miedo? O es que están esperando que su jefe Nicolás Maduro o Jorge Rodríguez
les digan qué hacer. Y es que no cuesta nada imaginarse por qué se reúnen con Rodríguez pero no son capaces de recibir a la Unidad.

Definitivamente la imparcialidad que se espera de un organismo electoral no es lo que caracteriza al CNE, como tampoco la “Dama Ciega” sirve para representar la “justicia” que se imparte desde el Tribunal Supremo, desde donde han declarado inconstitucionales las leyes aprobadas en la Asamblea Nacional para hacer frente a la crisis.

Cada día que pasa vemos cómo el gobierno sigue de espaldas a la realidad del país. Este gobierno demostró que no puede solucionar los problemas que padece nuestro pueblo. En cambio los venezolanos sí vamos a demostrar, una vez más, que el pueblo organizado puede más que cualquier poder corrupto que se aferra a sus privilegios.

Los dueños de Venezuela somos los venezolanos, no la cúpula que nos gobierna. Juntos somos poderosos, unidos somos invencibles y entre todos vamos a construir este país que tanto queremos. Sigamos juntos ¡Vamos por el 20!

El cambio viene y nada lo detiene

La desesperación del gobierno ante la contundente demostración democrática que dio nuestro pueblo con la recolección de firmas para iniciar el proceso del Revocatorio, se hizo evidente los últimos días en cada aparición pública de Maduro y su combo, tanto dentro como fuera de nuestra Venezuela. Mostraron también lo desconectados que están de los problemas que sufre nuestro pueblo.3

Para el Gobierno que tengamos récord de escasez, que este año llega a 83%, que en los hospitales no haya cómo alimentar a los enfermos, ni fórmula para los recién nacidos, no son suficientes razones para que los diputados de la Asamblea Nacional censuremos al ministro de alimentación. La respuesta de Maduro ante la solicitud de destituir al ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres por sus desmanes, es restringir por decreto la posibilidad de que el parlamento apruebe las mociones de censura contra el vicepresidente y sus ministros, alegando que busca garantizar  la continuidad en la ejecución de las medidas económicas de emergencia. ¡Vaya justificación! Como si no fueran precisamente las medidas de este gobierno las que han llevado a nuestro país a la peor crisis de nuestra historia.

Este gobierno lo que tiene es que garantizar los derechos de nuestro pueblo pero todo lo que hace empuja en la dirección contraria. Prefiere ver cómo los venezolanos mueren por falta de medicinas e insumos médicos antes que aceptar que organismos internacionales, que solo esperan la autorización del Gobierno venezolano, nos envíen las medicinas que tanto necesitamos.

Aún más, este gobierno tiene la desfachatez de seguir invirtiendo en armas y equipo militar, como lo demostró esta semana con la llegada al país de helicópteros militares, mientras la ausencia de material médico quirúrgico en los hospitales es de 95% y el desabastecimiento de medicinas de 90%. Definitivamente las prioridades del gobierno no son las mismas que las de nuestro pueblo.

Mientras la deuda con el sector farmacéutico alcanza 3.500 millones de dólares, esta semana Maduro anunciaba, como un gran logro, la aprobación de 4 millones de dólares para la producción de una empresa del sector, lo que no alcanza para nada.

Mientras nuestro pueblo ve cada vez más limitada su alimentación, la ministra Delcy Rodríguez, afirma en la OEA que con los alimentos que el Gobierno ha importado se podría alimentar a 3 países. ¿Dónde se ha visto semejante descaro? Qué manera de burlarse de los miembros de este foro internacional y de los venezolanos.

A la ya larga lista de atropellos se suma ahora la nueva decisión del TSJ que declara inconstitucional la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda. Esta decisión no nos sorprende, es lo que ha venido haciendo Tribunal Supremo de Justicia, que es el brazo político del gobierno. Esto  se evidencia en el hecho de que sus argumentos son los mismos argumentos de Maduro y los que esgrimieron los diputados del Psuv cuando estábamos discutiendo la Ley.

Lo que queda claro, una vez más, con esta decisión, es que al Gobierno no le interesa que nuestro pueblo sea propietario, que lo subestiman, asumiendo que los que tienen menos no tienen posibilidad de ser dueños de sus viviendas. ¿Quién no quiere ser propietario de la casa donde vive, donde está criando a sus hijos?

Ante su debilidad política, lo que quiere este gobierno es mantener el chantaje. Sólo quieren mantener el poder y lo hacen a costa de lo que sea.

La única manera de que nuestro pueblo pueda salir de esta crisis es con un cambio de gobierno. Hay que cambiar el gobierno para cambiar la situación social y económica de nuestra Venezuela.

Los venezolanos no son tontos, están cansados de las burlas, las mentiras y los chantajes y no tienen miedo. Nuestro pueblo ya no tiene nada que perder, ¿qué más va a perder si han perdido familiares por la violencia, por la crisis del sector salud, si no tienen alimentos?

Nuestro pueblo quiere un cambio, quiere ser propietario de su vivienda, de su futuro, quiere que sus hijos tengan oportunidades y quiere salir de esta situación trágica que estamos viviendo con la inseguridad, la escasez, la inflación…

Los diputados de la Unidad, desde la Asamblea Nacional, vamos a seguir activos aprobando leyes que son buenas para nuestro pueblo, así las declaren inconstitucionales. Venezuela va a cambiar y estas leyes como la de vivienda, la del bono de alimentación y medicinas para jubilados y pensionados, la de producción, entrarán en vigencia.

Son precisamente estas las razones que motivaron a los venezolanos a manifestar su voluntad de cambio por la vía constitucional, electoral, pacífica y democrática. Los venezolanos hemos demostrado que juntos, sumando nuestras voluntades, podemos hacer posible aquello que soñamos.

Los del PSUV pensaron que las trabas nos detendrían, pero sólo nos han hecho más fuertes y continuamos unidos hacia el siguiente paso, trabajando con entusiasmo, esperanza y organización.

En la Unidad tenemos el compromiso de cuidar cada firma, porque estas representan la voluntad de cada venezolano que quiere cambio. Nosotros estamos enfocados en defender los derechos de nuestro pueblo, que se han visto vapuleados reiteradamente por una cúpula gobernante que solo piensa en defenderse a sí misma y en mantener a toda costa sus privilegios.

Recogimos 2 millones 600 mil firmas, luego del proceso de validación interna entregamos al CNE, el día lunes, 1 millón 800 mil y ya se verificaron las 80 cajas de firmas entregadas, un total 200.220 planillas, 178.600 planillas completas con 10 firmas por planilla para 1.786.000 firmas y 21.620 planillas que no estaban completas con las 10 firmas. Los venezolanos cumplimos de sobra el requisito del 1% inventado por el CNE y estamos preparados para salir a reafirmar nuestra solicitud para que se active el Revocatorio.

Por eso este miércoles desde las 9 de la mañana vamos a movilizarnos desde las cercanías del metro de Bello Monte hasta el CNE para exigir respeto a nuestros derechos. El CNE debe dar respuesta a los venezolanos e informar los centros donde iremos a validar nuestra voluntad.

No somos los venezolanos los que tenemos miedo, es el gobierno el que le tiene miedo al pueblo unido y organizado y por más intentos que hagan, si algo no van a quitarnos es la esperanza.

El cambio depende de nosotros, de nuestra fuerza para activar el Revocatorio. El Revocatorio va y va este año, porque en la unión de los venezolanos está la fuerza para avanzar.

Venezuela consolida el camino hacia el cambio

Nuestro pueblo se crece en las dificultades y mientras más obstáculos pone el gobierno, tratando de torcer la voluntad de los venezolanos más profundo se arraiga el sentimiento
20160428075958 (1) de cambio.

Que en horas hayamos logrado superar las firmas necesarias para iniciar el proceso del Revocatorio y que la hayamos superado en más de 8 veces demuestra que nuestro pueblo clama cambio y que está decidido a lograrlo por la vía constitucional.

La masiva movilización de nuestro pueblo para expresar su voluntad de activar el Referendo Revocatorio contra el gobierno de Nicolás Maduro reafirma la contundencia de los resultados del 6 de diciembre.

Mientras más provocaciones y ataques contra nuestro pueblo más nos aferramos a nuestra Constitución que en artículo 72 establece: “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley…”

¡Con Maduro no hay futuro! y por eso todo el país se movilizó para firmar por el cambio. Sabemos que incluso muchos se quedaron con ganas de firmar porque pensaron hacerlo los próximos días pensando en el lapso de 30 días que fijó el CNE. La realidad es que nuestro pueblo superó las expectativas que nos habíamos planteado de tal forma que no se requiere seguir recogiendo firmas, sino más bien destinar nuestros esfuerzos a realizar el proceso de validación interna, para luego proceder a llevar las firmas con la solicitud del inicio del Referendo Revocatorio en los próximos días.

Hay que recordar que los lapsos que se establecen en el reglamento del CNE suman un total de 228 días, pero esos son los tiempos máximos, no significa que no podamos acelerar aquellos lapsos que dependen de nosotros. Hay que recordar que estamos en una carrera contra el tiempo con un contendor que no respeta ni sus propias reglas. A quienes se quedaron sin firmar en esta ocasión les decimos que tengan su firma preparada para cuando llegue el momento de recoger ese 20% para solicitar la convocatoria de un referendo para revocar el mandato de Maduro.

Este millón y 500 mil firmas se lograron en poco más de 30 horas, no días, prácticamente de manera espontánea, porque no hubo una campaña previa, sino que se aprovechó la convocatoria a una movilización, hablan de nuestra capacidad de organización pero, sobre todo, de la capacidad de respuesta de los venezolanos.

Esa misma capacidad de respuesta aflorará cuando a todos los que firmamos esta semana nos convoquen a la validación de nuestras rúbricas. Y estoy segura de que se manifestará una vez más para sumar los 4 millones que necesitamos para revocar el mandato de Maduro.

Mientras el gobierno, ante las exigencias de nuestro pueblo, da cada vez más muestras de desesperación, la fuerza y el deseo de cambio de nuestro pueblo se consolida en un gran movimiento social por el cambio, por la exigencia del respeto de sus derechos fundamentales, que han sido, descarada y recurrentemente, vulnerados por este gobierno irresponsable.

Este domingo es el Día del Trabajador, y no tengo duda que será uno de los más tristes que recuerde nuestro pueblo. Seguimos teniendo el segundo salario más bajo de América Latina, a pesar de los ajustes, con los que se ha llenado la boca Maduro. Una familia de cinco miembros necesita 17,6 salarios mínimos para cubrir sus necesidades básicas. ¿Qué familia venezolana está en capacidad de hacer frente a esta situación?

¿Qué familia venezolana no identifica quiénes son los responsables de que estemos viviendo la peor crisis de nuestra historia? Crisis que no se limita, como todos sabemos, a lo económico sino que afecta cada aspecto de la vida de nuestro pueblo.

Son muchas las razones para el cambio que están representadas en cada una de las firmas que recogimos. Los venezolanos firmaron para revocar las colas, la inflación, la escasez, la inseguridad la crisis de salud. Los venezolanos quieren cambio pero un cambio pacífico, constitucional, electoral y profundamente democrático.

Quiero agradecer a nuestro pueblo Mirandino y a todos los venezolanos por su participación entusiasta, gracias a ustedes es que vamos a lograr el cambio. Agradezco a Henrique Capriles, con quien trabajé por tantos años, por guiarnos por este camino que está dando importantes frutos.

Definitivamente, cuando se hacen las cosas bien pasan cosas buenas y nuestro pueblo organizado, hará de nuestra Venezuela el país de progreso que todos soñamos.

 

 

 

Ante cada obstáculo más organización

ADEcabildo1La crisis en nuestro país se profundiza cada día, y mientras caemos por el barranco el gobierno mira impávido y hasta toma decisiones que lejos de detener la caída la precipitan.

Todo parece indicar que el Gobierno se ha estado dejando guiar por Maquiavelo quien, en El Príncipe, afirmaba que “…en verdad, no hay otro medio más seguro de posesión que la ruina” y que “… el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla”.

Es eso precisamente lo que están haciendo Maduro y sus combo con nuestra Venezuela, destruirla. Y para lograrlo no cesan de inventar triquiñuelas, de ignorar leyes e interpretar a su antojo el texto constitucional.

Se escudan en un Tribunal Supremo de Justicia que se empeña en legalizar la trampa y taparear los desmanes de un Gobierno que ha saqueado a nuestra Venezuela, mientras, a la par, se las ingenian para “inconstitucionalizar” textos fundamentales de nuestra Carta Magna, esa que ellos mismos refrendaron en 1999.

Definitivamente la discrecionalidad de este Gobierno no tiene nombre.  Son capaces de pasar por encima hasta de los derechos de nuestros abuelos, obstaculizando la Ley del Bono de Alimentación y Medicinas, que aprobamos recientemente en la Asamblea Nacional. También se oponen a que los venezolanos que han recibido viviendas de programas del Gobierno, hagan valer su derecho a la propiedad. Y es que para ellos, lo que es bueno para el pavo no necesariamente es bueno para la pava, y mientras ellos acumulan propiedades pretenden que el pueblo viva prestado, dependiendo de los “favores” del gobierno.

Este Gobierno quiere mantenerse atornillado a costa del chantaje, la manipulación y el abuso de poder. Y qué más abuso de poder que quitarle potestades a la Asamblea Nacional. Qué mayor abuso de poder que cambiar las reglas del juego con el partido comenzado, como pretende hacer el CNE, agregando requisitos cada vez que la Unidad exige le sean entregadas las planillas para recoger el 1% de las firmas para solicitar la activación del Referendo.

Siguiendo órdenes emanadas de Miraflores, el TSJ pretende hacer de la Asamblea Nacional, elegida por la mayoría de los venezolanos y que acaba de cumplir 100 días de su instalación, un órgano decorativo. Pero nuestro pueblo y el mundo saben que la mayoría parlamentaria de la Unidad sí está comprometida con el progreso y el futuro de nuestra Venezuela y continuará batallando, por mandato popular, por crear el marco que permita el desarrollo de nuestro país.

Si usaran la creatividad que tienen para torcer la voluntad del pueblo y brincarse las leyes, para resolver los problemas que nos afectan a los venezolanos, seríamos una potencia mundial. Pero Maduro es el mayor productor de obstáculos de la historia y la única forma de quitar el tapón que mantiene contenido el progreso de nuestra Venezuela es cambiar el Gobierno.

Prefieren destruir al país antes que perder sus privilegios y soltar el poder. Ellos seguirán buscando cómo mantenerse atornillados, pero nosotros, los venezolanos, hemos demostrado de sobra que no hay poder que pueda con la voluntad del pueblo organizado.

En sólo un fin de semana 2 millones de personas nos manifestaron su voluntad de firmar por el Revocatorio  y es precisamente a eso a lo que le tienen miedo. Es precisamente por eso que el CNE sigue dando vueltas para entregar las planillas. Es precisamente por eso, y no para ahorrar electricidad, que Maduro aprovechó el 19 de abril para decretar no laborable el 18 y así ganar tiempo. Pero se les acabarán las excusas y mientras más demoren en entregarnos el formato de las planillas, más rápido recogeremos las firmas. Responderemos a los obstáculos con  más organización. El Revocatorio es un clamor popular que crece a diario en nuestras comunidades en toda nuestra Venezuela.

Este gobierno quiere burlarse de los venezolanos pero se equivoca si cree que nuestro pueblo se va la va a calar. No se confundan. Nuestro pueblo está cansado de los constantes abusos, de las dilaciones, del mal uso de los recursos, de la escasez, de lo golpeado que está su bolsillo, de la violencia que cada día enluta nuestras familias. Pero nuestro pueblo sabe que la vía para salir de este Gobierno y de la crisis en la que nos ha hundido es el voto.

Nuestro pueblo, a pesar de las provocaciones que recibe a diario en cada cadena de televisión, en cada cola y con cada quincena, quiere salir de este gobierno de forma pacífica, constitucional, electoral y democrática.

Por eso realizamos un Gran Cabildo Abierto para exigir a Tibisay Lucena que demuestre respeto al pueblo venezolano y entregue las planillas.

Los venezolanos clamamos cambio para nuestro país a través del Revocatorio y con organización y en unidad lo vamos a lograr. ¡Unidos sacaremos a nuestra Venezuela adelante! ¡El cambio va!