Muchas veces cuando iniciamos un camino no tenemos la certeza de hasta dónde llegaremos, más que por nosotros, por la naturaleza del recorrido. Cuando comencé a trabajar con Henrique Capriles supe que debía quedarme, mis intereses personales trascendían, los beneficiarios de mi trabajo me impulsaban a querer seguir, a querer expandir un proyecto.

Hoy hago un espacio para recordar. Recuerdo mi primer día, así como cada uno en los que las decisiones se hicieron difíciles, también recuerdo los momentos en los que dudé. Y ahora comparto con ustedes la sonrisa que viaja desde ese sentimiento de satisfacción que encuentro al recordar. ¡Lo hicimos! ¡Pudimos! ¡Seguiremos!
Un honor y una pasión servir junto a Henrique Capriles a nuestro país. Empezamos de a poco, llegamos a más, pero nunca será demasiado, porque el amor por nuestra nación es fuente inagotable de la gestión del cambio. Ya dimos un paso, estamos en primarias. ¡Arriba Miranda! ¡Arriba Venezuela! ¡Sí hay un camino!