El cambio viene y nada lo detiene

La desesperación del gobierno ante la contundente demostración democrática que dio nuestro pueblo con la recolección de firmas para iniciar el proceso del Revocatorio, se hizo evidente los últimos días en cada aparición pública de Maduro y su combo, tanto dentro como fuera de nuestra Venezuela. Mostraron también lo desconectados que están de los problemas que sufre nuestro pueblo.3

Para el Gobierno que tengamos récord de escasez, que este año llega a 83%, que en los hospitales no haya cómo alimentar a los enfermos, ni fórmula para los recién nacidos, no son suficientes razones para que los diputados de la Asamblea Nacional censuremos al ministro de alimentación. La respuesta de Maduro ante la solicitud de destituir al ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres por sus desmanes, es restringir por decreto la posibilidad de que el parlamento apruebe las mociones de censura contra el vicepresidente y sus ministros, alegando que busca garantizar  la continuidad en la ejecución de las medidas económicas de emergencia. ¡Vaya justificación! Como si no fueran precisamente las medidas de este gobierno las que han llevado a nuestro país a la peor crisis de nuestra historia.

Este gobierno lo que tiene es que garantizar los derechos de nuestro pueblo pero todo lo que hace empuja en la dirección contraria. Prefiere ver cómo los venezolanos mueren por falta de medicinas e insumos médicos antes que aceptar que organismos internacionales, que solo esperan la autorización del Gobierno venezolano, nos envíen las medicinas que tanto necesitamos.

Aún más, este gobierno tiene la desfachatez de seguir invirtiendo en armas y equipo militar, como lo demostró esta semana con la llegada al país de helicópteros militares, mientras la ausencia de material médico quirúrgico en los hospitales es de 95% y el desabastecimiento de medicinas de 90%. Definitivamente las prioridades del gobierno no son las mismas que las de nuestro pueblo.

Mientras la deuda con el sector farmacéutico alcanza 3.500 millones de dólares, esta semana Maduro anunciaba, como un gran logro, la aprobación de 4 millones de dólares para la producción de una empresa del sector, lo que no alcanza para nada.

Mientras nuestro pueblo ve cada vez más limitada su alimentación, la ministra Delcy Rodríguez, afirma en la OEA que con los alimentos que el Gobierno ha importado se podría alimentar a 3 países. ¿Dónde se ha visto semejante descaro? Qué manera de burlarse de los miembros de este foro internacional y de los venezolanos.

A la ya larga lista de atropellos se suma ahora la nueva decisión del TSJ que declara inconstitucional la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda. Esta decisión no nos sorprende, es lo que ha venido haciendo Tribunal Supremo de Justicia, que es el brazo político del gobierno. Esto  se evidencia en el hecho de que sus argumentos son los mismos argumentos de Maduro y los que esgrimieron los diputados del Psuv cuando estábamos discutiendo la Ley.

Lo que queda claro, una vez más, con esta decisión, es que al Gobierno no le interesa que nuestro pueblo sea propietario, que lo subestiman, asumiendo que los que tienen menos no tienen posibilidad de ser dueños de sus viviendas. ¿Quién no quiere ser propietario de la casa donde vive, donde está criando a sus hijos?

Ante su debilidad política, lo que quiere este gobierno es mantener el chantaje. Sólo quieren mantener el poder y lo hacen a costa de lo que sea.

La única manera de que nuestro pueblo pueda salir de esta crisis es con un cambio de gobierno. Hay que cambiar el gobierno para cambiar la situación social y económica de nuestra Venezuela.

Los venezolanos no son tontos, están cansados de las burlas, las mentiras y los chantajes y no tienen miedo. Nuestro pueblo ya no tiene nada que perder, ¿qué más va a perder si han perdido familiares por la violencia, por la crisis del sector salud, si no tienen alimentos?

Nuestro pueblo quiere un cambio, quiere ser propietario de su vivienda, de su futuro, quiere que sus hijos tengan oportunidades y quiere salir de esta situación trágica que estamos viviendo con la inseguridad, la escasez, la inflación…

Los diputados de la Unidad, desde la Asamblea Nacional, vamos a seguir activos aprobando leyes que son buenas para nuestro pueblo, así las declaren inconstitucionales. Venezuela va a cambiar y estas leyes como la de vivienda, la del bono de alimentación y medicinas para jubilados y pensionados, la de producción, entrarán en vigencia.

Son precisamente estas las razones que motivaron a los venezolanos a manifestar su voluntad de cambio por la vía constitucional, electoral, pacífica y democrática. Los venezolanos hemos demostrado que juntos, sumando nuestras voluntades, podemos hacer posible aquello que soñamos.

Los del PSUV pensaron que las trabas nos detendrían, pero sólo nos han hecho más fuertes y continuamos unidos hacia el siguiente paso, trabajando con entusiasmo, esperanza y organización.

En la Unidad tenemos el compromiso de cuidar cada firma, porque estas representan la voluntad de cada venezolano que quiere cambio. Nosotros estamos enfocados en defender los derechos de nuestro pueblo, que se han visto vapuleados reiteradamente por una cúpula gobernante que solo piensa en defenderse a sí misma y en mantener a toda costa sus privilegios.

Recogimos 2 millones 600 mil firmas, luego del proceso de validación interna entregamos al CNE, el día lunes, 1 millón 800 mil y ya se verificaron las 80 cajas de firmas entregadas, un total 200.220 planillas, 178.600 planillas completas con 10 firmas por planilla para 1.786.000 firmas y 21.620 planillas que no estaban completas con las 10 firmas. Los venezolanos cumplimos de sobra el requisito del 1% inventado por el CNE y estamos preparados para salir a reafirmar nuestra solicitud para que se active el Revocatorio.

Por eso este miércoles desde las 9 de la mañana vamos a movilizarnos desde las cercanías del metro de Bello Monte hasta el CNE para exigir respeto a nuestros derechos. El CNE debe dar respuesta a los venezolanos e informar los centros donde iremos a validar nuestra voluntad.

No somos los venezolanos los que tenemos miedo, es el gobierno el que le tiene miedo al pueblo unido y organizado y por más intentos que hagan, si algo no van a quitarnos es la esperanza.

El cambio depende de nosotros, de nuestra fuerza para activar el Revocatorio. El Revocatorio va y va este año, porque en la unión de los venezolanos está la fuerza para avanzar.

Venezuela consolida el camino hacia el cambio

Nuestro pueblo se crece en las dificultades y mientras más obstáculos pone el gobierno, tratando de torcer la voluntad de los venezolanos más profundo se arraiga el sentimiento
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Que en horas hayamos logrado superar las firmas necesarias para iniciar el proceso del Revocatorio y que la hayamos superado en más de 8 veces demuestra que nuestro pueblo clama cambio y que está decidido a lograrlo por la vía constitucional.

La masiva movilización de nuestro pueblo para expresar su voluntad de activar el Referendo Revocatorio contra el gobierno de Nicolás Maduro reafirma la contundencia de los resultados del 6 de diciembre.

Mientras más provocaciones y ataques contra nuestro pueblo más nos aferramos a nuestra Constitución que en artículo 72 establece: “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley…”

¡Con Maduro no hay futuro! y por eso todo el país se movilizó para firmar por el cambio. Sabemos que incluso muchos se quedaron con ganas de firmar porque pensaron hacerlo los próximos días pensando en el lapso de 30 días que fijó el CNE. La realidad es que nuestro pueblo superó las expectativas que nos habíamos planteado de tal forma que no se requiere seguir recogiendo firmas, sino más bien destinar nuestros esfuerzos a realizar el proceso de validación interna, para luego proceder a llevar las firmas con la solicitud del inicio del Referendo Revocatorio en los próximos días.

Hay que recordar que los lapsos que se establecen en el reglamento del CNE suman un total de 228 días, pero esos son los tiempos máximos, no significa que no podamos acelerar aquellos lapsos que dependen de nosotros. Hay que recordar que estamos en una carrera contra el tiempo con un contendor que no respeta ni sus propias reglas. A quienes se quedaron sin firmar en esta ocasión les decimos que tengan su firma preparada para cuando llegue el momento de recoger ese 20% para solicitar la convocatoria de un referendo para revocar el mandato de Maduro.

Este millón y 500 mil firmas se lograron en poco más de 30 horas, no días, prácticamente de manera espontánea, porque no hubo una campaña previa, sino que se aprovechó la convocatoria a una movilización, hablan de nuestra capacidad de organización pero, sobre todo, de la capacidad de respuesta de los venezolanos.

Esa misma capacidad de respuesta aflorará cuando a todos los que firmamos esta semana nos convoquen a la validación de nuestras rúbricas. Y estoy segura de que se manifestará una vez más para sumar los 4 millones que necesitamos para revocar el mandato de Maduro.

Mientras el gobierno, ante las exigencias de nuestro pueblo, da cada vez más muestras de desesperación, la fuerza y el deseo de cambio de nuestro pueblo se consolida en un gran movimiento social por el cambio, por la exigencia del respeto de sus derechos fundamentales, que han sido, descarada y recurrentemente, vulnerados por este gobierno irresponsable.

Este domingo es el Día del Trabajador, y no tengo duda que será uno de los más tristes que recuerde nuestro pueblo. Seguimos teniendo el segundo salario más bajo de América Latina, a pesar de los ajustes, con los que se ha llenado la boca Maduro. Una familia de cinco miembros necesita 17,6 salarios mínimos para cubrir sus necesidades básicas. ¿Qué familia venezolana está en capacidad de hacer frente a esta situación?

¿Qué familia venezolana no identifica quiénes son los responsables de que estemos viviendo la peor crisis de nuestra historia? Crisis que no se limita, como todos sabemos, a lo económico sino que afecta cada aspecto de la vida de nuestro pueblo.

Son muchas las razones para el cambio que están representadas en cada una de las firmas que recogimos. Los venezolanos firmaron para revocar las colas, la inflación, la escasez, la inseguridad la crisis de salud. Los venezolanos quieren cambio pero un cambio pacífico, constitucional, electoral y profundamente democrático.

Quiero agradecer a nuestro pueblo Mirandino y a todos los venezolanos por su participación entusiasta, gracias a ustedes es que vamos a lograr el cambio. Agradezco a Henrique Capriles, con quien trabajé por tantos años, por guiarnos por este camino que está dando importantes frutos.

Definitivamente, cuando se hacen las cosas bien pasan cosas buenas y nuestro pueblo organizado, hará de nuestra Venezuela el país de progreso que todos soñamos.

 

 

 

Gobierno nacional tiene que responder por crisis del agua

El gobierno no tiene límites a la hora de burlarse de nuestro pueblo. Andan buscando a quién achacarle la responsabilidad de su ineficiencia para lavarse las manos, en un país donde los venezolanos no tienen agua para hacerlo, en el que hay sectores que pueden pasar hasta dos meses sin ver una gota del vital líquido saliendo por sus tuberías.Foto-Fraccion-Parlamentaria-Primero-Justicia_NACIMA20160120_0019_6

Como en el tema del agua no pueden responsabilizar a la guerra económica, sus dedos señalan a El Niño. Pero el drástico racionamiento de agua al que estamos sometidos los venezolanos NO es culpa de El Niño. El responsable de que en pleno siglo XXI haya venezolanos que pasan 60 días sin agua es el gobierno.

Los venezolanos sabemos que lo de El Niño es cuento. Que dilapidaron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia y no invirtieron en el servicio de agua potable para los venezolanos. El racionamiento de agua en nuestras ciudades y su pésima calidad es consecuencia de un gobierno que en 17 años ha sido incapaz de administrar un recurso tan fundamental. Sencillamente no invirtieron y hoy tenemos todas las empresas de agua potable debilitadas, carecen de recursos técnicos y económicos.

En un país como Venezuela no debería haber una sola familia sin acceso regular a este servicio. Estamos entre los primeros países del continente en reservas acuíferas y a pesar de ello se prevé que para el 2025 seremos una “zona de escasez de agua económica”, pues por falta de inversión en infraestructura y mala gestión de gobierno no tendremos la capacidad de aprovechar este recurso.

Por falta de inversión no se han incorporado nuevas fuentes al sistema desde octubre de 1998. En el caso de Miranda, por ejemplo, exigimos la verdad sobre el sistema Tuy IV. Necesitamos saber cuándo terminarán el embalse de Cuira y la ampliación de Taguaza.

En materia de saneamiento, destaca que por falta de inversión Caracas sea la única ciudad capital en América Latina cuyas aguas negras se vacían casi sin ningún tratamiento al Mar Caribe.

Quien no tiene acceso al agua ve deteriorada su calidad de vida y tiene que aguantar que, para colmo, el gobierno se burle en su cara, hablando de un “PLAN DE ABASTECIMIENTO”, que no es más que un plan de racionamiento, que a quien castiga más fuerte es a nuestro pueblo más humilde.

En plena crisis económica, los más pobres pagan 1000 veces más el valor del servicio de agua. Prefirieron comprar cisternas, le pusieron los nombres de los gobernantes de turno para someter a nuestro pueblo con su «política de pipotes y cisternas».

Este gobierno, que se dice humanista, parece haber olvidado que el acceso al agua potable es un derecho humano fundamental decretado por la ONU, que muchos venezolanos no tienen cubierto por su irresponsabilidad.

Se llenan la boca asegurando haber alcanzado las Metas del Milenio en materia de agua potable, pero según la encuesta de condiciones de vida realizado por la UCV, la UCAB y la USB,  39,2% de los habitantes del país no recibe agua todos los días. Y si no, que le pregunten a nuestro pueblo la magia que tiene que hacer para rendir el agua, cuando les llega.

Los responsables tampoco hablan de la calidad del agua y mienten al afirmar que la misma pasa por un tratamiento de potabilización. Basta que cualquiera abra un grifo en su casa en cualquier zona de nuestra Venezuela para que el olor y el color del líquido que llega, evidencie la falta de tratamiento.

Hay que preguntarle al ministro Paiva: ¿Qué ha pasado con la inversión relacionada al desarrollo de la capacidad de almacenamiento y distribución del agua? Sabrán los responsables que a medida que la población crece deben aumentar los servicios, obviamente no, pues hace al menos 18 años que en el país no se construye un embalse, cuando la meta es que se construyan dos embalses por año.

Estamos en la peor crisis económica de nuestra historia con la peor crisis de acceso al agua y este gobierno tiene que responder.

Los diputados del cambio llegamos a la Asamblea Nacional a trabajar para que nuestro pueblo pueda mejorar su calidad de vida y en el caso del agua velaremos para que se le destinen los recursos necesarios. También desde aquí, haremos contraloría para que los recursos se inviertan adecuadamente y no se desvíen.

Los venezolanos hemos demostrado que juntos y con voluntad podemos sortear cualquier obstáculo y la excepción no será la búsqueda de soluciones para resolver la crisis del agua.

 

¿La prioridad?: Lo social

Este martes, con la juramentación de la nueva Asamblea Nacional, arrancó el cambio que los venezolanos tanto hemos esperado. Frente a Venezuela y Dios, juramos cumplir y hacer cumplir la Constitución y el cargo para el cual fuimos investidosade

Los diputados del cambio, elegidos por la mayoría de los venezolanos, tenemos un compromiso con nuestro pueblo y ayer juramos honrarlo. Este parlamento cuenta con una mayoría de mujeres y hombres, que enfocamos nuestro trabajo, y seguiremos haciéndolo, en buscar soluciones a los problemas de los venezolanos. Lo haremos, como siempre hemos dicho, en un ambiente de diálogo y de forma Constitucional.

El compromiso de los diputados del cambio es que nuestro hermoso país vuelva a ofrecer oportunidades para todos; donde se aprovechen las tierras productivas; donde el esfuerzo y el trabajo de nuestro pueblo sea reconocido; donde el dinero alcance y volvamos a comer lo que queremos, cuando queremos; donde las familias puedan tener una vivienda, un servicio de salud y una educación de calidad; donde los servicios  públicos funcionen de forma permanente y eficiente; donde nuestros abuelos, a quienes tanto debemos, no tengan que debatirse entre comer o comprar sus medicinas porque la pensión no les alcanza.

Por eso, vamos a legislar para proteger las pensiones de las personas de la tercera edad, para que el dinero que reciben producto de una vida de esfuerzo les alcance. Desde la Asamblea Nacional, vamos a controlar el gasto del gobierno para garantizar que los recursos de los venezolanos se inviertan en el desarrollo de nuestra industria nacional, en la generación de empleo y de oportunidades para todos y vamos a garantizar que en el presupuesto se dé prioridad a la salud y la educación.

Los representantes de la alternativa democrática estamos comprometidos a ejercer nuestra mayoría parlamentaria, para combatir la crisis a la que nos ha llevado la complacencia de la mayoría oficialista de la antigua Asamblea, que hasta el último minuto de su período parlamentario demostró estar al servicio de los intereses de un partido político y no del pueblo venezolano.

Este martes 5 de enero, el parlamento pasó a ser la sede donde será escuchada la voz de todos los venezolanos y es que desde la nueva Asamblea Nacional vamos a unir y cambiar a Venezuela. Este 5 de enero arrancó el cambio y Venezuela nos necesita más unidos que nunca, construyendo ese futuro de oportunidades que todos soñamos.

Los diputados del cambio, estamos aquí para escuchar y construir juntos las soluciones a los problemas que nos unen a todos los venezolanos. Desde la nueva Asamblea Nacional discutiremos los problemas, interpelaremos a los responsables, y velaremos porque cada bolívar que entre al país se invierta en obras que mejoren nuestra calidad de vida, y no terminen en manos de un grupito para su beneficio personal.

No será tarea fácil, pero con voluntad, trabajando unidos y con las prioridades claras, no habrá obstáculo que no podamos superar. No podemos ir a la Asamblea Nacional a politiquear más, tenemos que ir a resolver los problemas. No podemos permitir que conviertan la Asamblea, como quisieron hacerlo ayer, en un ring de boxeo, viendo luego de cada sesión quién ganó el round, como lo dijo una diputada oficialista. Aquí lo que nos tiene que mover a los servidores públicos, a los diputados de la República, es que gane el pueblo.

Luego de una campaña plagada de ventajismo e irregularidades, de la búsqueda de cuanta triquiñuela exista para evitar que se cumpla la voluntad del pueblo, convocando a parlamentos paralelos y con madrugonazos judiciales para intentar evitar que se instale la mayoría calificada, que es lo que nuestro pueblo decidió el 6 de diciembre, vimos en la instalación de la nueva Asamblea el talante con el que vienen los diputados del oficialismo. Esperamos que, contrario a lo que dejaron ver ayer, no dediquen su gestión a sabotear, a poner trabas y que terminen de entender que se deben a los venezolanos y que los intereses de su partido no pueden estar por encima de las necesidades de un país.

Los venezolanos merecen recuperar su calidad de vida y tienen sus esperanzas puestas en nosotros para que iniciemos el camino hacia el cambio que nos permitirá superar esta difícil situación.

Hoy reitero mi juramento antes Dios y ante Venezuela de defender los derechos y los intereses de nuestro pueblo, de velar porque se atienda de forma prioritaria la agenda legislativa orientada a salir de la crisis. Cuenten conmigo, siempre estaré al servicio de Miranda y de nuestra Venezuela.

Tenemos un compromiso y lo vamos a cumplir

unnamedQuiero comenzar estas líneas agradeciendo a nuestro pueblo por permitirme seguir trabajando por nuestra amada Miranda, ahora representándolos en la Asamblea Nacional.

7 años y 9 días, un total de 2 mil 566 días, han pasado desde que asumimos, el 29 de noviembre de 2008, la Gobernación de Miranda. Hoy, gracias a ustedes seguiremos sumando horas, días, meses y años que nos permitirán continuar acumulando logros para todos los mirandinos sin distingo.

Nuestra gestión siempre ha sido cercana, con y para las comunidades, casa a casa, cara a cara; así es nuestro trabajo, así fue nuestra campaña y así será nuestra labor desde la Asamblea Nacional.

Nada más los últimos 208 días visitamos 223 comunidades y realizamos más de un centenar de madrugonazos en los terminales y paradas de transporte público. Allí, nuestras madres y abuelas, nuestros niños y hombres de Araira, Guarenas, Guatire, Mariches, La Dolorita y Caucagüita, mirándonos a los ojos compartieron con nosotros sus preocupaciones, sus necesidades y sus sueños. Y mirándolos a los ojos nos comprometimos con ellos, a ser su voz en la nueva Asamblea Nacional, para seguir avanzando en el camino hacia el logro de esos sueños, esos en los que los acompañan la mayoría de los venezolanos.

Para quienes hemos dedicado nuestra vida a servir, no hay mayor compromiso que el que se genera conversando con nuestra gente, del profundo conocimiento de su realidad. Hoy, luego de recibir el apoyo de nuestro pueblo, materializado en sus votos, tenemos la gran responsabilidad de retribuir con trabajo esa confianza.

Desde la Asamblea Nacional demostraremos cuáles son las mejores formas de hacer el trabajo legislativo, les recordaremos a los venezolanos cuál es la razón de ser del parlamento y haremos política con P mayúscula. A partir del 5 de enero de 2016 los mirandinos y los venezolanos volverán a tener hombres y mujeres que harán de los salones de la Asamblea Nacional espacios para el debate de ideas, para abordar los problemas que son prioritarios para el país; hombres y mujeres que entienden que el trabajo parlamentario más importante se hace fuera del aire acondicionado, junto al pueblo al que representamos.

Con esta nueva Asamblea Nacional, los venezolanos contarán con diputados que investigarán, ejercerán un rol contralor, que pedirán cuentas a los ministros acerca de su gestión, del destino de los recursos que son de todos los venezolanos. Todos los diputados tienen que entender que el pueblo nos dio su confianza y esperan que sigamos a su lado, entendiendo sus problemas y necesidades y también debatiendo en las sesiones, representándolos en el debate.

Tenemos un compromiso, hay que cumplir la palabra empeñada y trabajar sin descanso para devolver al pueblo su voz en la Asamblea Nacional, para que los recursos que son de todos los venezolanos realmente se inviertan en mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Para que la educación, la salud, la seguridad y la alimentación vuelvan a ser las prioridades a la hora de distribuir el presupuesto de la Nación. Con los recursos que el actual gobierno gastó en un avión de guerra se construían 9 acueductos, se trata de tener claras las prioridades del país. Lo que queremos es que en la Asamblea Nacional se aprueben los recursos para resolver los problemas que viven nuestras comunidades.

La coyuntura actual del país no permite una agenda política en el parlamento, exige una de carácter social y económico, que resuelva las necesidades de los venezolanos. Este es el primer paso de muchos, ahora es que viene trabajo, para dar continuidad al esfuerzo que hemos venido realizando. El trabajo no se terminó el 6 de diciembre, ahora es que comienza. Nada puede desviarnos de nuestro objetivo y por eso seguimos enfocados, trabajando en nuestra agenda parlamentaria para que el 5 de enero lleguemos a discutir y resolver los problemas que nos aquejan.

Nuestro pueblo habló y nos dio su confianza, ganamos Miranda con una diferencia de 22 puntos. Ahora la pelota está de nuestro lado y no podemos defraudarlo.

Aquí nadie está buscando revancha, venimos a construir, a seguir aportando a la unidad, a un futuro de oportunidades y progreso para todos. Los venezolanos se cansaron de la politiquería, de la división. Lo que el país quiere son soluciones.

Llegaron los tiempos de unión, hermandad y paz. Es el momento de agradecer y reconocer a nuestro pueblo,  a todo el maravilloso equipo electoral, a los miembros de mesa, que  son los héroes del cambio. Y no puedo dejar de agradecer a quien siempre nos dijo que la vía era electoral, a quien con su ejemplo de trabajo, con su esfuerzo, con su consistencia, nos mostró el camino. Gracias Henrique Capriles, por tu constante lucha, por tu apoyo y tu confianza.

Este es un triunfo de Venezuela y de todos los mirandinos. Es un compromiso y una enorme responsabilidad que asumo con humildad. El país nos necesita a todos, unidos, trabajando por el progreso de nuestra Venezuela. ¡Qué viva Miranda y que viva Venezuela!

El cambio se logra participando

1Estamos a 4 días para las elecciones,  unas elecciones históricas que marcan el inicio del cambio de nuestra Venezuela. Un cambio que ya se palpa en los deseos de cada uno de los mirandinos y los venezolanos con los que conversamos a diario en nuestras comunidades.

Este 6 de diciembre el cambio es irreversible. Lo sentimos allí, en cada comunidad, en cada casa. En cada rostro de nuestras mujeres, nuestros hombres y nuestros niños encontramos las razones para cambiar. En cada rostro vemos que las ganas de cambiar son cada vez más fuertes.

El clamor por el cambio está en las calles, en los carritos, en el Metro, en las colas de los mercados, en los encuentros familiares, en las oficinas. Incluso quienes antes apoyaban al gobierno hoy nos dicen que decidieron cambiar, porque esto no se aguanta más y el pueblo sabe que en sus manos está la fuerza para un futuro de progreso y paz.

Todos los venezolanos, sin excepción, la estamos pasando mal y es por eso que hoy estamos más claros que nunca de que Venezuela lo que necesita, es cambio, y que todos juntos podemos lograrlo.

En nuestras manos está la llave para ponerle un freno a esta crisis que nos agobia, la más grave de nuestra historia. En nuestras manos está la llave para darle un parao al dúo Nicolás-Cabello, que ha hecho y deshecho a su antojo durante años. Ellos son los culpables de que tú no consigas productos en el supermercado, de que el sueldo no te alcance, de que la vida del venezolano se resuma en: No tengo porque no se consigue; no tengo porque no me alcanza y no salgo porque tengo miedo. Ellos son los responsables de que estando a 2 de diciembre no sepas si podrás hacer las hallacas porque no consigues los ingredientes, o comprar un estreno a tus hijos o su Niño Jesús.

A los funcionarios públicos los invito a dejar el miedo porque el VOTO ES SECRETO, si no fuese así el Gobierno no estuviese mandando a tomar fotos a la papeleta, no nos dejemos intimidar. No hay que olvidar que juntos somos poderosos pero unidos somos invencibles.

¿Qué podemos hacer para cambiar este presente lleno de escasez, de inseguridad, de colas y falsas promesas, por un futuro lleno de compromiso, oportunidades y progreso? ¿Cómo podemos ponerle un freno a este continuismo y dar la oportunidad de un mejor futuro a los nuestros? VOTANDO. El cambio se logra participando, diciéndole sí al futuro, sí al trabajo.
Participar es acompañar a nuestros abuelos a votar, organizarse y darle la cola al vecino hasta su centro de votación. Participar, es denunciar cualquier irregularidad que ocurra en los centros de votación. Es llamar a tus familiares y amigos e invitarlos a votar porque es un momento de unión, de pensar en todos los venezolanos que queremos vivir mejor.

Participar, es ser miembro de mesa, es acudir a tu centro al finalizar las votaciones para la auditoria. Participar es defender tu voto y el de los millones de venezolanos que, como tú, quieren cambio. Participar, es unirse para que todos podamos progresar y cambiar.

En nuestras comunidades cada día nos dan más razones para votar por el cambio: Para acabar con las colas, con la escasez y la inseguridad; para lograr un sistema de salud pública que funcione; para que dejemos de peregrinar para conseguir medicinas; para que nuestros niños puedan tener acceso a una educación de calidad… Este 6 de diciembre debemos salir a votar porque los venezolanos merecemos vivir mejor y la AN es el órgano donde se toman las decisiones más importantes del país.

Este 6 de diciembre todos vamos a participar y hacer la diferencia entre la vida que tenemos hoy y la queremos tener. ¡CADA VOTO CUENTA! El cambio que queremos para el país depende de nosotros y está en nuestras manos. No perdamos esta oportunidad de expresarnos y dejar claro que este no es el país que queremos para nuestros hijos, que queremos un cambio de rumbo, y aspiramos a vivir mejor.

Sobran las razones para salir a votar SIN MIEDO este 6 de diciembre. Recuerda que el cambio está abajo, a la izquierda, en la esquina, la de la manito. ¡Venezuela cuente contigo!

 

Este 6D pensemos en el futuro de nuestros niños

Evelyn, una mirandina que creció en Los Naranjos, en Guarenas, nos contó que un recuerdo que siempre la acompaña, es la emoción que sentía cuando llegaba el momento de comprar los útiles y uniformes para un nuevo año escolar. Nos decía que, aunque con sacrificio, sus padres siempre lograban organizarse para cubrir todo lo solicitado en la lista y que hoy ve, con profunda tristeza, la frustración de su hija, quien, ni juntando tres salarios logró comprar a su niña todo lo necesario. “Le tocó endeudarse y buscar chivas de zapatos y ropa, porque cada vez alcanza para menos y además hay cosas que no se consiguen”.ade

Como Evelyn, siempre vi el regreso a clases como una temporada de alegría. Pienso que no hay dinero mejor invertido que el que se coloca en la educación de nuestros niños. Pero hoy, hasta los más pequeños viven la angustia de la escasez y los altos costos. Ellos, nuestros niños, el presente y futuro de nuestra Venezuela, ya no comen lo que deben sino lo que hay, o para lo que llega; ya no tienen el par de zapatos que más les gusta o que mejor les queda. En cambio los vemos descalzos por su comunidad o caminando como pueden con zapatos apretados o demasiado grandes. Nuestros niños se sienten tan afectados por esta crisis que son los primeros que salen a nuestro encuentro para decir lo que les falta para ir a la escuela.

Este gobierno irresponsable convirtió la alegría del regreso a clases en angustia y frustración para las familias venezolanas, especialmente las más necesitadas. Hoy arrancan las clases y todavía hay niños en todos los rincones de nuestra Venezuela que no tienen uniforme o sus preciados útiles para poder estudiar.

Nuestros hombres y mujeres enfrentan todos los días al enemigo de la inflación y la escasez, producto de las políticas equivocadas de este gobierno. Mientras, los responsables miran para otro lado y se inventan guerras imaginarias para distraer la atención de los verdaderos problemas. ¿Acaso con los cierres fronterizos y la deportación masiva de nuestros hermanos colombianos bajaron los precios de los útiles y los uniformes, o se encuentran los artículos de papelería que están desaparecidos?, ¿Acaso los anaqueles se llenaron de productos para que las madres puedan armar las loncheras de sus niños?, ¿Acaso las madres procesadoras del Programa de Alimentación Escolar tienen  todo lo necesario para dar a nuestros niños una alimentación balanceada en las escuelas?

Maduro y su cúpula corrupta viven en un país de fantasía. Creyendo que todavía con 150 bolívares mensuales pueden alimentar todo el mes a un niño con el Programa de Alimentación Escolar. ¡7 bolívares por día por niño! Ya ni un caramelo se compra por ese monto. Cómo se nota que los del gobierno  no dependen del Programa de Alimentación Escolar para alimentar a sus hijos y nietos y no les duelen los 7 mil bolívares que puede representar rellenar la lonchera de un niño durante un mes.

El problema de la escasez y la inflación, lo vivimos por las medidas económicas de un gobierno irresponsable, que ha acabado con la producción nacional expropiando y arrinconando a la empresa privada. Lo hecho en Venezuela se ha sustituido por alimentos importados, casi vencidos, al doble de lo que cuestan.

Se llenan la boca hablando de la “soberanía alimentaria” pero si en los anaqueles no hay productos, ¿qué van a ofrecer las cantinas este año escolar? Definitivamente este es el gobierno de las loncheras y cantinas vacías. “Venezuela Avanza”, esa es la promesa con la que bombardean a los venezolanos desde hace 15 años. Pero ya nadie se come ese cuento. Los venezolanos están muy claros: lo único que ha hecho este gobierno nefasto es que nuestra Venezuela retroceda. Despilfarraron la mayor bonanza petrolera de nuestra historia y se fue a sus bolsillos.

No podemos seguir dejando en manos del gobierno de Maduro el futuro de nuestro país, que se sigan llenando los bolsillos y el pueblo pasando necesidades. Aquí, lo que hace falta es inversión para la producción nacional e incentivos para los pequeños y medianos empresarios. Generar confianza para atraer más y mejores inversiones.

Nosotros sabemos cuál es la solución y desde la Asamblea Nacional vamos a trabajar porque el país mejore, legislando y vigilando que los recursos sean bien administrados, impulsando la producción nacional y debatiendo los problemas.

Sabemos que al igual que tú hay millones de venezolanos que están pasando por esta situación, sabemos que crees que difícil salir de esto, pero no es así. Juntos podremos salir de esta situación y tener el país que merecemos. Es hora de darle un parao a la ineptitud del gobierno de Maduro y a la crisis que nos agobia.

Como madre, como venezolana y como servidora pública, estoy convencida de que la educación es el mejor regalo que les podemos ofrecer a nuestros niños. La educación es la base sobre la que se construye un país. Que nuestros niños tengan una educación de calidad, que puedan crecer sanos y bien alimentados es posible. Por nuestros niños debemos seguir trabajando unidos para lograr el cambio, y el próximo 6 de diciembre tenemos una oportunidad de iniciar el cambio de rumbo de nuestra Venezuela.

Tu voto el 6 de diciembre hará posible una Asamblea Nacional donde se discutan los verdaderos problemas que nos afectan a todos los venezolanos, hará la diferencia entre la vida que tienes hoy y la quieres tener y garantizar a tus hijos. Pensemos en el futuro de nuestros hijos, ellos son el motor de esta lucha #UniónYCambio

En tu voto está el poder de dar a tus hijos el futuro que sueñas

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La próxima semana comienzan las clases, pero nuestras madres y padres continúan viviendo la pesadilla en la que se ha convertido la adquisición de útiles, uniformes y hasta el pago de las matrículas para que sus hijos puedan estudiar. En cada comunidad a la que vamos no hay madre o padre que no nos cuente las calamidades que están pasando para comprar lo necesario para el inicio del año escolar.

Luisa, en Los Naranjos de Guarenas, nos dijo que para comprar los zapatos a su hijo necesita un mes de sueldo. “Uno tiene que decidir entre comer o comprarle los zapatos a los muchachos”, me dijo entre lágrimas.

No hay derecho a que en un país como nuestra Venezuela, con las reservas de petróleo más importantes del planeta, nuestras madres tengan que vivir esta angustia. Pero a este gobierno irresponsable, no le interesa la educación de nuestros niños, sino seguir generando historias para distraer la atención de los verdaderos problemas que nos aquejan.

Mientras muchos de nuestros niños van a clase porque allí es donde reciben prácticamente el único alimento que consumen en un día, por cierto cada vez más limitado por la escasez y los altos costos, Maduro va de banquete en banquete por el mundo.

Mientras Maduro se dedica a viajar de país en país, en Venezuela las vacaciones escolares no fueron para hacer turismo sino para ir de librería en librería y de tienda en tienda, buscando los útiles y uniformes que, además de escasos, están por las nubes y han llevado a las familias a endeudarse y hasta a recurrir a sus prestaciones sociales para tratar de darle a sus niños lo necesario para su educación.

Si este gobierno en lugar de despilfarrar la bonanza petrolera más importante de nuestra historia se hubiera dedicado a invertir en nuestra Venezuela, en incentivar la producción nacional, hoy tendríamos una industria sólida y produciríamos todo lo necesario, incluidos los útiles y los uniformes, que hoy se importan. ¿Por qué no hay útiles y uniformes y cuando se encuentran el dinero no alcanza? Porque desde 2014, las industrias y los importadores no reciben divisas para adquirir la materia prima.

Este año comprar los útiles y uniformes cuesta 362,4% más que el año pasado, según datos del Cendas. Mientras, en junio de 2014 los precios rondaban los 19.771 bolívares, este año se encuentran en más de 91 mil. Estamos hablando de que una familia venezolana necesita 13,6 salarios mínimos para adquirir los uniformes y útiles de un niño. ¿Qué decir de una familia que tiene más de dos niños en edad escolar?

Esta es una razón más para unirnos. Esta situación no distingue entre colores políticos y así como nos unen los problemas tenemos que trabajar juntos para encontrar las soluciones. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos y no podemos permitir que nos quiten la esperanza de darles ese futuro de progreso que soñamos para ellos.

Por eso los invito a ponerse la mano en el corazón y a preguntarse si ésta no es la crisis más brava que hemos vivido en nuestra Venezuela. ¿Y qué hacer ante esto? Definitivamente no podemos quedarnos de brazos cruzados, el próximo 6 de diciembre tenemos la oportunidad de darle un giro al rumbo de nuestro país. Somos mayoría los que queremos cambio y tenemos que trabajar todos los días para seguir sumando voluntades.

Con una Asamblea Nacional compuesta por hombres y mujeres comprometidos con nuestro pueblo y no con un partido político, y que además tengan claras las prioridades, se acabará la regaladera y el derroche de los recursos que son de todos los venezolanos, y se invertirá en el desarrollo de nuestra Venezuela, en la educación – que es el mejor escudo contra la pobreza-, en la salud, en el desarrollo de nuestra industria, en la seguridad, en la generación de empleo…

Este 6 de diciembre tenemos una enorme oportunidad con lo único que tenemos los venezolanos, nuestro voto. Desde la Asamblea Nacional alzaremos nuestra voz y lucharemos para mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Un cambio en la Asamblea Nacional es el inicio de un cambio en el país, para salir adelante y progresar. Tu voto el 6 de diciembre hace la diferencia entre la vida que tienes hoy y la que quieres para tus hijos #UniónYcambio

Necesitamos soluciones, no un nuevo conflicto

20150826_artículoLa gastada búsqueda de enemigos externos en época de elecciones reaparece ahora versión Táchira. El gobierno está desesperado porque sabe que perdió el apoyo popular y que más del  80% de los venezolanos no confía en Maduro. Su afán por desviar la atención ante su incapacidad para resolver la peor crisis que hemos vivido los venezolanos, en la que, por cierto hemos caído por su incompetencia, lo lleva a nuevos ensayos, que sólo postergan las medidas que se necesitan y empeoran la situación.

Reconocer la gravedad de la crisis originada por la implementación y mantenimiento a toda costa de medidas que llevan al país por el despeñadero, e impulsar el cambio del modelo sería lo que haría un gobierno responsable; pero eso no lo tenemos los venezolanos. Lo que tenemos es un gobierno que ante la inminencia de una nueva Asamblea Nacional y de la profundización de la crisis producto de sus constantes desaciertos, toma medidas efectistas como el cierre de la frontera y la declaración de estado de excepción en Táchira.

Estas injustificadas medidas para tratar de distraer a los venezolanos del hecho de que no ha sido capaz de solucionar la grave crisis económica que atravesamos, afectan a todo el estado y no sólo a sus municipios fronterizos; tienen consecuencias sociales y económicas, pues se está impactando de forma negativa la vida de cotidiana de las familias, muchas de las cuales han quedado separadas, y el intercambio económico, entre otros factores.

Los venezolanos no nos comemos el cuento. Primero fue el decreto contra Obama, luego el show del Esequibo, y ahora se inventan un conflicto con Colombia. Mientras tanto los problemas reales, cotidianos, básicos de los venezolanos se continúan acentuando. La actual Asamblea Nacional no ha convocado ninguna sesión para abordar que afecta a nuestro pueblo, ni ha pedido explicaciones a los ministros por el ocultamiento de las cifras de inflación y escasez, o por la violencia que continúa enlutando a nuestro pueblo. Sin embargo, no dudó un minuto para convocar una sesión especial en Táchira por el cierre de la frontera.

Nuestros hermanos del Táchira hace mucho que necesitan que el gobierno se ocupe de atender sus problemas, pero la prioridad del gobierno de Maduro no es el pueblo tachirense. No fue el bienestar de sus habitantes lo que movió la convocatoria de esta sesión, como no fue su seguridad lo que motivó el cierre fronterizo o medidas de excepción, sino alimentar su estrategia de comunicación.

Tal como lo hemos afirmado en muchas oportunidades, a medida que se acerque la fecha de las elecciones más serán los obstáculos, las artimañas con fines de distracción, la persecución. Pero a cada paso que dé el gobierno en ese sentido, los venezolanos responderán con más unión y con un deseo renovado de cambio que se materializará con su voto el próximo 6 de diciembre.

Mientras el gobierno se ocupa de su nuevo show nosotros seguimos en la calle escuchando a nuestro pueblo, llevando soluciones. El deseo de reconstruir a Venezuela es el motor que nos lleva a quienes creemos en el cambio a trabajar sin descanso para lograr una mayoría contundente en la Asamblea Nacional, que realmente represente al pueblo y vele por sus intereses.

El cambio ya es un hecho y para consolidarlo debemos continuar blindado la organización, la unión y sumando a más y más venezolanos que se sienten defraudados, especialmente a quienes en algún momento creyeron en el actual modelo político. Cada día son más las razones que nos unen #UniónYCambio

El futuro lo construimos con nuestras manos

L12agoblog3os venezolanos no podemos descansar mientras haya familias a las que sus derechos más elementales les son vulnerados, a diario, por un gobierno irresponsable, que en 16 años ha despilfarrado los recursos de nuestro pueblo, empobreciéndolo, alejándolo de sus posibilidades de progreso, del acceso a la salud, del derecho de acceder a una vivienda digna, del derecho a escoger qué, cómo y cuándo comprar, de la posibilidad de sentirse seguro y tranquilo.

Este gobierno, se ha acostumbrado a mentir, reciclando promesas en tiempos de elecciones y colocando pañitos de agua tibia, en lugar de buscar soluciones reales y definitivas a problemas que continúan agravándose. Ha despilfarrado y robado los recursos de los venezolanos, llevándose por delante sus derechos y aspiraciones.

A pesar de decirse socialista, este gobierno tiene una enorme deuda social, muestra de ello es el déficit de vivienda, que se calcula en 3 millones de unidades. A esto se suma que más del 60% de las viviendas es autoconstruida en malas condiciones de habitabilidad, según el reciente estudio de condiciones de vida en Venezuela, realizado por la UCAB, la UCV y la USB.

La inflación, la pérdida de valor del salario, la escasez y los controles que pretenden regular todos los aspectos de la vida de los venezolanos, han hecho que la posibilidad de adquirir una vivienda sea cada vez más lejana, como también lo es la de alquilar e incluso la de emprender un proyecto de ampliación o mejoras.

La vivienda es un derecho, una necesidad, primaria del ser humano y engloba mucho más que paredes y techo. Por eso siempre hemos sostenido que el tema de la vivienda debe abordarse de forma integral. Además de la construcción de viviendas con condiciones óptimas, deben generarse políticas que permitan que los venezolanos vuelvan a tener la posibilidad de alquilar una vivienda.

No se trata de levantar por generación espontánea paredes y techos. Hay que contar con terrenos seguros, aptos para el desarrollo de ciudades planificadas que garanticen la calidad de vida de sus habitantes y se conviertan en centros a partir de los cuales se dinamice la economía. Una vivienda, requiere servicios, como agua, electricidad, sistema de aguas servidas, vialidad, aceras, transporte público, facilidades de comunicación, espacios de esparcimiento, comercios, escuelas, servicios de salud. Sólo así podemos asegurar una solución de largo plazo y no una que en poco tiempo multiplique los problemas de las familias.

La falta de planificación que se ha impuesto en algunos de los proyectos, para crear la ilusión de que se está atendiendo el tema de la vivienda, hacen que a menos de dos años de su edificación, unidades habitacionales presenten problemas que colocan a sus habitantes en situaciones incluso más precarias que las que tenían anteriormente. No sólo se evidencian problemas en las estructuras, también  existen importantes carencias en cuanto a servicios y acceso a educación, a un empleo, a la salud.

La deuda que acumuló el gobierno en materia de vivienda también afectó a los mirandinos. Por ello, a pesar de sus intentos por alejarnos de nuestro objetivo, hemos trabajado sin descanso para buscar alternativas que nos permitan dejar atrás la informalidad, el uso de materiales inadecuados y las estructuras riesgosas que encontramos al inicio de nuestra gestión. Nuestros Certificados de Materiales de Construcción surgieron para dar respuesta, cuando el Gobierno Central transfirió los proyectos y obras habitacionales del Ejecutivo regional al Ministerio de Vivienda y Hábitat.

Miranda no es una isla en nuestra Venezuela. Manejamos un presupuesto deficitario y también nos enfrentamos a la escasez de materiales de construcción. La tarea no ha sido fácil, pero si algo nos sobra es voluntad: 275 mil mirandinos se han beneficiado con nuestros planes de vivienda, hemos entregado 48 mil 656 Certificados de Materiales de Construcción, mil 106 familias han adquirido vivienda en mercado primario o secundario con Certificados Mirandinos, hemos beneficiado más de 15 mil personas tramitando más de 3 mil títulos relacionados con la propiedad y hemos formado mil 578 mirandinos en nuestra escuela de constructores populares.

Todavía queda mucho trabajo por hacer y estamos seguros de que con una Asamblea Nacional que vele por los intereses del pueblo, donde no se use el poder para pasar factura a quienes piensan distinto, se logrará dar el apoyo necesario a las iniciativas de mejoramiento urbano y consolidación de viviendas, que buscan abordar de forma integral esta problemática.

Garantizar que todos y cada uno de los que vivimos en esta tierra tengamos oportunidades, calidad de vida, una vivienda segura, sí es posible. El próximo 6 de diciembre tenemos la oportunidad de elegir una Asamblea Nacional que trabaje por el pueblo; que le ponga un parao a los abusos y nos encamine hacia el cambio. El futuro lo construimos con nuestras manos. #UniónYCambio