De Abril de 2009 al Programa Miranda

Nosotros desde la Gobernación de Miranda, creemos y apostamos al trabajo en equipo, al crecimiento en conjunto y a la inclusión de cada parte que pueda ayudar al desarrollo y progreso de nuestro estado y país.

Luego de recibir la administración del gobierno estadal, en abril de 2009 tomaron militarmente todas las instituciones de salud que hasta el momento eran responsabilidad del Estado Bolivariano de Miranda.  La medida del Gobierno Nacional, nos dejaba a parte de la atención de salud de los mirandinos. El hecho que sacudió a la población, no nos detuvo, y aún cuando no tenemos la competencia de los hospitales del estado, hemos -y segura digo-  logrado un excelente sistema de salud, porque en esta gestión del cambio, sabemos que estamos al servicio de nuestro pueblo y sus necesidades.

Una medida política jamás puede detener la responsabilidad y voluntad de hacer lo que debemos, lo que exige cada mirandino. Pero las soluciones tampoco podían ser cortoplacistas, en Miranda apostamos a un cambio para todos por igual, pero sobre todo, para siempre, porque eso es el progreso.

Por eso, además  de construir toda la red de salud del estado, también involucramos a quienes con vocación y esfuerzo se forman en la Universidad Central de Venezuela. Para nadie es un misterio el éxodo de excelentes profesionales de la salud que tenemos en el país, por eso decidimos integrar educación y servicio en un programa para darle calidad a Miranda y al futuro: el Programa Miranda.

El Programa Miranda, incluye a más de 600 estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, que han realizado pasantías en Centros Médicos Odontológicos, Pronto Socorros, Casas Amigas de la Salud y las Rutas de la Salud –del estado Miranda.

Para nosotros la única jurisdicción es la necesidad de los mirandinos.

Los estudiantes de la UCV no sólo llevan a cabo sus prácticas, también realizan charlas para la comunidad donde le informan de temas que le sean útiles en su vida diaria y de manera preventiva como: consumo correcto de fármacos e intoxicación con productos del hogar y nos ayudan a transmitir conocimiento a otros estudiantes a través de los laboratorios móviles, en los cuales alumnos y docentes de las Escuelas de Física y Química de la UCV visitan los liceos mirandinos para enseñar prácticas científicas.

Lo he dicho anteriormente, nuestros pasos transitan el camino de la integralidad. Trabajando en conjunto Gobernación de Miranda y UCV, de la mano del Programa Miranda, logramos una conjunción de recursos que se traduce en mejoras en la calidad de vida de nuestro principal beneficiario: el pueblo mirandino.

Solución del presente y construcción del futuro, eso hemos hecho en Miranda. ¡Sí, hay un camino!

Educación: la semilla del progreso

Otrora una hacienda llamada La Popa, Aramina La Popa, es hoy una de esas poblaciones ubicadas en lo que llamo Miranda adentro. Si, así es nuestro estado, nos alejamos unos minutos de los centros urbanos y enseguida estamos en los bosques húmedos y calurosos, de lo que conocemos como Barlovento.

Hablo de Aramina, porque a pocos días de iniciarse las clases, tuve la oportunidad de inaugurar junto a nuestro gobernador Henrique Capriles y a todo nuestro equipo de educación e infraestructura, la escuela Rosa Enríquez de Bandres.

Estando en el lugar confirmé una vez más que la educación es el camino.

Aramina es un pueblo pequeño y tranquilo, habitado por gente alegre, que en su mayoría se dedican a la agricultura y labores comerciales. Es la Miranda rural, la que provee de mandarinas, limones, aguacates y cacao, a buena parte de los venezolanos. La que tiene humedad de selva y temperaturas de 37 grados. En esta Miranda, la escuela es todo.

Rosa Enríquez, estaba ahí. Aunque da clases desde el 62, su espíritu no habla de su edad, al contrario, engaña a los años. Que alegría que la escuela lleve el nombre de uno de nuestros tantos héroes anónimos y en vida. Nuestros libertadores, héroes de otro siglo, ya han bautizado demasiadas plazas y liceos.

La escuela es nueva, digna, moderna. Es el palacio de Aramina, como dijo su director en el discurso inaugural. Mucho de la vida del pueblo girará alrededor de esta edificación. La institución ya existía, pero estaba abandonada, con fallas estructurales, grietas, goteras. Algunas aulas estaban clausuradas.

Hoy eso se acabó. En menos de un periodo escolar se construyó la escuela de nuevo. La construimos. La construyeron. Mucha

La escuela posee tecnología que permite que las aulas estén frescas, aunque afuera la temperatura esté cerca de los 40 grados

gente del pueblo participó activamente. Muchos se involucraron. Ahora es de ellos. No es de un partido, no es de un gobierno. Es de Aramina La Popa.

No solo es un edificio. Es la esperanza de los padres que llevan a los hijos a la escuela, muchos a darles la oportunidad que ellos no tuvieron. Es la alegría de los alumnos que van cada mañana. Luego será el recuerdo de un lugar en el que se formaron para el futuro. Fueron miles de horas aprendiendo de los libros y no de la calle.

El gobernador dice que la educación no puede ser un asunto de política. Aunque cada vez necesitamos más y mejores políticas de educación.

Aramina La Popa está más cerca del progreso y no precisamente porque se construyó una autopista.