Por la PAZ se trabaja en EQUIPO

Ya las estadísticas no resguardan a ninguna familia de al menos un miembro –directo o indirecto, pero finalmente, cercano- víctima de la violencia en nuestro país. Pareciera que la muerte se ha convertido en la gran sombra de nuestras casas, y por ende, el miedo, parte de nuestra personalidad.

La desesperanza parece unánime cuando sobre la inseguridad y la violencia se habla. Sin embargo, hablar de progreso en la lucha por una vida en paz, no es utopía.

Hace unas semanas tuvimos un acto donde fueron juramentados 12 mil 502

En Miranda apostamos por la PAZ. ¡Sí hay un camino!

promotores de paz mirandinos, con la principal finalidad de crear una cultura de paz, tranquilidad y reconciliación en nuestra entidad.

Ya en una oportunidad, les conté la historia de las Madres de Catuche quienes, a través del diálogo con la comunidad, hijos y familiares, lograron mantener el barrio 3 años sin asesinatos. Eso y más es lo que queremos lograr de la mano de estos maravillosos Promotores de la Paz que se han comprometido con toda la disposición del mundo a aportar sus conocimientos y ayuda a quienes lo ameriten.

Hablando se entiende la gente es más que un dicho, es una gran verdad que ya está siendo aplicada en nuestras calles y en cada rinconcito de nuestro estado.

La invitación es a todos aquellos mirandinos que quieran unirse a esta iniciativa para vivir en armonía, en un ambiente de tolerancia y tranquilidad. Si quieren participar, sólo deben dirigirse a la Casa del Pueblo más cercana a su residencia y ahí obtendrán toda la información para adentrarse en este nuevo camino de buenas energías.

La paz y la reconciliación se trabajan en equipo.

¡Arriba Miranda! ¡Arriba Venezuela!

Mujeres luchadoras por la paz: entre el Nobel y Catuche

Hoy quiero compartir con ustedes lo complacida que me hizo sentir una noticia reciente: tres mujeres que han defendido los derechos y el fin de la violencia en Liberia y Yemen ganaron el premio Nobel de la Paz. Esto me reconforta. Me hace saber que muchas mujeres vamos por un camino correcto y me impulsa a seguir trabajando por el cambio que merece nuestro estado Miranda y nuestro país.

Tawakkul Karman, Ellen Johnson-Sirleaf (la presidenta de Liberia) y Leymah Gbowee, ganaron el premio por su lucha no violenta por la seguridad y los derechos de las mujeres a participar en las labores para construir la paz. ¡Bravo!

Leí que el comité seleccionador del Nobel, espera que el reconocimiento ayude a poner fin a la represión de las mujeres en muchos países, y a que el mundo se de cuenta del gran potencial para la democracia y la paz que podemos representar.

Ganadoras del premio Nobel de la paz 2011

Y sí, tienen razón. Tenemos un gran potencial para la democracia, la paz y la construcción de comunidades, estados, países. Creo en la capacidad de la mujer, no sólo porque lo corroboro a diario con mis compañeras de trabajo, con las madres que conozco en el camino que transito junto al equipo de Miranda, sino, porque el paso del tiempo lo ha comprobado. Estamos ahí, en las sillas presidenciales, en puestos de gerencia, al mando del hogar, comandando luchas contra la violencia y pidiendo con acciones concretas la paz.

Este Nobel femenino, me hace recordar otro caso más cercano: las madres de Catuche.

Madre de Catuche, luchadora por la paz.

Catuche es un barrio caraqueño donde la violencia le robaba la vida de sus hijos a las madres del barrio. Hasta el día que dijeron ¡ya basta! Se organizaron y cafè de por medio, conversan de los problemas del barrio, de los problemas de sus hijos, de su comunidad y de sus vecinos. Han hecho acuerdos con los jóvenes del barrio y las familias: no creer en chismes, conversar las cosas, no insultarse entre ellos.

¿No creen que les ha dado resultado? Pues las madres de Catuche han logrado que en 3 años no haya un sólo asesinato en el barrio. En 3 años nadie ha muerto por la magnífica intervención del amor de madre cansado de perder vidas cercanas. ¿No creen que es maravilloso?

Catuche lleva 3 años sin un asesinato

Yo lo creo y aplaudo a todas las mujeres del mundo que se atreven a decir ¡ya basta!, que se atreven a luchar por una mejor vida, por lo que merecen.

Aplaudo a las mirandinas y a las venezolanas, a las ganadoras del Nobel y a las madres de Catuche.

Aplaudo lo reconfortante e inspirador del trabajo incansable de estas proactivas mujeres. ¡Que Dios les de larga vida y que se extienda en el mundo su labor y acción!

Adriana.