El gobierno central se llena la boca hablando de gobierno de calle, pero más allá de las medidas efectistas y de los grandes anuncios, no se ven resultados. En el caso de Miranda, por ejemplo, crearon Corpomiranda, un gobierno paralelo para tapar la ineficiencia de los 15 alcaldes que tienen en nuestro estado y como premio de consolación para Elías Jaua, por haber perdido las elecciones. A pesar de contar con un chorro de recursos y el apoyo gubernamental, no atienden los problemas de los mirandinos.

Anunciaron con bombos y platillos la inversión que harían en la entidad, pero sólo aplican medidas cosméticas y electoreras. Mientras Corpomiranda hace paisajismo, es el Gobierno de Miranda, encabezado por Henrique Capriles, el que atiende los verdaderos problemas de nuestro pueblo, incluso aquellos que son competencia del gobierno central. No se justifica que luego de 14 años en el poder, los mirandinos y los venezolanos veamos agudizados problemas que atentan contra nuestros derechos fundamentales.

El del agua es uno de esos problemas que en pleno siglo XXI los venezolanos no deberíamos estar padeciendo. Hoy mismo, sin ir muy lejos, mientras el gobierno central continuaba de viaje, nosotros en Miranda estábamos entregando tanques de agua en Barlovento, porque no han entendido que es su deber garantizar el acceso al agua de todos los venezolanos. Claro está que los tanques de agua no son una solución definitiva, pero si quien tiene la competencia no atiende sus responsabilidades, allí estaremos nosotros llevando soluciones, sin distinción de ningún tipo. Cuando en una comunidad se va el agua se va para todos y por eso gobierno y comunidad deben trabajar juntos para atender las necesidades que se presentan y para lograr que todos tengan la posibilidad de progresar.

En Miranda tenemos más de 5 años haciendo gobierno de calle de verdad. Esa cercanía con las comunidades, nos ha permitido conocer cuáles son las verdaderas necesidades de los mirandinos y pese a las restricciones económicas que nos imponen para limitar nuestra actividad, seguimos con las botas bien puestas junto a nuestro pueblo. Lo que el gobierno central no entiende es que cuando los verdaderos servidores públicos tienen la voluntad, no hay obstáculo que los detenga. Como dice Henrique Capriles y los hechos lo demuestran: Cuando se hacen las cosas bien pasan cosas buenas.

Son estas luchas diarias, las que hacemos en defensa de nuestros derechos fundamentales, las que deben llamarnos a la reflexión acerca de la importancia de participar y escoger a nuestros representantes a través de los procesos democráticos. Por eso quiero terminar estas líneas invitándolos a tomar un rol activo en sus comunidades y a participar, pues sólo con la participación podemos derrotar el abuso y la indiferencia y escoger autoridades que velen por los intereses del pueblo y no por los intereses de un partido.